Presentación
Déjate cautivar por este segundo plato de pollo… ¡tendrás que volver a prepararlo en cuanto tus comensales le hayan sacado brillo a la olla que pongas en la mesa!
Este segundo de carne está muy rico y es una exitosa mezcla de ingredientes y texturas.
El tierno pollo está envuelto en una espesa salsa de tomate, aromatizada por un sabroso sofrito, aterciopelada gracias al queso… que también te encontrarás en indulgentes trocitos. El todo, resaltado por el rotundo y ácido sabor de las aceitunas 😉
Información
- Dificultad: baja
- Tiempo preparación: 20 min
- Coste: normal
- Dosis: para 4 personas
Ingredientes
- Pechugas de pollo: 2 enteras o 4 mitades
- Tomate triturado: 350 g
- Cebollas: 1 grande
- Aceitunas manzanilla con anchoas/aceitunas negras: 150 g (peso escurrido = 1 lata)
- Aceite de oliva: lo suficiente
- Ajo deshidratado: al gusto
- Orégano: al gusto
- Guindilla molida: al gusto
- Cubo para caldo: 1
- Pimienta: al gusto
- Parmigiano Reggiano: al gusto
Realización
Limpia la cebolla y pícala finamente. Deja que se sofría en una olla con aceite de oliva. Incorpora el cubo de caldo para que se disuelva y sazona con ajo y pimienta.
Pica la pechuga de pollo en cubitos o tiras y añádela a la olla (con el fogón a máxima temperatura) cuando la cebolla esté bien dorada. Deja que se dore hasta que esté bien cocinado.
Incorpora el tomate triturado y las aceitunas cortadas por la mitad. Sazona con orégano y verifica si hace falta corregir la cuantía de las demás especias.
Mientras se cocina unos minutos, ralla el Parmigiano Reggiano por la malla fina y, si te sobra la cáscara de queso, pícala en cubitos y deja que se cocine con el pollo: se ablandará y aportará mucho sabor.
Cuando hayas finalizado la cocción y la salsa haya absorbido los sabores y se haya espesado, esparce el queso rallado por encima y cubre con tapa unos minutos.
¡Sirve!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes utilizar Grana Padano u otro queso curado, si lo prefieres.
Puedes jugar mucho con las aceitunas: verdes, negras, sin relleno o con anchoas o pimientos 😉
Conserva durante 1 día en la nevera. Se puede volver a calentar.