Pangoccioli – bollitos de leche italianos con pepitas de chocolate (con o sin lactosa)

Presentación

Para un italiano, leer «Pangoccioli» evoca muchísimos recuerdos de recreos en el cole, meriendas en casa o en escapadas con amigos. El hecho de que estos panecillos sean, desde hace décadas, toda una institución entre los bollos industriales italianos, se debe a la acertada mezcla de dos elementos que cautivan a todos los niños (y me apuesto a que a los adultos los comen a escondidas): una suavísima masa de pan de leche 🥛 y unas golosas pepitas de chocolate 🍫.

Dado que nosotras estamos comprometidas a hornear y proponeros postres saludables que se puedan comer preocupaciones ni remordimientos, sin excesos de azúcar e incluso adaptados a las necesidades de quienes tienen intolerancia a la lactosa, hoy os traemos nuestra versión casera de estos panecillos de leche con pepitas de chocolate (con o sin lactosa).

Toda la familia y vuestros amigos van a repetir varias veces, ¡así que plantéate doblar las dosis desde ya para evitar luchas de poder por los últimos pangoccioli! 😜

Puesto que este postre habla por si mismo, no queda más que preguntarte: ¿List@ para pasártelo genial preparando y degustando estos bollos italianos saludablemente adictivos? 😋


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 2,5 h
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Harina de fuerza: 200 g*
  • Harina de trigo: 200 g*
  • Levadura fresca: 15 g (aprox. 1 sobre de 5,5 g de levadura seca o lo que indique su fabricante)
  • Huevos: 3 medianos + 1 para la superficie
  • Leche de vaca/vegetal (o agua): 110 g + 2 cucharadas para la superficie
  • Mantequilla o margarina: 110 g
  • Azúcar: 90 g
  • Miel: 1 cucharada (puedes sustituirlo por 10g de azúcar más)
  • Sal: 1 pizca
  • Aroma: 2 ml (sabor vainilla, ron, naranja, mantequilla)
  • Pepitas de chocolate negro/con leche: 100 g
  • Aceite de girasol: para untar las manos

*Si lo prefieres o por necesidad, puedes variar las proporciones: por ejemplo, 300g de fuerza y 100g de harina normal.


Realización

Antes de empezar, pon tus pepitas de chocolate en la nevera o en el congelador para que estén frías cuando llegue la hora de incorporarlas.
[Nota: Si no tienes pepitas, puedes picar gruesamente una tableta de chocolate, tratando de quitar las virutas que se hayan generado para que queden solo pepitas 😉 ]

Calienta un poco la leche para que esté tibia [Ojo: la leche no debería quemarte, si puesta a contacto con la piel, para que la levadura pueda fermentar correctamente], añade la levadura desmenuzada y remueve hasta que esté disuelta.
[Nota: puedes utilizar tanto la levadura fresca, incluso recién sacada del congelador, como la levadura seca]

En un bol grande pon todos los ingredientes excepto por las pepitas de chocolate: empieza tamizando las harinas, añadiendo el azúcar, la sal y el aroma y mezcla. Añade la miel, la mantequilla troceada finamente [Ojo: si la consistencia permite untarla, entonces no hace falta trocear finamente], la levadura disuelta y casca los 3 huevos.

Mezcla todo a mano (en el bol y continuando sobre la encimera) o utilizando tu robot de cocina hasta lograr una masa homogénea. Desde ese momento, mezcla unos 5-7 minutos más para desarrollar una masa elástica y lisa.

Incorpora las pepitas de chocolate y sigue amasando para que queden bien repartidas, pero tratando de hacerlo rápidamente para que el calor de las manos no empiece a derretir el chocolate. Trata de repetir movimientos que estiren una extremidad de la masa de diversas zonas (izquierda, derecha, abajo y arriba) y la «peguen» sobre el centro, para que el reparto sea más sencillo.

Forma una bola, colócala en un bol y cubre con un trapo limpio. Deja reposar en un sitio caliente durante 1-1,5 h (a más frío, más tiempo y a más calor, menos tiempo).

Pasado ese tiempo, coge la masa y, dependiendo del tamaño que prefieras, divídela en 8-14 partes, tratando de que tengan todas más o menos el mismo peso. Unta tus manos con un poco de aceite y forma unas bolitas ayudándote con la encimera, si hace falta. Vuelve a untar tus manos cuando lo necesites, para que la masa no se pegue.

Coloca las bolitas sobre una bandeja cubierta con papel para horno. De haber algún pliegue colócalo por debajo y asegúrate de que haya bastante espacio entre una y otra bolita (mínimo 3 cm), porque van a crecer mucho en el horno. Cubre con un trapo limpio y deja que la masa crezca durante unos 30 minutos.

Poco antes de que se acaben esos 30 minutos, enciende el horno para que llegue a los 180ºC.

Para que la superficie de los pangoccioli tenga un acabado lúcido, en un pequeño bol casca un huevo, añade 2 cucharadas de leche y bate bien. Con un pincel de silicona o uno apto para la cocina exparce esta mezcla sobre la superficie de cada bolita.

Hornea en horno ya caliente hasta que estén bien doradas (aprox. 10-20 min). Dado que el tiempo varía dependiendo de cada horno, realiza la prueba del palillo de madera [clava un palillo/una brocheta de madera en el centro de un pangoccioli y, si sale limpio (sin trazas de masa pegajosa), la masa está completamente cocida].
[Truco: si la masa en el interior está aún cruda pero te parece que la superficie se está volviendo demasiado oscura, puedes tapar la bandeja con una hoja de papel de aluminio hasta que se complete la cocción 😉 ]

Si quieres que la superficie de los pangoccioli quede bien blanda, nada más sacarlos del horno, esparce sobre cada uno un poco de agua con el pincel de silicona.

Deja enfriar unos 30 minutos antes de servir.

Pangoccioli - bollitos de leche italianos con pepitas de chocolate
Pangoccioli – bollitos de leche italianos con pepitas de chocolate

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si bien los pangoccioli se caracterizan por sus pepitas de chocolate, puedes prescindir de ellas y crear unos panecillos de leche básicos o personalizar este ingrediente «extra» sustituyéndolo o complementándolo con uno o varios ingredientes:

  • trocitos de nueces,
  • arándanos rojos o uvas pasas rehidratadas en zumo de fruta, té o ron (y suavemente apretados antes de incorporarlos para eliminar el exceso de líquido),
  • cubitos de manzana salteados (con una pizca de canela o con ralladura de cítricos),
  • cáscara de naranja confitada.

Conserva bajo una campana de vidrio o en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable) durante 3 días.

La textura es más suave en las primeras 24h tras el horneado, pero puedes recuperar toda la suavidad si pones los pangoccioli en el microondas durante unos 10 segundos a máxima potencia.

Bizcocho de yogur con trocitos de piña – con o sin lactosa

Presentación

Levantarse por la mañana ⏰ no siempre es fácil, así que hay que preparar unos incentivos para que lo que nos espere en el desayuno nos haga salir de la cama con ganas de comernos el mundo… y algo más dulce, ¡como un bizcocho! 🍰

Este bizcocho de yogur recuerda un poco la consistencia de los plum cakes italianos, aireado pero al mismo tiempo compacto y húmedo, gracias al truco del almidón de maíz 🌽 que impide que se quede secos incluso 3 días tras el horneado. Aunque aquí la estrella es sin duda la piña 🍍, que encuentras tanto en trocitos como en el sabor del yogur, siendo éstos unos añadidos que hacen de este bizcocho un desayuno (o una merienda) más saludable.

De hecho, este bizcocho realmente es uno de esos postres libres de remordimientos y preocupaciones: la cantidad de azúcar y aceite es muy baja, puedes utilizar la cómoda piña en almíbar (las hacen con edulcorantes también) o mejor aún piña fresca y, si quieres, puedes utilizar sin problemas un yogur desnatado o uno vegetal, si eres intolerante a la lactosa.

Y si tienes otro tipo de fruta en casa que aprovechar, no dudes en personalizar la receta: en el apartado de sugerencias encuentras algunas ideas. 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 45 min
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Huevos: 4 medianos
  • Azúcar: 80 g (aunque puedes aumentar hasta 120g si te gusta bien dulce)
  • Yogur (o alternativa vegetal): 150 g* (sabor piña / frutos amarillos / limón)
  • Aceite de girasol: 80 g
  • Harina de trigo: 250 g
  • Maizena (Almidón de maíz)/ Fécula de patatas: 100 g
  • Levadura química en polvo: 16 g (= 1 sobre)
  • Piña fresca o en almíbar: 170 g
  • Aroma: 2 ml (vainilla, limón, azahar)

*Puede sustituirse por 125 g de yogur + 25 g de leche/zumo o almíbar de piña


Realización

Enciende el horno a 180ºC (modalidad ventilada, si quieres ahorrar tiempo de cocción) para que haya llegado a temperatura cuando la masa esté lista.

Casca los huevos en un bol grande y añade el azúcar. Bate con tu batidor de varillas manual o eléctrico hasta lograr un compuesto claro y espumoso.

Añade el aroma, el aceite y el yogur y mezcla bien.

Tamiza sobre el bol la harina junto a la maizena y a la levadura en polvo. Bate una última vez con el batidor de varillas o, en la parte final, con una espátula/cuchara si te resulta más cómodo, hasta que la masa quede lisa y homogénea.

Corta la piña fresca o en almíbar en trocitos y viértelos en el bol. Mezcla con una espátula para repartirlos uniformemente en la masa.

Coge un molde (elige la forma que prefieres, aunque yo utilicé uno bundt – con aro – de 24 cm de diámetro) y, para que desmoldar te resulte más fácil:

  • revístelo con papel para horno o, alternativamente,
  • untálo con un poco de mantequilla/margarina/aceite y esparce harina, eliminando el eventual exceso de esta última.

Vierte la masa en el molde así preparado y nivélala un pococon una espátula. Hornea el bizcocho hasta que esté bien dorado.
El tiempo exacto de cocción varía dependiendo del horno, así que lo más seguro es controlar el color del bizcocho y efectuar la prueba del palillo (clava un palillo largo de madera en el centro del bizcocho: si sale limpio, el bizcocho está listo y, si no, hay que esperar un poco más).

Extrae del horno y deja enfriar unos 15 minutos antes de desmoldar.

Bizcocho de yogur con trocitos de piña
Bizcocho de yogur con trocitos de piña

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Conserva el bizcocho bajo una campana de vidrio o en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable) durante 3 días, guardándolo en la nevera si la temperatura del ambiente es cálida.

Puedes personalizar el bizcocho de la forma que prefieras: experimenta con diversos tipos de fruta 🍏 fresca, salteada o en almíbar (melocotones, manzanas, peras, frambuesas, arándanos, fresas), ajusta el sabor del yogur para que combine bien o incluso sustituye la fruta por unas golosas de gotas de chocolate. Por otra parte, si te gustan las especias como la canela, puedes incorporarlas a la fruta: añádela a unas manzanas, peras, ciruelas o plátanos salteados en la sartén y, cuando esté fría, añádela a la masa.

Mini apple pies – mini tartas americanas con manzana y canela

Presentación

¿Qué agradable es cuando toda la casa huele a manzanas salteadas, al inconfundible aroma de la canela y a un toque cítrico? 🍎🍋

Es una combinación que reconforta durante estos días fríos del año y que te aporta incluso más alegría cuando está envuelta por unas crujientes y friables capas de masa quebrada (¡que puedes preparar con o sin lactosa!, eligiendo entre mantequilla, margarina o aceite).

Esta es justo la dulce delicia que os proponemos hoy para el desayuno o la merienda: unas mini tartas de manzana, inspiradas en la famosa apple pie americana 🥧 🇺🇸. El gustoso relleno de este postre queda envuelto de forma segura entre una base y una preciosa red de la consistencia de las galletas, para que te salgan porciones individuales fáciles de comer y llevar al trabajo o al cole. 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas (16 mini tartas)

Ingredientes

PARA LA MASA QUEBRADA (BRISÉE):

  • Harina de trigo: 300 g
  • Azúcar: 50 g
  • Huevos: 2 medianos
  • Mantequilla/Margarina: 115 g (sustituible por 100 ml de aceite de girasol)
  • Levadura química en polvo: 2 cucharaditas
  • Aroma: 1 ml (sabor vainilla o ron)

PARA EL RELLENO:

  • Manzanas: 3
  • Ralladura de 1 limón
  • Zumo de ⅓ limón
  • Canela: al gusto

Realización

Empezaremos por la masa.

En un bol mezcla todos los ingredientes secos y luego añade los demás ingredientes (es decir, los líquidos).
[Nota: Elige libremente si utilizar mantequilla, margarina o aceite, basándote en tus necesidades o preferencias: el resultado es igual de delicioso, friable y resultón. 😉 ]
Mezcla todo con tus manos o con tu robot de cocina hasta lograr una masa uniforme. Nada más alcanzar ese punto, deja de amasar para no cansar la masa.

Forma una bola de masa, ponla en un bol tapado o cúbrela con papel film, y deja que repose en la nevera mientras preparas el relleno.

Pela las manzanas, elimina el centro con las semillas y rállalas utilizando la malla gruesa de tu rallador. Vierte las manzanas en una sartén y enciende rápidamente el fogón a fuego medio-alto. Rocía las manzanas con el zumo de limón y mezcla frecuentemente para que el calor cocine las manzanas antes de que se oxiden. Ralla la cáscara de un limón previamente lavado por la malla fina de un rallador y añádelo a la sartén. Mezcla y deja que se cocine unos minutos antes de apagar.

Cuando el relleno se haya enfriado un poco, enciende el horno a 180ºC (modalidad ventilada, si la tienes) para que se vaya calentando y coge la masa de la nevera.

Esparce un poco de harina sobre la encimera y, con un rodillo, extiende las ⅗ partes de la masa en una lámina de unos 3-4 mm de espesor, dejando los restantes ⅖ partes para la red con la que cubriremos cada mini tarta.

Utiliza un cortador de galletas o un vaso (yo utilicé uno de 7,5 cm de diámetro) para sacar la base de las tartas. Vuelve a amasar lo que ha sobrado para sacar más círculos: en total deberías sacar unos 16.

Coloca las bases de las tartas sobre una bandeja cubierta con papel para horno, dejando unos 3-4 cm entre cada círculo. Coloca unas 2 cucharadas abundantes (o más) de relleno de manzanas sobre las bases, dejando despejado un borde de 1 cm.

Coge la masa que habíamos dejado de lado, esparce harina sobre la encimera y empieza a crear la red de masa eligiendo una de las siguientes técnicas:

  • utilizando tus manos, convierte varios trocito de masa en serpientes de unos 4 mm de diámetro.
  • utilizando un rodillo, extiende la masa hasta lograr un espesor de unos 3 mm y corta tiras con un cuchillo de lama lisa o un cortador para pizza.

Para cada tortita necesitarás trozos (de «serpiente» o «tiras») para 2 segmentos de unos 8 cm de largo y 4 segmentos de unos 6,5 cm (tranquil@, no hace falta sacar regla: son los dos ejes centrales de la tortita y las líneas paralelas a sus lados, y los puedes cortar a ojo 😉 ).

Ahora solo queda asemblar la red haciendo adherir los trozos de masa a la base de la tortita, cómo se ve en la imagen abajo.

Mini apple pies antes de hornear

Ahora tan solo te queda poner la bandeja en el horno y esperar a que tus mini apple pies estén doradas.

Mini apple pies - mini tartas americanas con manzana y canela
Mini apple pies – mini tartas americanas con manzana y canela

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si deseas un acabado más refinado, puedes esparcir sobre la superficie de tus mini apple pies un poco de huevo batido (utiliza un pincel de silicona u otro apto para cocina) y esparce un poco de azúcar mezclado con canela. 😉

Conserva las mini tartas en una bolsita de plástico (o equivalente biodegradable) durante 3 días en la nevera.

Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)

Presentación

Los polacos saben hacer dulces maravillas con la levadura de panadería y estos bollos son una de las pruebas que más te encantará «cotejar» para comprobar este hecho. 🇵🇱 😜

Las Drożdżówki z makiem son unos bollos mono-porción de masa brioche con un exclusivo relleno de semillas de amapola, uno de los ingredientes más refinados y costosos de la repostería polaca. El aroma de las semillas es inconfundible y queda realzado por un toque almendrado y cítrico: una mezcla perfecta para estrenar en estas fiestas.

Este goloso y saludable postre, gracias al reducido nivel de azúcares, (que puedes preparar sin lactosa) se presenta además de una forma muy cautivadora: una espiral muy peculiar que aprenderás a dominar gracias a las detalladas instrucciones y a las imágenes que te guiarán en todo momento, para que puedas lucir tu talento al ofrecer cada bollo. 😉


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 2h 30min
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 16 bollos rellenos (11 cm de diámetro cada uno)

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Harina de fuerza: 400 g (sustituible en todo/en parte por harina de todo uso)
  • Huevos: 3 medianos
  • Mantequilla o margarina: 90 g
  • Leche de vaca o vegetal: 110 g
  • Azúcar: 100-140 g (dependiendo de lo dulce que te guste)
  • Levadura fresca/congelada: 15 g (sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas por su fabricante)
  • Sal: 1 pizca
  • Aroma: 2 ml (sabor vainilla, ron, mantequilla, nata)

PARA EL RELLENO:

  • Semillas de amapola: 150 g (ya molidas o enteras)
  • Huevo: 1 mediano
  • Almidón de maíz/Maizena: 1 cucharada
  • Leche de vaca o vegetal: 4 cucharadas (solo si utilizas semillas molidas)
  • Miel: 1 cucharada y 1 cucharadita
  • Aroma: 1 ml (sabor almendra)
  • Ralladura de la cáscara de 1 limón

PARA EL BARNIZ:

  • Huevo: 1 mediano
  • Leche de vaca o vegetal: 3 cucharadas

Realización

Empieza preparando la masa.

Calienta la leche para que esté tibia y disuelve en ella la levadura troceada.

En un bol grande, vierte la harina, el azúcar, la sal, la mantequilla, la leche con la levadura disuelta, el aroma y casca los huevos. Mezcla todo con tu robot de cocina o manualmente hasta lograr una masa lisa (que es naturalmente pegajosa) y, a partir de ese momento, sigue amasando durante unos 5 minutos para conferir elasticidad a la misma.

Cubre con un trapo limpio o película transparente y deja que repose 1 hora en un lugar caliente.

Mientras tanto, prepara el relleno.

  • Si utilizas semillas de amapola ya molidas (opción más rápida):
    Vierte las semillas en un bol, añade 1 cucharada de miel, la ralladura de limón, el aroma, la leche, mezcla y aparta hasta que falten unos 5 minutos para que la masa esté lista.
  • Si utilizas semillas de amapola enteras:
    Pon las semillas a remojo en agua (o leche, si lo prefieres) en una olla y mezcla bien. Elimina las eventuales impurezas que floten en la superficie y pon a hervir a fuego mediano durante 20 min, removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo, escurre las semillas utilizando un colador de malla fina. Vierte las mismas en tu batidora y deja que se molan durante unos 5 minutos o, alternativamente, pásalas 3 veces por una malla fina de tu picadora de carne. Entonces vuelve a poner las semillas en el bol y añade una cucharada de miel, la ralladura de limón, el aroma, mezcla y aparta hasta que falten unos 5 minutos para que la masa esté lista.

Cuando falte poco para que la masa esté lista, divide la yema de las claras y pon cada una en un bol distinto. Bate las claras a punto de nieve con tu batidor de varillas manual o eléctrico (están en su punto cuando te salen unas cimas al mezclar y deberías poder dar la vuelta al bol sin que las claras se caigan ). Añade una cucharadita de miel a las claras y bátelas hasta lograr un compuesto claro y aireado.

Vierte las yemas en el bol con las semillas de amapola y mezcla bien. Finalmente, añade también las claras y mezcla delicadamente para repartir uniformemente. Aparta el relleno.

Cubre dos bandejas para horno con papel para horno y vuelve a coger la masa.

Vierte la masa sobre la encimera bien enharinada, esparce abundante harina por encima de la masa también y amasa para lograr una bola uniforme. Divide en 8 porciones iguales. Coge una porción y cubre las otras con un trapo limpio.

Vuelve a enharinar bien la encimera, coloca la masa encima y esparce harina sobre ésta última. Con un rodillo de cocina, extiende la masa hasta lograr aproximadamente un cuadrado (de unos 22 cm de lado) de unos 4 mm de espesor. Divide el cuadrado en dos rectángulos iguales cortando por la mitad con un cuchillo (de lama lisa) o un cortador para pizza.

Aparta uno de esos rectángulos (asegurándote que debajo la encimera sigue enharinada) y coloca, con la ayuda de una cucharadita, una raya de relleno de amapola a lo largo de uno de los lados más largos del rectángulo, dejando unos 5-8 mm de borde despejado (tanto abajo como lateralmente). Para orientarte mejor fíjate en la imagen que hay a continuación.

Procedimiento para los bollos polacos rellenos de semillas de amapola

Utilizando un cuchillo o el cortador para pizza realiza unos cortes paralelos entre sí que empiezan desde la mitad de la masa (y a no menos de unos 2-3 cm desde el relleno) y que confieren a la masa el aspecto de un peine. La distancia entre un corte y el otro no tiene que ser perfectamente igual, pero trata de dejarla en 1-1,5 cm [fase 1 de la imagen].

A continuación coge el borde inferior de la masa, dóblalo con cuidado sobre el relleno y séllalo tanto por arriba como por los lados para que las semillas no se salgan [fase 2 de la imagen].

Ahora enrolla el relleno sellado sobre la masa, deslizando con ambas manos hacia arriba hasta llegar a sobreponer el rollo sobre el borde del peine. Entonces empieza a enrollar la serpiente de masa en espiral, asegurándote de poner la parte en la que sobresale el borde de la capa inferior en el interior de la espiral [fase 3 de la imagen].

Termina de enrollar en espiral toda la serpiente de masa y cógela con delicadez para colocarla sobre la bandeja para horno: al hacerlo, coloca el extremo final del rollo que sobresale al exterior y colócalo debajo de la espiral, para que te quede un bollo redondo en la cocción [foto del resultado a continuación].

Bollo polaco con semillas de amapola sin barniz

Repite los últimos pasos con el otro rectángulo para sacar otro bollo y, después, haz lo mismo con otra porción de masa. No te olvides: cada porción de masa te da para 2 bollos (pues sacas 2 rectángulos de cada cuadrado de masa), por lo que acabarás teniendo 16 bollos rellenos. 😉

Al colocar los bollos en la bandeja bastante espacio entre uno y el siguiente (no menos de 6 cm) porque van a crecer fuera y dentro del horno y no queremos que se peguen.

Al finalizar, notarás que los primeros bollos han tenido la ocasión de leudar más y aumentar su volumen. Puedes dejar que los bollos reposen unos 15 minutos más o encender ya el horno llegue a 180ºC (con modalidad ventilada si la tienes).

En un bol pequeño bate un huevo con un tenedor, añade 3 cucharadas de leche y mezcla. Esparce esta mezcla sobre la superficie de los bollos utilizando un pincel de silicona u otro apto para cocina: este paso aportará un barnizado lúcido y apetecible a tus bollos, pero que no hará que la superficie se queme antes de que el postre esté cocido. 😉

Si quieres que la segunda bandeja tenga el mismo tiempo para leudar que la primera, hornea la primera bandeja sola y después la otra, aunque puedes hornear ambas a la vez sin problemas.

Hornea hasta que la superficie de los bollos quede bien dorada o ligeramente marrón.
[Truco: Cambia la posición de las bandejas o gira/cambia la posición de los bollos con una paleta de cocina si notas que la cocción no es uniforme.]

Deja que se enfríen un poco antes de servir.

Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)
Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes enriquecer el relleno con fruta seca picada muy finamente: almendras, nueces, albaricoques, higos, uvas pasas. Si decides hacerlo, reduce la cantidad de amapola para compensar el volumen de la fruta seca.

Puedes añadir un zig zag de glaseado real (= azúcar glas mezclado con suficientes gotas de limón para lograr una consistencia líquida) o esparcirlo directamente con un pincel de cocina sobre la superficie del bollo enfriado. Si quieres decorarlo aún más, esparce unas semillas de amapola encima cuando el glaseado esté aún húmedo.

Conserva durante 3 días bajo una campana de vidrio o en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable). Guarda en la nevera si hace calor.

Puedes calentar 1 bollo en el microondas durante unos 10-15 segundos a máxima potencia (800 W) si quieres que la masa vuelva a ser súper suave y como recién horneada.

Trenza de hojaldre rellena de manzanas y melocotones

Presentación

La trenza de hojaldre es un postre de innegable impacto visual que os dejará anhelando comer un trocito… o, más probablemente, la totalidad de esta delicia.

El crujiente envoltorio trenzado del hojaldre puede encerrar un infinidad de rellenos (y en el apartado de sugerencias os dejamos varias combinaciones extra que os harán la boca agua 🤤), pero esta vez apostamos por una explosión de fruta. Degusta este saludable postre relleno de sabrosas manzanas y dulces melocotones, enriquecidos con un poquito de tu confitura casera o de tu mermelada favorita. 🍏🍑

¡No dudes en ponerte ya el delantal! Esta receta viene explicada hasta el más mínimo detalle y con imágenes que aclaran todo el procedimiento: todo cocinilla podrá lucir orgulloso su trenza de hojaldre rellena. 😉


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Masa de hojaldre: 1 rectangular (≃ 230 g)
  • Melocotón fresco o de almíbar: 1
  • Manzanas: 2
  • Confitura/mermelada de fruta: 1 cucharada (opcional)
  • Limón: 1
  • Huevo: 1

Realización

Empieza preparando el relleno.

Ralla la cáscara del limón utilizando la malla fina de tu rallador.

Quita la piel de las manzanas, córtalas en 4 trozos y elimina la parte central con las semillas. Ralla las manzanas sobre tu sartén utilizando la malla gruesa de tu rallador. Rocía las manzanas ralladas con un poco de zumo de limón, añade la ralladura de limón y enciende el fogón a temperatura mediano-alta. Remueve frecuentemente desde el principio para evitar que las manzanas se oxiden (esto pasa cuando aún no se han cocinado).

Lava el melocotón, si es fresco, y córtalo en trocitos. Cuando la manzana se haya cocinado durante unos 2 minutos, añade el melocotón y, si vas a utilizarla, una cucharada de confitura o mermelada del tipo de fruta que prefieras. Mezcla bien para repartir todos los ingredientes. Deja que se cocine un par de minutos más y apaga.

El relleno debe enfriarse: verterlo sobre un plato frío tiende a acortar los tiempos. Cuando el relleno se haya enfriado, enciende el horno a 205ºC (modalidad ventilada encendida, si la tienes) para que se vaya calentando.

Saca la masa de hojaldre de la nevera y extiéndela sobre la encimera ligeramente enharinada o directamente sobre el papel para horno.

Conservando la largueza del lado más largo de la masa, divide visualmente el rectángulo en tres partes. En la parte central reparte uniformemente el relleno, dejando 1,5 cm de borde libre en la parte superior o inferior.

En los lados empieza a realizar cortes oblicuos con un cuchillo dejando unos 5 mm desde el relleno. Estos cortes nos proporcionan las tiras que trenzaremos: por ello, intenta sacar el mismo número de tiras. Para orientarte en el procedimiento utiliza la imagen que hay a continuación.

Como hacer trenza de hojaldre - puff pastry braid
Cortes y procedimiento de trenzado

Retira los dos «triángulos» de masa que sobran tanto arriba como abajo por ambos lados y guárdalos para después [fase 1 de la imagen]. Ahora tenemos que doblar las parte de masa, que hemos dejado arriba y abajo, sobre el relleno, cubriendo este último [fase 2 de la imagen].

A partir de aquí, vamos a doblar las tiras laterales sobre el relleno empezando desde arriba y alternando siempre una de la izquierda con otra de la derecha, de tal forma que la tira siguiente cubra siempre la anterior [fases 3 y 4 de la imagen]. Sigue este procedimiento hasta agotar las tiras. Sella las últimas dos tiras inferiores sobre el rectángulo/borde inferior que doblamos sobre el relleno al principio: esto evitará que las últimas tiras se despeguen al hornearse.

[Truco y Paso opcional: Si bien la trenza ya estaría lista, para evitar el «vacío de tiras» que hay normalmente en la parte superior vamos a aprovechar la masa que ha sobrado: recorta dos tiras de dimensiones similares a las que habías obtenido a los lados y pégalas en la parte superior, cruzándolas. 😉 ]

Coloca la trenza sobre una bandeja para horno, previamente cubierta con papel para horno (este paso es necesario si no habías estado trabajando sobre papel para horno).

Ahora bate un huevo y, utilizando un pincel de silicona u otro apto para la cocina, esparce el huevo sobre tu trenza: este paso conferirá un bonito color al hojaldre durante la cocción.

Hornea la trenza hasta que esté bien dorada (aprox. unos 15 minutos, si bien el tiempo exacto varía dependiendo del horno).

Cuando esté lista, retira del horno y deja enfriar un poco antes de servir.

Trenza de hojaldre rellena de manzanas y melocotones
Trenza de hojaldre rellena de manzanas y melocotones

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si quieres, puedes esparcir azúcar sobre la trenza tras haberla cubierta con huevo. Alternativamente, después de sacarla del horno y de que se haya enfriado, puedes esparcir sobre la superficie azúcar glas o un poco de glaseado real (mezcla azúcar glas con unas gotas de limón, hasta lograr una textura lisa y líquida).

Puedes variar el relleno de la forma que más prefieras: deja volar tu fantasía, aprovecha la fruta madura o enlatada que tengas y otros ingredientes. Aquí tienes algunas ideas para inspirarte:

  • frambuesas o arándanos frescos sobre requesón;
  • confitura de melocotones, higos o frutos rojos sobre queso quark a la vainilla;
  • manzanas salteadas con canela, uvas pasas hidratadas en ron y piñones;
  • peras y nueces picadas sobre Nutella/Nocilla;
  • tableta de chocolate sobre requesón;
  • semillas de amapola y frutos secos (en esta receta sacarás las instrucciones para realizar el relleno).

Torta cremosa de manzanas – sin lactosa

Presentación

Si no hubieras leído el nombre de la receta, habrías pensado que estás mirando una apetecible foto de una tarta de queso, ¿a qué sí? 🍰

Pues esta receta tiene la misma textura aterciopelada de una buena tarta de queso, pero no contiene ni un gramo de queso en ella: de hecho, esta delicia puede hacerse no solo sin queso sino que, incluso, completamente sin lactosa. 😏

¿Qué es entonces? Es una tarta con la consistencia de un firme budín de leche, lograda gracias a tres manzanas trituradas que, además, aportan un delicado y agradable sabor a este postre. 🍏 (En todo caso, deberías retar a tus amigos a decirte qué están degustando y verías que, incluso tras probarla, se llevan una sorpresa jeje)

Tienes que preparar esta exquisita tarta cremosa de manzana porque es muy asequible, tiene una pinta preciosa que puedes incluso adornar más (algunas ideas en el apartado de sugerencias) y puedes prepararla en 5 minutos, utilizando tan solo la batidora, y con ingredientes que siempre tienes en tu casa 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 40 min
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Manzanas: 3
  • Harina de trigo: 1 vaso
  • Leche de vaca/vegetal: 1 vaso
  • Aceite de girasol: 1 vaso (puedes reducir a ¾ de vaso, si quieres una versión más ligera)
  • Huevos: 2 medianos
  • Azúcar: 2 cucharadas
  • Extracto/aroma de vainilla: unas gotas (= 1 ml)

Realización

Enciende ya el horno a 180ºC con función ventilada: tendrás la tarta lista para hornear en un momento.

Pela las manzanas y córtalas en 4 partes para poder eliminar la parte interior con las semillas. Vierte las manzanas en tu batidora. Añade los huevos, el azúcar, el aroma de vainilla y bate hasta lograr un compuesto claro y espumoso (al menos 1 minuto).

Vierte el vaso de leche y el vaso de aceite y bate otra vez para emulsionar bien los ingredientes.

Por último, añade la harina tamizándola y bate por última vez.

Vierte la masa en tu molde para bizcochos (yo utilicé uno redondo de 24 cm de diámetro) previamente recubierto con papel para horno o con mantequilla/margarina/aceite y harina de trigo.

Hornea unos 35 minutos aproximadamente. Los tiempos de horneado varían dependiendo de cada horno y de las dimensiones del molde, así que cuando falten unos 10 minutos empieza a vigilar más y apaga el horno cuando notes que la tarta está bien dorada. Puedes dejarlo en el horno unos 5 minutos más dejando la puerta del horno abierta.
[Ojo: la prueba del palillo de madera puedes hacerla para esta receta también (consiste en clavar un palillo en el centro de una tarta/bizcocho y, si sale limpio, indica que ya se puede retirar del horno), pero al tener una consistencia de budín/natilla firme, el palillo podría salir un poco manchado pese a que el postre esté ya listo.]

Tarta cremosa de manzana – sin lactosa

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes servir la tarta con una bolita de helado de vainilla o un poco de nata batida encima.

Si quieres una presentación impactante, rellena la superficie ligeramente cóncava de la tarta con coulis de frutos rojos: simplemente cocina en tu sartén unos frutos rojos con un poco de azúcar, zumo y ralladura de limón hasta que notes que se están deshaciendo y que te ha quedado una salsa espesa 😉

Pain d’épices moelleux – Pan de especias francés muy húmedo

Presentación

Las recetas dulces en las que las especias nórdicas (que te enseñamos a preparar aquí) son las protagonistas son muchísimas, desde galletas hasta bizcochos. Esta mezcla de canela, cardamomo, pimienta, clavo y otras especias ha conquistado muchos países del norte de Europa y más allá.

Después del Piernik, el bizcocho especiado polaco, hoy vamos a tentaros con la versión francesa de este bizcocho, el Pain d’épices, que ha traspasado las fronteras nacionales llegando a convertirse en algo típico incluso en Bélgica y, sin duda alguna, ahora acabará en vuestras mesas. 🇫🇷 🇧🇪

Este bizcocho, que puedes preparar sin un gramo de lactosa, es extremadamente húmedo. Cada mordisco encierra de forma delicada todo el aroma de estas características especias y el fuerte toque de la miel, despertando en tu paladar sensaciones únicas y muy otoñales. 🍯

Pónte el delantal y empieza a sacar los ingredientes: tendrás esta sencilla receta lista en un abrir y cerrar de… ¡horno! 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Harina de trigo: 310 g
  • Azúcar: 60 g
  • Huevo: 1 grande
  • Leche de vaca/vegetal: 125 ml
  • Aceite de girasol: 125 ml
  • Miel: 125 ml
  • Levadura química: 1 sobre (=16 g)
  • Ralladura de la cáscara de ½ limón
  • Especias nórdicas: 3 cucharaditas abundantes
  • Aroma: 2 ml (almendra, ron o vainilla – opcional)

Realización

Precalienta el horno a 160ºC.

En un bol grande, bate el huevo con el azúcar utilizando un batidor de varillas hasta lograr un compuesto espumoso. Añade todos los demás ingredientes menos la harina y la levadura (es decir: el aceite, la leche, la miel, el aroma, las especias y la ralladura de limón) y mezcla. Agrega la harina y la levadura tamizándolas, para incorporar aire al bizcocho, y mezcla hasta lograr una masa homogénea con una consistencia espesa, pero aun así ligeramente líquida.

Cubre tu molde rectangular grande (yo utilicé uno de 30×11 cm) con papel para horno o úntalo con aceite/margarina/mantequilla y espolvoréalo con harina (retirando el exceso de harina poniendo el molde boca abajo y batiéndolo):cualquiera de estos dos pasos hará más fácil sacar el bizcocho del molde después de la cocción.
[Ojo: no elijas un molde en el que la masa vertida tenga una altura excesiva: es mejor apostar por un bizcocho más bajito porque, al tener una consistencia húmeda, así te aseguras que la cocción sea uniforme. 😉 ]

Pon el bizcocho en el horno ya caliente. El tiempo de cocción varía dependiendo de cada horno y de las dimensiones del molde: debería tardar mínimo de 40 minutos y, desde ese momento, empieza a vigilar realizando la prueba del palillo (clava un palillo largo de madera en el centro del bizcocho: si sale limpio, el bizcocho está listo. 😉 ).

Saca del horno y deja enfriar antes de desmoldar.

Pain d'épices moelleux - Pan de especias francés muy húmedo
Pain d’épices moelleux – Pan de especias francés muy húmedo

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

El bizcocho es aún mejor al día siguiente, cuando todos los aromas impregnan el bizcocho y la humedad se reparte uniformemente.

Si quieres una experiencia 100% francesa, esparce sobre la superficie del bizcocho confitura de albaricoque: esto aportará brillo al pain d’épices.

Conserva el bizcocho en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable) o bajo una campana de vidrio durante 3 días. Puede congelarse.

Bizcocho polaco con ciruelas y streusel – con levadura fresca (Ciasto drożdżowe)

Presentación

Los bizcochos polacos son muy variados en términos de tipos y sabores, aunque sin duda uno de mis favoritos es este suavísimo bizcocho con levadura fresca, ciruelas y streusel, cuyo nombre original es ciasto drożdżowe ze śliwkami i kruszonką. 🍰

La masa es muy suave y esponjosa y uno de sus puntos de fuerza es que al día siguiente no tiende a secarse tanto como muchas otras versiones: se queda hidratado.

Aunque puedas utilizar diversos tipos de fruta, la combinación de las ciruelas, con su punto agrio y firmeza, y del streusel, con su punto dulce y textura crujiente y al mismo tiempo suave, es exquisita.

Una vez horneado, utilizarás este saludable bizcocho para tus meriendas, tus desayunos y cualquier otra ocasión que tengas para picar porque es adictivo. 🤩


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 2h 30min
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Leche (de vaca/vegetal): 1 vaso
  • Aceite de girasol: 1 vaso
  • Huevos: 4 medianos
  • Azúcar: ¾ vaso
  • Levadura fresca: 1 cubito (= 25 g; tipo saccaromyces cerevisiae)*
  • Harina de fuerza: 4 vasos (puedes utilizar la normal, si no tienes la de fuerza, o hacer mitad y mitad)
  • Aroma: 2 ml (vainilla, mantequilla o ron)
  • Sal: 1 pizca

*sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas en la confección por el fabricante.

PARA DECORAR:

  • Harina: 100 g
  • Mantequilla/Margarina: 60 g
  • Azúcar: 50 g
  • Aroma: unas gotas (vainilla, mantequilla o ron)
  • Ciruelas: 6-8

Realización

En un bol grande, casca los huevos y vierte el azúcar y el aroma. Bate hasta lograr un compuesto espumoso.

Calienta un poco la leche.
(Ojo: la leche no debería quemarte si entra a contacto con tu piel: si lo hace, vas a anihilar la levadura, así que tienes que esperar a que se enfríe un poco).
Trocea la levadura fresca (o congelada) y disuelvela en un poco de leche.

Añade al compuesto de huevos lo que sobra de leche, la levadura disuelta y el aceite. Mezcla.

Ahora tamiza la harina encima de la mezcla de líquidos y mezcla todo hasta lograr una masa homogénea. Puesto que la masa tiene una consistencia suficientemente líquida, puedes utilizar un batidor de varillas.

Deja reposar durante 1,5 h en un sitio tibio-cálido, cubriendo el molde con un trapo limpio (sin que entre a contacto con la masa).

En la espera, prepara el streusel: en un bol vierte la mantequilla/margarina, el azúcar y un poco de aroma y remueve con una espátula para repartir bien los ingredientes. Entonces vierte la harina encima y sigue mezclando hasta lograr una consistencia uniforme. Aplasta bien el streusel para compactarlo y deja que repose en la nevera.

Cubre un molde grande (para orientarte: si es rectangular 34x22cm y si es circular 27cm Ø) con papel vegetal y vierte allí la masa. No deberías llenar el molde más de la mitad de su altura: tanto durante la fermentación como durante su cocción, la masa va a subir mucho.

Pasado ese tiempo, enciende el horno y deja que llegue a 180ºC.

Bizcocho polaco con ciruelas y streusel antes de hornear
Bizcocho antes de hornear

Mientras tanto, empieza a lavar las ciruelas y a cortarlas en gajos de unos 5-8 mm de espesor o, si lo prefieres, en mitades. Remueve el trapo: la masa habrá más que duplicado su volumen. Ahora cubre la superficie con ciruelas, apretando ligeramente cada gajo para fijar su posición.

Saca el streusel de la nevera y del bol apriétalo bien para compactarlo. A continuación, rállalo por la malla gruesa de tu rallador. Esparce el streusel sobre el bizcocho tratando de hacerlo de forma bastante uniforme.

Hornea durante aproximadamente 45 min.
[Ojo: los tiempos de horneado varían dependiendo del horno, por lo tanto es conveniente efectuar la prueba del palillo para controlar que esté listo → clava en el centro del bizcocho (donde no haya fruta) un palillo de madera: si sale limpio, puedes sacar el bizcocho del horno].

Deja enfriar antes de desmoldar y cortar.

Bizcocho polaco con ciruelas y streusel - con levadura fresca (Ciasto drożdżowe)
Bizcocho polaco con ciruelas y streusel – con levadura fresca (Ciasto drożdżowe)

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes preparar este bizcocho con la fruta que prefieras (arándanos, frambuesas, fresas, etc.), aunque tienes que probar esta versión light y veraniega con melocotones y almendras (sin streusel) 😉

Si lo prefieres, puedes desmenuzar el streusel a mano: es la forma más sencilla y se utiliza mucho, aunque quedan trozos de diferentes tamaños y no cubres la superficie de forma tan uniforme que al rallar todo y esparcirlo después.

Conserva el bizcocho en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable) o bajo una campana de vidrio. Guárdalo en la nevera si hace calor: así evitas que la fruta se deteriore y que el bizcocho se seque.

El streusel (o kruszonka) está en su punto más crujiente al salir del horno y se ablanda naturalmente un poco con el paso del tiempo. A diferencia de otras preparaciones con masa de brioche, no te aconsejo calentar el bizcocho al microondas porque la mantequilla del streusel se ablanda y pierdes completamente la textura crujiente (aunque, si no te importa puedes hacerlo 😉 ).

Pumpkin pie con textura de mousse – sin lactosa

Presentación

Estamos en plena temporada de calabazas y las peculiaridades de esta hortaliza han llevado culturas gastronómicas muy diferentes a exaltar su sabor dulce con especias, tanto en platos salados como los ravioli mantovani de Italia, y en platos dulces como la pumpkin pie norteamericana.

Hoy reinterpretamos justo la famosa pumpkin pie, o tarta de calabaza, manteniendo todo su sabor, pero jugando con su textura: en lugar del clásico relleno firme, vamos a preparar un relleno especiado al estilo mousse. Ya verás que el contraste entre la masa brisée que envuelve la mousse y esta última queda espectacular.

No te limites a preparar este postre en otoño: sirve esta tarta en verano en lugar de las clásicas tartas con base de galleta y quesos frescos o yogures con gelatina y atrévete a traer la chispa de las especias. Si, además, eres intolerante a la lactosa, disfruta del postre a tope, puesto que, a diferencia de la pumpkin pie original y de las anteriores tartas, ¡ésta no lleva ningún lácteo! 😉


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 1 h 30 min
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Harina de trigo: 300 g
  • Azúcar: 80 g
  • Aceite de girasol: 80 g (= 90 ml)
  • Huevos: 2 medianos
  • Levadura química: 8 g (= ½ sobre)
  • Aroma: 2 ml (de almendra o ron)

PARA EL RELLENO:

  • Calabaza: 430 g
  • Huevos: 3 medianos
  • Canela: 1 cucharadita
  • Especias nórdicas*: 1 ½ cucharaditas
  • Leche vegetal o de vaca: 120 ml
  • Aceite de girasol: 1 cucharadita
  • Azúcar de caña: 2-4 cucharadas (al gusto + depende de la leche)
  • Aroma: 1 ml (de almendra o ron)

*Se trata de una mezcla de especias utilizada en las galletas y en el bizcocho de jengibre, en el pan de especias, etc. típicos del norte de Europa, que los norteamericanos llaman Pumpkin Spice. Aquí encuentras todos los ingredientes para crearla tú mism@.


Realización

Empezamos preparando la masa brisée (masa quebrada) con aceite.

En un bol casca los huevos, añade el azúcar, el aceite de girasol, el aroma y bate con tu batidor de varillas (manual o eléctrico). Mezcla la harina con la levadura en polvo y añádela a la masa.

Mezcla bien todos los ingredientes con tus manos, pero tratando de no cansar innecesariamente la masa: en cuanto tengas una masa lisa que no se pega a los dedos, haz una bola, cúbrela con película transparente y deja que repose unos 15 minutos en la nevera.

En la espera, prepara el relleno.

Quita la piel y las semillas a la calabaza y rállala por la malla gruesa de tu rallador o de tu robot de cocina: este paso nos hará ahorrar tiempo de cocción.

Ahora coloca la calabaza rallada en un bol y ponlo en tu microondas durante 3-4 minutos a máxima potencia: tiene que ablandarse.

Saca la calabaza del microondas y deja que se enfríe unos 5-10 minutos.
(Truco: si quieres puedes extenderla sobre dos platos llanos fríos para que se enfríe más rápidamente 😉 ).

Cuando la calabaza se haya enfriado, viértela en tu batidora y añade todas las especias, la cucharadita de aceite y la leche. Bate hasta lograr un compuesto homogéneo y sin grumos.

Enciende el horno a 220ºC con modalidad ventilada y coge la masa de la nevera.

Recorta un círculo de papel para horno del diámetro de tu molde para tartas (aconsejo utilizar un molde de no menos de 25 cm de diámetro) y extiende ⅔ partes de la masa brisée encima con la ayuda de un rodillo. Tiene que quedarte un grosor de unos 4 mm aproximadamente.

Coloca la masa extendida dentro del molde y utiliza el tercio de masa que queda para recubrir los bordes: el borde no debería tener menos 2 cm de altura, aunque depende del diámetro de tu molde.

Hornea la masa hasta que empieces a notar que la superficie se ha secado un poco: harán falta unos 5-7 minutos.
(Ojo: no tiene que dorarse, sino tan solo secarse un poco).

Mientras tanto, separa en dos boles distintos las claras y las yemas. A las yemas añade el aroma y el azúcar de caña.
(Nota: la cantidad de azúcar depende de si utilizas una leche vegetal azucarada o no y también de lo dulce que te guste el postre. Si eres golos@ utiliza 4 cucharadas, pero si prefieres un postre menos dulce o quieres acompañarlo con un poco de mermelada de melocotón, entonces pon un poco menos).

Con tu batidor de varillas, primero bate las claras a punto de nieve y luego las yemas, que deben quedar mucho más claras y voluminosas.
(Nota: sabrás si las claras están a punto de nieve si cuando levantas el batidor se quedan unas pequeñas cimas firmes y, sobre todo, si, al dar la vuelta al bol las claras se quedan en su sitio 😉 ).

Añade las yemas batidas a la calabaza y vuelve a batir un poco para que todo se mezcle bien. Ahora vierte el compuesto en un bol grande y añade las claras. Mezcla con una espátula desde abajo hacia arriba y con delicadeza: queremos aprovechar el aire de las claras para lograr una textura de mousse.

Saca el molde del horno y vierte el compuesto de calabaza en su interior. Vuelve a poner en el horno durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, reduce a 180ºC y deja que se hornee durante otros 30-35 minutos aprox.
(Nota: el tiempo de horneado depende de cada horno, así que lo mejor es realizar la prueba del palillo: si un palillo de madera clavado en el centro sale sin estar bañado de masa líquida, entonces se puede sacar del horno. Puede salir con algún trocito de mousse, puesto que esa es la consistencia natural del postre).

Deja enfriar tu pumpkin pie al menos 1 hora antes de desmoldar y servir.

Pumpkin pie con textura de mousse - sin lactosa
Pumpkin pie con textura de mousse – sin lactosa

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si no eres intolerante a la lactosa, puedes servir el postre con nata batida.

Prueba también lo deliciosa que queda con mermelada de melocotón: atrévete a preparar tu propria confitura de melocotones para un plato completamente saludable y menos azucarado 😉

Conserva durante 2 días en un lugar fresco. Si el ambiente es cálido, mejor conservarlo en la nevera y sacarlo 15-20 minutos antes de servir.

Bizcocho bundt al limón – sin lactosa

Presentación

Todos hemos probado el bizcocho al limón: es un clásico de los desayunos y de las meriendas. 🍋
Sin embargo, querid@s cocinillas, esta receta os hará hornear la mejor versión que hayáis probado nunca. ¡Nosotras nos hemos vuelto adictas!

El bizcocho es súper húmedo y al mismo tiempo aireado, tiene un aroma a limón muy agradable y puedes prepararlo incluso si eres intolerante a la lactosa.

Es una receta infalible que sale deliciosa incluso si estás preparando tus primeros bizcochos y también es altamente personalizable: en el apartado de sugerencias encontraréis una lluvia de ideas para crear versiones con sabores diferentes, pero igual de buenas 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Harina de trigo: 2 ½ vasos [se puede sustituir con harina de arroz]
  • Azúcar: 1 vaso [se puede aumentar hasta 1 ½ vasos]
  • Limón biológico: cáscara de 1
  • Huevos: 4 medianos
  • Leche vegetal: 1 vaso [se puede sustituir por agua o leche de vaca]
  • Maizena o fécula de patatas: ½ vaso
  • Aceite de girasol: 1 vaso
  • Aroma: 2 ml (limón o, alternativamente, ron, almendras o vainilla)
  • Levadura química: 1 sobre (= 16 g)
  • Sal: 1 pizca

Realización

En un bol, bate los huevos con el azúcar y la pizca de sal hasta que la masa quede clara y espumosa.

Añade el aroma y la leche vegetal.
[Ojo: puedes emplear la leche que prefieras (aquí una guía para elegir la mejor), aunque comprueba su contenido de azúcar para que no te salga demasiado dulce].

Incorpora también el aceite y mezcla todo muy bien para que los ingredientes se emulsionen.

Ralla por la malla fina la cáscara de un limón biológico lavado y añádela a la masa.

Añade la harina con el cacao y la levadura utilizando un tamiz: ésto nos permitirá lograr un bizcocho más aireado. Mezcla hasta que la masa quede uniforme.

Coge tu molde bundt (o, si lo prefieres, uno sin aro o rectangular o cuadrado), úntalo con un poco de aceite de girasol y esparce harina para cubrir todas las superficies que quedarán en contacto con la masa: esto nos ayudará a desmoldar más facilmente después de la cocción.
(Nota: si utilizas un molde sin aro, te resultará fácil cubrir el molde con papel para horno y podrás prescindir de untar y enharinarlo 😉 ).

Vierte la masa en el molde y hornea en horno ya caliente configurado en una de estas dos modalidades:

  • horno estático: 180°C durante unos 40 minutos;
  • horno ventilado: 170°C durante 30 minutos.

[Ojo: los tiempos de horneado varían dependiendo del horno, por lo tanto es conveniente efectuar la prueba del palillo para controlar si está listo a partir de cuando faltan unos 10 minutos respecto del tiempo indicado. Clava en el centro del bizcocho un palillo de madera: si sale limpio, puedes sacar el bizcocho del horno].

Deja que se enfríe antes de desmoldear.

Bizcocho bundt al limón – sin lactosa

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Personaliza este bizcocho cómo prefieras. Aquí tienes unas sugerencias para chuparse los dedos:

  • añade gotas de chocolate en la masa y mezcla antes de verter esta última en el molde,
  • decora la superficie con frutas de temporada (fresas, melocotones, albaricoques) o frutas en almíbar (piña, melocotones);
  • convierte este bizcocho en un lemon & blueberry pound cake añadiendo
  • decora la superficie con almendras laminadas;
  • conviértelo en un bizcocho de chocolate en 2 pasos: quita la ralladura de limón y sustituye la maizena por la misma cantidad de cacao amargo en polvo: en esta receta podrás ver el resultado 😉

Para una versión sin gluten: usa harina de arroz en lugar de harina de trigo.