Presentación
Trae originalidad a tu mesa con este segundo plato de pollo… ¡sí, exacto!
Una receta original preparada con pollo, para terminar con aburridas recetas que ya todos conocen de memoria: las medallas de pollo con calabacines y una combinación de aromáticas especias, cubiertas por una capa crujiente y jugosas en el interior.
El plato perfecto para un día caluroso, pues se pueden servir también tibias o frías, al natural o con salsas, y se acompañan de maravilla con verduras crudas, cocinadas o incluso con patatas fritas, haciendo felices a grandes y pequeños.
Son muy versátiles y también puedes emplearlas en tus hamburguesas caseras y se preparan de forma muy sencilla.
¡Venga, empecemos ya!
Información
- Dificultad: baja
- Tiempo preparación: 30 min
- Coste: normal
- Dosis: para 4 personas
Ingredientes
- Pechugas de pollo: 2 grandes
- Calabacines: 2 medianos
- Pan rallado: lo suficiente
- Parmigiano Reggiano: 4 cucharadas, rallado
- Cebolla: ½
- Curry: al gusto
- Guindilla molida: al gusto
- Cubo de caldo: 1
- Pimienta: al gusto
- Aceite de oliva: 2 cucharadas
- Aceite de girasol: para freír
Realización
Limpia y pica media cebolla. Haz sofreír con un poco de aceite de oliva.
Lava los calabacines y elimina las extremidades. Ralla cada calabacin por la mala gruesa de un rallador.
Incorpora los calabacines a la cebolla y cierra la sartén con tapa durante unos minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando la verdura se haya ablandado, quita la tapa para que el agua empiece a evaporar: nos interesa que la verdura lleve cuanta menos agua posible. Sazona con las especias y el cubo de caldo.
Limpia las pechugas de pollo y trocéalas un poco y ponlas en la picadora. Deja que pique hasta que la carne cruda esté bien triturada. Entonces incorpora los calabacines ya bien evaporados, el Parmigiano rallado y unas 8-10 cucharadas de pan rallado y mezcla un poco más para lograr una masa uniforme. Si notas que la masa está demasiado blanda (lo que depende de los calabacines y del pollo, por lo que no hay formula universal) añade más cucharadas de pan rallado.
Cuando estés satisfech@ con la consistencia, coge una cuchara grande (para que sea una unidad uniforme) y empieza a preparar porciones/bolitas. Empana las bolitas en pan rallado por toda su superficie y luego, con tus manos, forma una medalla/disco: aplasta ligeramente el centro y luego moldea los bordes, ajustando hasta que te salgan de la forma deseada.
Fríe en abundante aceite de girasol, bien caliente, hasta que estén bien dorados por ambas partes.
(Nota: si no estás segur@ de que la consistencia sea la correcta y quieres evitar que la medalla se desmorone mientras se fríe o que quede demasiado dura por exceso de pan rallado, haz una medalla de prueba y fríela. Comprueba la textura y, si hace falta haz los ajustes necesarios, antes de seguir 😉 )
Escurre sobre papel de cocina, para absorber el exceso de aceite y sirve.

¡Listas!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes acompañar con varias salsas, delicadas y picantes, para mojar estas deliciosas medallas: atrévete también a mezclar mayonesa, ajo picado y pepino fresco rallado para lograr el acompañamiento de la foto 😉
Prueba a realizar estas medallas con espinacas en lugar de calabacines… ¡el resultado es muy goloso!