Makowiec – Tarta de semillas de amapola (sin lactosa)

Presentación

De vez en cuando hay que concederse un postre que requiere más trabajo, pero cuyo sabor te atrapa y te hace olvidar todo lo demás.

El makowiec es una de las recetas más refinadas de la cocina polaca 🇵🇱 que, con las indicaciones muy claras y los trucos revelados por mi abuela Lucía y mi mamá Margarita, te saldrá mejor que si hubiera salido de una repostería polaca. 😉

Esta tarta debe su nombre a su ingrediente estrella, las semillas de amapola (mak, en polaco). Tras una peculiar preparación soltarán un sabor muy característico que hay que probar al menos una vez en la vida y que combina de maravilla con los ricos sabores de la mezcla de nueces y otros frutos secos.

El makowiec es uno de los postres más típicos de las grandes fiestas, Navidad y Semana Santa, ¡pero es tan exquisito que acabarás horneándolo con mucha más frecuencia! 🍰


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 2 h
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA EL RELLENO DE SEMILLAS DE AMAPOLA:

  • Semillas de amapola: 250 g
  • Fruta seca (uva pasa, albaricoque, cáscara de naranja confitada, nueces, almendras,…): al gusto
  • Huevos: 2
  • Fécula de patatas/Maizena: 1 cucharada
  • Miel: 1 cucharada
  • Mantequilla sin sal/margarina: 1 cucharada (= 25 g)
  • Aroma: 2 ml (almendra, vainilla, naranja o ron)

PARA LA MASA:

  • Harina de trigo: 300 g
  • Huevos: 2
  • Aceite de girasol: 100 g
  • Azúcar: 60 g
  • Levadura química: 1 sobre (=16 g)
  • Aroma: 2 ml (almendra, vainilla, naranja o ron)

Realización

Lo primero que hay que hacer es poner las semillas en una cacerola, cubriéndolas de agua por un par de centímetros.

Remueve las semillas con una cuchara y deja que el agua se estabilice: así podrás ver si en la superficie flotan posibles impurezas, como fragmentos (más claros) del tallo de la amapola. Retira esas eventuales impurezas y repite el proceso hasta que ya no haya.

Si utilizas semillas entera, déjalas a remojo durante una hora. Si utilizas semillas ya molidas, entonces puedes pasar directamente al siguiente paso.

Cocina las semillas durante unos 20 minutos a fuego medio, añadiendo agua a la olla si es necesario.

En la espera pica las nueces y los otros tipos de fruta seca en cubitos.
[Truco: si has decidido poner uvas pasas, te aconsejo hidratarlas durante unos 15 minutos, por lo menos, en zumo de naranja, almíbar de piña, té o en un poco de ron. 😉  La consistencia seca dejará paso a una versión más jugosa y sabrosa.]

Escurre las semillas con un colador de malla fina y vierte el contenido en el bol de la trituradora.
[Nota: puedes emplear una batidora con las lamas de acero montadas o también la picadora de carne con una malla muy fina.]

Sigue triturando durante unos 5 minutos por lo menos, o unas 3 veces en la picadora para carne. El objetivo es conseguir que la amapola suelte su leche.

Ahora pasamos a preparar la base de masa brisée (= quebrada).

En un bol vierte la harina, el azúcar, la levadura y mezcla. Casca los huevos, añade el aroma y el aceite. Mezcla bien y amasa durante el tiempo estrictamente necesario para lograr una masa uniforme y compacta. Al llevar aceite no hace falta dejar reposar la masa.

Coge el molde para tarta que vas a emplear (rectangular, cuadrado o redondo) y cúbrelo con papel vegetal. Si consigues cubrir los bordes además del fondo, aún mejor.
[Truco: para que el papel no se mueva, antes de colocar el papel para horno unta el molde con unas gotas de aceite 😉 ]

Guarda 1/4 parte de la masa: la utilizaremos más tarde para decorar la superficie.

Ahora tenemos que revestir el molde con el resto de la masa.
[Truco: coge una hoja de papel para horno y coloca el molde encima. Perfila los bordes del molde sobre el papel con un lápiz para tener un guión. Da la vuelta al papel y coloca encima la masa. Extiéndela con la ayuda de un rodillo hasta exceder los límites del dibujo de unos 2-3 cm. Luego coge la hoja con la masa y dale la vuelta con delicadeza encima del molde, para colocar la masa en su sitio. Utiliza las yemas de tus dedos para asegurarte que adhiere a las paredes del molde y que la superficie es bastante regular. Recorta con un cuchillo los bordes si te parecen irregulares y añade esas sobras al tercio de masa para decorar.
No te preocupes si la masa se rompe: puedes volver a pegar grietas o hacer parches con la masa que te sobra. 😉 ]

Coge la masa que habías apartado y extiéndela con un rodillo hasta lograr un rectángulo de un espesor de 5 mm. Con un cuchillo o un cortador para pizza recorta unas tiras.

Ahora ha llegado el momento de finalizar la preparación del relleno: divide las yemas y las claras en dos boles. Con tu batidor de varillas, bate las claras a punto de nieve (están en su punto cuando te salen unas cimas al mezclar y deberías poder dar la vuelta al bol sin que las claras se caigan 😉 ). Vierte el azúcar y el aroma en el bol con las yemas y bate hasta lograr una consistencia clara y espumosa.

Entonces añade a las claras la miel y la mantequilla/margarina blanda y mezcla otra vez. Incorpora las semillas de amapola, la fécula y los frutos picados y mezcla hasta lograr una masa uniforme. Por último, añade las claras y remueve todo con delicadeza utilizando una espátula y haciendo movimientos desde abajo hacia arriba para no desperdiciar las burbujas de aire.

Vierte el relleno sobre la base de masa brisée y nivela la superficie con una espátula o una cuchara. Coloca las tiras de masa para decorar la superficie.

Hornea la tarta durante unos 20 minutos (cuidado: el tiempo es orientativo, puesto que depende de cada horno) o hasta que notes que las tiras estén bien doradas.

Deja que se enfríe un poco antes de desmoldarlo con cuidado.

Makowiec – Tarta de semillas de amapola (sin lactosa)

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes conservar la tarta durante unos 3-4 días bajo una campana de cristal o en una bolsita de plástico (o equivalente biodegradable). Guarda en la nevera si hace calor.

Puedes añadir un poco de glaseado real por encima, decorando con formas de zig-zag.

El entrecruzado en superficie es decorativo: puedes cambiarlo por las formas que más te gusten (círculos, flores, hojas, estrellas, etc.). Asimismo, si lo prefieres, puedes poner una capa de masa o evitar por completo el revestimiento (quizás poniendo el glaseado encima de forma uniforme).