Presentación
Este bizcocho es la receta infalible con la que siempre has soñado.
Es tan sencilla de preparar y sus proporciones tan fáciles de recordar que, lamentablemente para mi, esta receta ya no volverás a consultarla 😉
El bizcocho se llama 1,2,3 en España, 7 tarros en otros países por una razón: la medida base es el tarro del yogur, que se llena de los demás ingredientes y convierte a la báscula en algo innecesario.
Por si aún no te parece maravilloso, voy a darte más razones para adorarla.
Es altamente personalizable: puedes utilizar lo que tengas en casa (aceite o mantequilla, la fruta que más te apetezca, gotas de chocolate, … yo te propongo la versión con manzanas y uva pasa) o puedes quitar la fruta y emplearla como base para tartas rellenas.
Información
- Dificultad: muy baja
- Tiempo preparación: 45 min
- Coste: bajo
- Dosis: para 4 personas
Ingredientes
- Yogur: 1 tarro (= 125 ml; sabor natural o de fruta)
- Harina de trigo: 2 tarros
- Fécula de patatas/Maizena: 1 tarro*
- Aceite de girasol/Mantequilla: 1 tarro
- Azúcar: 1 tarro**
- Huevos: 3
- Aroma: 2 ml (vainilla y mantequilla, vainilla, naranja,…) [facultativo]
- Limón: ralladura de 1
- Levadura química: 10 g
- Manzana: 1
- Uva pasa: 1 puñado
* puede sustituirse por 1 tarro de harina (es igual de buena, pero menos húmeda)
** un tarro es suficiente, sobre todo si empleas uva pasa y yogur de fruta, pero al emplear yogur natural no azucarado, añade más azúcar (hasta un máximo de 2 tarros)
Realización
Pela y limpia la manzana. Córtala en 8 trozos y luego en lonchas no demasiado gruesas.
Añade una cucharada de mantequilla a una sartén caliente y saltea la manzana hasta que se ablande un poco. Añádele la ralladura del limón también.
[Truco: hidrata la uva pasa durante 10 minutos en tres cucharadas de zumo de fruta, ron o té para una consistencia menos seca y un sabor más rico]
Divide las claras de las yemas. Monta las claras hasta que estén a punto de nieve.
Ahora bate las yemas hasta que dupliquen el volumen y su color se haga más claro [facultativo: hay quien no las bate, pero así la consistencia quedará mejor].
Añade a las yemas el yogur, la harina, la fécula/maizena, el azúcar, el aroma y el aceite/mantequilla derretida.
Mezcla todo hasta que quede homogéneo.
Incorpora la manzana y la uva pasa. Mezcla otra vez.
Ahora faltan solo las claras.
Empleando una cuchara (y ya no la batidora, si la estabas utilizando), mezcla desde abajo hacia arriba la masa: así no desperdiciarás el aire de las claras.
Cuando la masa haya quedado homogénea, empieza a revestir tu molde de papel vegetal.
Calienta el horno a 180°C y, en la espera vierte la masa en el molde.
Hornea la tarta en modalidad ventilada.
Tarda aproximadamente una media hora, pero la única manera infalible de saber si está lista es la prueba del palillo: clava un palillo de madera (de esos para brochetas) en el centro de la tarta y si sale limpio, sin masa pegajosa adherida está en su punto.
¡Lista!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
La tarta es quizás la más versátil que exista.
Si quieres cambiar la fruta por otra de temporada, puedes hacerlo sin ningún problema: cualquier tipo de fruta fresca, salteada o en almíbar queda genial.
Si no quieres fruta pero te apetece chocolate: añade unas cucharadas de cacao a la masa y un poquito más de levadura o unas gotas de chocolate.
Añadiendo colorante alimentar, tienes literalmente un arco-iris de posibilidades.
Puedes eliminar la fruta y fécula/maizena y obtendrás el clásico bizcocho 1,2,3: un poco más seco, pero ideal para ser mojado con ponche.
Puedes cortarlo por la mitad y rellenarlo de nata, mermeladas, cremas, natillas, ganache, etc…
La tarta, si no desaparece antes 😉 , aguanta 3-4 días bajo una campana de cristal o en una bolsita de plástico. (En verano, se aconseja guardar la tarta en la nevera por su contenido de fruta)