Un postre simple y muy goloso… ¡pero libre de culpa!
Podrás disfrutar a tope de esta mousse hasta el fondo del tarro porque está hecha con un requesón muy ligero, aromatizado con cáscara de limón, intercalado con unas capas de jugosas peras caramelizadas y unas crujientes láminas de almendras… ¡todo lo mejorcito sin el menor remordimiento!
Descubramos juntos cómo preparar este postre que está para chuparse los dedos… ¡o para chupar las cuchara! 🥄
Información
Dificultad: baja
Tiempo preparación: 10 min
Coste: bajo
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Requesón: 300 g
Azúcar: 1 cucharada
Azúcar glás: ½ cucharada (puedes aumentar hasta 1)
Limón: zumo de ½ y cáscara
Láminas de almendras: 20 g
Realización
Pela y limpia las peras y córtalas en trocitos. Pon las peras en una sartén, añade el zumo de limón y esparce un poco de azúcar. Deja que se caramelicen uniformemente hasta que cobren un bonito color ámbar. Entonces deja que se enfríen.
Mousse de requesón con peras caramelizadas y láminas de almendras
Si tu requesón tiene exceso de líquido, deberías colocarlo sobre un colador de malla fina durante unos minutos.
Pasa el requesón por una prensa de patatas o machácala con un tenedor, añade el azúcar glás y la cáscara rallada del limón. Mezcla bien.
Ahora emplata: en tus tarritos o copas coloca un poco de peras, mousse de requesón y más peras. Acaba decorando con láminas de almendras.
¡Lista!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Conserva el postre en la nevera durante un máximo de 2 días.
Puedes sustituir las peras por manzanas y, si no te gustan las almendras, combinar las manzanas con uvas pasas.
San Valentín es una de las ocasiones por excelencia para mimar a alguien especial. Como todo cocinillas que se respete, no quieres que las mariposas en el el estómago de tu media naranja sean por hambre en lugar de ser exclusivamente tu efecto y te encanta demostrar tu amor cocinando algo delicioso.
Estos corazones de mousse de lichi y frambuesa son el postre perfecto para acabar una cena romántica y el tiempo de enfriado y reposo que requiere merece absolutamente la pena, porque el sabor y las texturas te dejarán los ojos en forma de corazón también 😀
Y si no vas a cocinar para nadie, deberías dedicarte en todo caso esta receta, ¡porque eres la primera persona de la lista que se merece algo tan deleitable! 😉
Información
Dificultad: mediano
Tiempo preparación: 4-5 h
Coste: mediano
Dosis: para 10 corazones
Ingredientes
PARA LA BASE:
Barquillos recubiertos de chocolate: 100 g
Chocolate blanco con avellanas o almendras: 100 g
Mantequilla o margarina: 1 cucharada
PARA LA MOUSSE:
Lichi: 500 g (sin hueso ni piel – frescos o en almíbar)
Frambuesas: 500 g
Azúcar glás: al gusto
Gelatina: 20 g
Agua: 50 ml
Lima: 1 (sustituible por limón)
Nata líquida: 400 ml
PARA EL GLASEADO Y LA DECORACIÓN:
Agua: 200 ml
Gelatina: 14 g
Agua: 30 ml
Azúcar: 300 g
Frambuesas frescas: para decorar
Hojas de hierbabuena o menta: para decorar
Realización
Pica finamente la tableta de chocolate para que no haya grandes trozos de avellana o nueces. Derrite el chocolate junto a la mantequilla en el microondas o a baño maría y mezcla bien.
Desmenuza los barquillos con tus manos e incorpóralos al chocolate. Extiende la masa sobre papel de horno y cubre con otra hoja. Pasa el rodillo encima para nivelar todo hasta un espesor homogéneo de unos 4-5 mm. Deja reposar en la nevera para que se solidifique.
Bate tus lichis (sin piel ni hueso) hasta obtener una consistencia lisa. Para asegurarnos de que no haya trocitos de pulpa, pasa el puré de lichis por un colador, encima de un pequeño bol. Repite el mismo procedimiento con las frambuesas.
Mezcla 200 g de puré filtrado de frambuesas y 300 g de puré filtrado de lichis en un bol grande. Añade un poco de azúcar glás (al gusto) y algunas gotas de zumo de lima. Mezcla.
Deja que la gelatina se moje en 50 ml de agua y después calienta en el microondas hasta que esté derretida. Añade al bol con la gelatina algunas cucharadas de la mezcla de purés filtrados: este paso nos permite que la gelatina se disuelva homogéneamente en el bol grande [Truco 😉 ] Ahora incorpora la gelatina a los purés y mezcla bien.
Bate la nata y anádela a los purés filtrados. Mezcla desde abajo hacia arriba para que todo se junte bien y coloca la masa en una manga pastelera, para que te resulte más fácil rellenar los moldes. [Ojo: si no tienes manga pastelera no te preocupes, pues puedes hacer una creando un cono con papel de horno y cortando su punta o incluso utilizar sencillamente una cuchara.]
Rellena los moldes de silicona a forma de corazón con la mousse hasta la mitad, si quieres «esconder» una frambuesa o dos en el interior del corazón y cubrirla con más mousse, o directamente hasta el borde.
De la base de chocolate enfriada recorta unos corazones de la misma dimensión que la base de los moldes: utiliza un cortador de galletas o recorta la forma con un cuchillo a partir de una silhuette de papel de horno dibujada utilizando los bordes de tu molde de silicona. No te preocupes si la base se parte: simplemente recompón la forma y apriétala sobre la mousse, puesto que va a quedarse todo compacto. Deja que los moldes se enfríen en el congelador durante 2-3 horas.
Poco antes de sacar los moldes del congelador, prepara el glaseado. En una olla mezcla agua y azúcar y cuando empiece a hervir añade lo que quedó de los purés de frutas filtrados. Deja que se cocine unos minutos. Moja la gelatina en agua y añádela a la olla. Mezcla hasta que se haya derretido toda y saca del fogón. Pasa el glaseado por un colador y deja que se enfríe hasta aproximadamente los 30ºC.
Saca los corazones de los moldes y colócalos sobre una rejilla colocada encima de una bandeja (por ejemplo para horno). Vierte el glaseado encima de los corazones para cubrirlos y deja que el exceso escurra hacia la bandeja. Lo mejor es dejar enfriar durante unas 1,5-2 h en la nevera.
Decora con alguna frambuesa y hoja de hierbabuena y ¡listo!
Corazones de mousse de lichi y frambuesa
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Como el emplatado es sencillo, te aconsejo que lo mantengas en la nevera y esperes el último momento para realizarlo: así se preservarán la forma y la textura de la mejor forma y el efecto será totalmente WOW 😉
¿Te apetece un postre fresco, con una textura ligera y cremosa y que no te haga sentir culpable?
Déjate conquistar por esta mousse de intenso cacao en la que el aguacate, este tan inesperado como crucial ingrediente, otorga la textura más agradable y golosa.
No te preocupes si nunca has experimentado con el aguacate en una receta dulce: quedarás asobrad@ por el resultado y el sabor no se notará. Además, el aguacate tiene unas grasas muy saludables y muy pocos hidratos de carbono, por lo que es el postre perfecto 😉
Al final de la receta hay unas sugerencias muy tentadoras para los toppings.
Información
Dificultad: baja
Tiempo preparación: 5 min
Coste: normal
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Aguacates: 4 grandes
Cacao amargo en polvo: ⅔ vaso
Leche (vegetal o animal): ½ vaso aprox.
Azúcar/miel/sirope de agave o arce: al gusto
Extracto de vainilla: 2 cucharaditas
Realización
Con un cuchillo, abre el aguacate y extrae el hueso. (Truco: si das un golpe al hueso con la parte afilada del cuchillo, se quedará clavado y podrás rotarlo ligeramente extrayendo el hueso con facilidad)
Clava una cuchara en la carne y raspa contra la piel del aguacate para extraerla toda.
Pon el aguacate en tu batidora, añade el extracto de vainilla y el cacao en polvo. Añade también la leche que hayas escogido: dependiendo de la textura que busques puedes añadir un poco más de líquido o reducirlo. Incorpora el edulcorante que prefieras: te aconsejo que pongas una pequeña cantidad para empezar, pues puedes siempre añadir más si quieres la mousse más dulce.
Bate hasta que logres una consistencia cremosa y lisa.
Coloca la mousse en unos tarros o en unas copas (si la textura no es demasiado líquida puedes lucirte con una manga pastelera) y deja que reposen en la nevera antes de servir.
¡Lista!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
¡Puedes decorar la mousse como prefieras y jugar con las texturas! Intenta estos toppings: granada y pistachos; chocolate rallado y avellanas o nueces picadas; coco rallado o en láminas; muesli; arándanos, frambuesas o fresas, etc.
Conservar en la nevera, tapado con película transparente, durante 2 días.
El reconfortante sabor de la leche en el cremoso mascarpone se une a la almendra de los amaretti y al inconfundible cacao, en capas parecidas a las de las cebras que se alternan de forma tan acertada en este postre y están intercaladas por crujientes trozos de galleta.
Olvídate de todo mientras saboreas este divertido postre 😉
Información
Dificultad: baja
Tiempo preparación: 15 min (+2h en la nevera)
Coste: normal
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Mascarpone: 400 g
Azúcar glás: 100 g
Cacao: 2-3 cucharaditas
Amaretti: 100 g + para decorar
Huevos: 3 medianos
Sal: 1 pizca
Aroma de almendra: 2 ml
Realización
Bate las claras de huevo a punto de nieve, hasta que estén firmes.
(Nota: lo están si, dando la vuelta al cuenco, se quedan firmes en su sitio, sin caerse al suelo 😉 )
En otro bol mezcla el mascarpone con el azúcar glás, el aroma y la pizca de sal.
Añade una yema a la vez, mezclando para que se incorpore bien.
Incorpora las claras poco a poco y de forma delicada, mezclando desde abajo hacia arriba, para no desperdiciar las burbujas de aire: así el postre se quedará ligero.
Ahora divide la masa en dos partes: a una añade los amaretti previamente triturados (tienen que quedar como un polvo) y a la otra añade el cacao. Mezcla ambas, por separado, para que queden homogéneas.
Ahora empieza a asemblar el postre: en unas copas altas coloca primero una masa, luego un poco de amaretti ligeramente desmenuzados, y a continuación la otra masa y más galletas y repite hasta terminar las masas. Finaliza decorando con las galletas.
Pon a enfriar durante 2 h en la nevera.
¡Lista!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Incorpora gotas de chocolate o láminas de almendras entre las capas si te sientes indulgente 😉
El Tiramisù es el postre italiano por excelencia… una exquisitez presente en toda bucket-list culinaria de quien visita el Bel Paese o en la mesa de quienes quieren saborear un trocito de Italia en casa.
El origen de este postre es controvertido y varias regiones (Veneto, Friuli Venezia Giulia, Piamonte y Toscana) se contienden el mérito.
La historia oficial (por supuesto no respaldada por todos, pues no habría contienda 😜) narra que en el siglo XVII algunos reposteros de la ciudad de Siena (Toscana) decidieron idear un plato nuevo para celebrar la grandiosidad del Granduque de Toscana, Cosimo de Medici. La elección recayó sobre un postre, pues según parece Cosimo amaba las cosas dulces, y en origen el tiramisù fue denominado zuppa del duca (sopa del duque).
Lamentablemente, nosotros no podemos garantizar que esta historia sea un fiel relato de lo que pasó, pero sí podemos proporcionarte la receta para que puedas preparar un tiramisú clásico, capaz de conquistar a grandes y pequeños, y darte muchísimas ideas para que puedas personalizarla según tus gustos y necesidades 😉
Información
Dificultad: baja
Tiempo preparación: 20 min (+ 2h en la nevera)
Coste: normal
Dosis: para 8 personas
Ingredientes
Savoiardi (bizcochos de huevo o «de soletilla» / ladyfingers): 300 g
Huevos: 220 g (aprox. 4 pequeños o 3 medianos) muy frescos *
Mascarpone: 500 g
Azúcar: 80 g
Café: 300 ml (con o sin azúcar)
Cacao amargo en polvo: para decorar
*para medir: pesa las yemas y las claras por separado y suma el peso de ambas.
Realización
Empieza separando con cuidado las claras de las yemas en dos boles distintos.
(Ojo: si las claras tienen trazas de yemas batirlas debidamente resultará más complicado).
Con un batidor de varillas o una batidora eléctrica, bate las claras con la mitad del azúcar hasta que estén montadas a punto de nieve.
(Nota: sabrás que has batido lo suficiente si dando la vuelta al bol las claras se quedan firmes sin caerse o deslizarse hacia abajo.)
A continuación, bate las claras con la otra mitad de azúcar hasta obtener un compuesto claro y bien aireado. Añade el mascarpone y sigue mezclando para obtener una textura homogénea.
Ahora incorpora poco a poco las claras mezclando desde abajo hacia arriba delicadamente y sin exagerar con el tiempo, pues no queremos desperdiciar las burbujas de aire que conferirán una textura más ligera a la crema.
Coge una vajilla con borde alto y extiende una capa fina de crema sobre el fondo.
Moja una galleta en el café por ambos lados, tratando de hacerlo con rapidez, pues la estructura de los savoiardi absorbe con facilidad los líquidos y se ablanda en seguida. Coloca la galleta en la vajilla y repite el proceso con más galletas hasta finalizar una capa entera (como si estuvieras preparando una lasaña y en lugar de la masa utilizaras los savoiardi).
Por encima extiende una capa abundante de crema y vuelve a otra más de galletas.
Finaliza con una última capa de crema y espolvorea cacao en polvo con la ayuda de un tamizador.
Deja reposar en la nevera al menos 2 horas antes de servir.
¡Listo!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes personalizar la receta original incluyendo muchísimas golosas variaciones:
en lugar de los savoiardipuedes utilizar: amaretti (galletas italianas de almendra), pandoro que te haya sobrado de las Navidades, brownies, sobaos, etc.
si quieres alternativas al mascarponepuedes utilizar ricotta (requesón) sola, logrando un postre light, o mezclada con nata batida, para ahorrar calorías pero con una textura aún así agradablemente cremosa 😉
si el café a solas no te satisface y todos tus comensales son adultos, puedes añadir licores aromáticos o ron; si no te gusta en absoluto el café, puedes utilizar el «café» de cebada o hacer más contentos a los peques utilizando leche con ColaCao/Nesquik. Otra versión apta también para los niños y sin duda más veraniega es sustituir el café por zumos naturales e introducir fruta frescao en almíbar en tu tiramisù… déjate convencer por el Tiramisù veraniego con fresas y experimenta otras combinaciones sugeridas en esa receta 😉
Para un postre sabroso sin mayores remordimientos, prepara este delicioso Trifle.
El toque caramelizado de las galletas speculoos combina perfectamente con las manzanas aromatizadas con calvados, el intenso cardamomo y la nota refrescante del limón.
Información
Dificultad: baja
Tiempo preparación: 1h 20 min
Coste: bajo
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Manzanas: 2
Speculoos (galletas al carmel): 100 g
Yogur a la manzana: 150 g
Maizena: 1 cucharadita
Calvados/Ron: 2 cucharadas (opcional)
Miel: 1 cucharada
Zumo de manzana: 150 ml
Cardamomo molido: 1 pizca
Limón: 1/2 (para cáscara y zumo)
Realización
Mezcla la maizena con el azúcar y el Calvados (sustituible por zumo de manzana).
Elimina la piel de la manzana y sus semillas. Trocéala en 8 partes y luego en láminas de medio cm de espesor. Esparce zumo de limón por encima para que no se oxiden.
Haz hervir dulcemente a las manzanas en al zumo de manzana, donde habrás añadido a una pizca de cardamomo, miel y ralladura de cáscara de limón. Tras unos minutos, añade la mezcla con el Calvados, remueve bien y deja cocinar hasta que la salsa se espese. Quita del fuego y deja enfriar.
Desmenuza las galletas speculoos.
Prepara 4 vasos transparentes y coloca en ellos, alternando, varias capas de manzana, yogur y galletas.
Si posible, deja reposar al menos una hora en la nevera antes de servir.
¡Listo!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes sustituir el cardamomo por canela o el Calvados por Ron.
La Delicia al limón es una interpretación muy libre del tiramisú italiano, pero realizada con limones y una crema de requesón, para que cualquiera pueda saborear este postre sin grandes remordimientos 😉
La preparación es sencilla y se tarda muy poco: ¿a qué esperas para despedirte del verano con este fresco postre?
Información
Dificultad: normal
Tiempo preparación: 20 min
Coste: bajo
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Savoiardi: 300 g
PARA LA CREMA:
Requesón: 250 g
Nata liquida para montar: 250 g (puede ser vegetal)
Azúcar: 40 g + 40 g
Huevos: 2 medianos
Mantequilla: 20 g
Agua: 60 ml
Zumo de limón: 50 ml
Cáscara de 1 limón
Realización
Empieza lavando el limón bajo el agua.
Ralla la cáscara del limón y luego extrae su zumo.
Bate los huevos con el azúcar durante varios minutos, hasta lograr una crema bien aireada. Incorpora poco a poco el zumo de limón filtrado (para eliminar las impurezas), sin parar de mezclar. Vierte el compuesto en una olla y deja espesar a fuego bajo, mezclando con frecuencia. Al final, añade la mantequilla y aparta del fuego. Deja enfriar cubriendo la crema (directamente por encima, no la olla) con película transparente.
Cuando la crema esté fría, se podrá poner el la nevera para que se compacte.
En la espera, prepara el extracto con limón: en una olla lleva casi a ebullición al agua, 40 g de azúcar y la cáscara de limón. Cuando llegue a ebullición, apaga el fogón, retira la cáscara del limón y deja enfriar.
Coge de la nevera la crema al limón y añade el requesón. Mezcla todo delicadamente hasta lograr una consistencia homogénea.
Monta la nata con los restantes 40 g de azúcar. Incorpora la mitad de la nata a la crema y mezcla con movimientos desde abajo hacia arriba (para no eliminar la consistencia aireada).
Ahora empieza a disponer los ingredientes en tus copas, vasos o contenedores.
Moja rápidamente las galletas savoiardi en el extracto con limón y coloca en los vasos. Por encima, extiende un poco de nata batida, luego una capa de crema al limón y vuelve a empezar con las galletas hasta terminar con una última capa de crema al limón.
Entonces, puedes decidir si quieres dejar los postres en la nevera durante unas 1-8 horas o si decorar con un poco de nata y limón y servir ya.
(Nota: Cuanto más los postres se queden esperando en la nevera tanto más suaves serán las galletas… decide si te gusta más o menos crujiente y elige el tiempo de reposo de entre 1 hora y 8 horas 😉 )
¡Listas!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes preparar este postre incluso la noche anterior y servirlos por el almuerzo 😉
El Kogel-mogel es un postre polaco adorado por los niños y los adultos.
Hoy os presento una revisitación de la receta original, que es similar a un ponche de huevo.
Prepararemos una versión con frambuesas, completamente segura para el verano, puesto que las yemas serán horneadas por un breve tiempo.
Información
Dificultad: baja
Tiempo preparación: 25 min
Coste: normal
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Yemas: 6
Azúcar glás: 6 cucharaditas
Ramas de vainilla: 2
Frambuesas: 500 g
Realización
Pon las yemas en un bol grande. A las yemas añade las semillas de las ramas de vainilla y 3 cucharadas colmas de azúcar glás.
Bate las yemas con la ayuda de una batidora eléctrica. Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados y empiecen a airearse, añade el resto de azúcar glás. Sigue batiendo hasta que la masa haya doblado su volumen.
El tradicional kogel-mogel estaría listo, pero para esta versión faltan unos pequeños pasos.
En unos pequeños recipientes aptos para el horno coloca unas frambuesas y recubre con las yemas batidas.
Hornea el kogel-mogel en horno pre-calentado a 200° durante 8-10 min.
Sirve aún caliente.
¡Listo!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Esparce un poco de azúcar glás para acabar el look del postre.
Puedes sustituir las frambuesas por arándanos, fresas, moras, grosella, etc.
Sirve el kogiel-mogiel horneado aún caliente con unas bolas de helado a la vainilla.
Para un toque fresco, decora con hojas de hierbabuena o melisa.
¿Estás tratando de cuidar de tu silueta para el verano, pero no te resistes a un desayuno o una merienda gustosa?
No tienes que renunciar al sabor para esta saludable receta: una mezcla de frutas que puedes adaptar a tus gustos (o a lo que tengas en casa) con deliciosa gelatina a la fresa.
Puedes prepararla al día anterior y llevarla contigo al trabajo o ser un poco indulgente en casa, añadiendo un extra de nata batida, natilla o queso quark 😉
Información
Dificultad: muy baja
Tiempo preparación: 10 min (+ tiempo enfriado gelatina)
Coste: normal
Dosis: para 3 porciones
Ingredientes
Gelatina a la fresa: 1 sobre
Agua: aprox. 500 ml (depende de las instrucciones de la gelatina)
Manzana: 1
Naranja: 1
Plátano: 1
Limón: un poco de zumo
Realización
Empieza con la gelatina: sigue las instrucciones de la confección (la mayoría de marcas requiere disolver la gelatina en 250 ml de agua hirviendo y luego añadir la restante cantidad de agua fría).
Deja que la gelatina se enfríe. Cuando haya llegado a temperatura ambiente habrá que controlar cada media hora cuando empieza a espesarse.
Entonces habrá que lavar la fruta y eliminar las cáscaras y la piel.
Ralla la manzana con un rallador a malla gruesa. Añade algunas gotas de zumo de limónpara que no se oxide.
Corta la naranja en trocitos y el plátano en rodajas.
Coge tres vasos transparentes o en tres copas: en cada uno coloca 1/3 parte de manzana; 1/3 parte de naranjas y 1/3 parte de plátano.
Ahora verte la gelatina, aún líquida, pero más espesa, casi hasta el borde del vaso.
Deja que se solidifique la gelatina y ¡listas!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes enriquecer las gelatinas con un poco de nata batida, natilla o un poco de queso quark a la vainilla o a la fresa (lo encuentras aromatizado en la marca Exquisa) y un poco de galletas trituradas 😉
Come las gelatinas como mucho al día siguiente desde la preparación. Si hace mucho calor, conserva en la nevera.
Este Helado de melocotones y plátanos es un postre refrescante y exquisito que puedes degustar sin remordimientos.
Esta preparado con fruta fresca y poco más, así que el único rastro que deja en tu cuerpo es un buen recuerdo y la gana de preparar más.
Sirve este sabroso y saludable helado sobre un cucurucho para merendar o en una copa como sorbetto.
Información
Dificultad: muy baja
Tiempo preparación: 5 min (+3 h en el congelador)
Coste: bajo
Dosis: para 4 personas
Ingredientes
Melocotones: 2 grandes
Plátano (Banana): 1 grande
Miel: 1 cucharada (opcional)
Helado de vainilla: 4 cucharadas (opcional)
Limón: 1 cucharada de zumo
Realización
Lava los melocotones y córtalos en trozos.
Quita la piel de plátano y córtalo en rodajas.
En una bolsa de plástico o en un tupperware verte la fruta y déjala en el congelador durante unas 3 horas mínimo. (Si notas que sigue blanda, tienes que dejarla más tiempo)
Prepara la batidora poniendo las cuchillas de metal y extrae la fruta congelada.
Vértela en la batidora, añade el zumo de limón y empieza a moler.
Añade un poco de helado y miel, si te apetece, para endulzar y suavizar, y sigue moliendo hasta conseguir una crema.
Sirve inmediatamente o guárdalo en una caja o molde en el congelador para comerlo posteriormente.
¡Listo!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes guarnir el emplatado con fruta fresca.
Si te sientes indulgente, puedes añadir galletas gruesamente molidas por encima o algún sirope (de fruta, caramelo o chocolate).
Añade muësli, nueces o fruta seca para enriquecer el helado con una textura que combina de forma sorprendente.