Piadina romagnola extra suave al aceite de oliva – con levadura fresca

Presentación

La piadina romagnola es todo un delicioso clásico regional de la cocina italiana cuya centenaria historia y versión original ya hemos compartido aquí hace tiempo. Este tipo de pan plano se rellena con todo tipo de quesos, embutidos, verduras, etc. y se degusta doblado por la mitad. 🌮

Algo que no suele ponerse en entredicho en las recetas originales es el hecho de que no se ponga levadura o se ponga muy poca del tipo químico. Sin embargo, hoy hemos querido dejar de lado las versiones ortodoxas de la piadina para recrear aquellas tan adictivas que llenan nuestros recuerdos de los años pasados en Italia. 🇮🇹

Las mejores piadine que hemos probado eran más altas de las que salen siguiendo «las reglas» y también más suaves: por ello, hemos decidido añadir levadura y, más precisamente, hemos escogido levadura fresca para obtener el mejor resultado. Por otra parte, aunque las piadine puedan hacerse también con manteca de cerdo, hemos decidido optar por la versión vegetariana con aceite de oliva, pero realzando aún más el aroma al elegir el virgen extra.

Querid@s cocinillas, el resultado ha sido exactamente el que buscábamos recrear: una piadina más alta, fácil de doblar, extra suave y muy aromática.

Al fin y al cabo, ¿quién ha dicho que las reglas tienen que respetarse siempre? 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 2 h
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas (4 piadinas grandes)

Ingredientes

  • Harina de fuerza: 350 g (sustituible enteramente o parcialmente por harina de trigo)
  • Agua: 210 g
  • Aceite de oliva virgen extra: 3 cucharadas abundantes
  • Levadura fresca*: 7 g
  • Sal: 1,5 cucharaditas

* Sustituible por levadura seca de panadería en las proporciones indicadas por el fabricante en la confección.


Realización

En un bol grande vierte la harina, la sal y el aceite. Calienta un poco el agua para que esté tibia y disuelve en ella la levadura (fresca o congelada) troceada.
[Ojo: el agua no tiene que quemarte la piel, si la tocas, porque eso implicaría una temperatura demasiado elevada para que la levadura sobreviva y pueda airear la masa.]

Vierte el agua con la levadura en el bol. Mezcla hasta lograr una masa uniforme y amasa sobre la encimera durante unos 7 minutos, a mano o empleando un robot de cocina. Tienes que lograr una masa lisa y elástica.

Forma una bola, colócala en el bol y tápalo con un trapo limpio o película transparente. Deja reposar durante al menos 1 h (aunque 1,5 h es incluso mejor) en un lugar caliente.

Pasado ese tiempo, vuelve a amasar y divide la masa en 4 partes iguales (aprox. 140 g cada una). Forma 4 bolitas, coge una y cubre las otras.

Enharina la encimera y la bolita y empieza a extender esta última con la ayuda de un rodillo: tienes que sacar un círculo de unos 4 mm de espesor (no menos). Vuelve a esparcir harina si notas que la masa se pega al rodillo o a la encimera.

Entonces coge una tabla de madera o un trapo limpio y esparce abundante harina encima. Coloca sobre esa superficie tu piadina y cúbrela con un trapo limpio: de esta manera será más fácil despegar el círculo de masa cuando llegue el momento de cocinarlo y no se habrá secado.

Repite el procedimiento con las otras bolitas y deja reposar las piadinas 20-30 minutos para que vuelvan a crecer un poco. Aprovecha ese tiempo para preparar todos los ingredientes y eventuales salsas para tu relleno.

Coge una sartén grande (diámetro mínimo igual al diámetro de tus piadine, aunque es mejor que sea un poco más grande) o tu sartén para crêpes y ponla sobre el fogón programado a alta temperatura. Coge la piadina con delicadeza, tratando de no deformarla y aplastarla, y colócala sobre la sartén solo cuando ésta esté bien caliente. Entonces baja el fogón a temperatura medio-alta y cocina aproximadamente unos 3 minutos por lado. Verás como se forman burbujitas en la superficie a lo largo de la cocción.

Retira la piadina cocinada, cúbrela con un trapo limpio y termina de preparar las otras.

Ahora coge una, rellénala con tus ingredientes favoritos, dóblala por la mitad y saborea esta versión extra suave y aromática de la piadina romagnola.

Piadina romagnola extra suave con aceite de oliva – con levadura fresca

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Consume las piadine recién cocinadas para degustarlas en su punto más suave.

Mientras comes una piadina, evita que las otras se sequen cubriéndolas con un trapo limpio.

Deja volar tu fantasía creando miles de combinaciones de rellenos. En el apartado de sugerencias de la receta original (¡a un clic de distancia!) encontrarás un largo listado para inspirarte ;).

Piadina romañola

Presentación

La piadina romañola (romagnola en italiano) es una de las recetas más típicas de la gastronomía de la región Emilia-Romagna y una de las más versátiles también.

Resultado de imagen de piada etruschi

La piadina es una hoja de masa redonda que se dobla a mitad y rellena con infinitas combinaciones de ingredientes: jamón, embutidos, quesos frescos y curados, verduras frescas o a la parrilla, etc. dependiendo de los gustos de quien la prepara.

La historia de este plato es muy antigua: al parecer los Antiguos Etruscos la preparaban con trigo u otros cereales para el día a día.

Tras la conquista romana de la Etruria, la receta se difundió incluso en los banquetes más refinados, donde se consumía recién cocido porqué tras unas horas se convertía en un disco demasiado duro de comer.

En la Edad Media, la población trató de eludir los impuestos sobre el pan preparando este subrogado con cereales distintos al trigo y comiendo cada vez menos pan.

Sin embargo, en el Renacimiento esta receta sufrió un declino muy marcado, puesto que se afirmaron con fuerza nuevas corrientes culinarias.

Así, durante años la piadina fue la simple comida de los campesinos y pobres que no podían permitirse algo distinto de los productos de la tierra.

En el 1900 la piadina empezó a volver en los platos de los italianos, gracias al empleo de una parte de harina de maíz, más económica de la de trigo.

Aunque el verdadero boom tuvo lugar en los años ’40 y ’50 cuando la piadina conquistó a los turistas que paseaban por la rivera romañola o viajaban hacia ese mar en coche y encontraban quioscos a lo largo de las carreteras que ofrecían esta barata delicia.

Ahora hay que ponerse el delantal, así preparamos esta maravillosa y sencilla receta para traer un poco de Italia en nuestras cocinas 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 20 min (+1h de reposo)
  • Coste: muy bajo
  • Dosis: para 4 personas (6 piadinas)

Ingredientes

  • Harina de trigo: 500 g
  • Agua*: 280 ml
  • Aceite de oliva virgen extra: 60 ml (o 80 g de manteca de cerdo)
  • Levadura química: 1,5 cucharaditas
  • Sal: 10 g

*también puedes emplear leche, si bien la versión original lleva agua.


Realización

Antes de empezar hay que precisar dos cosas:

  1. ¿Agua o leche?
    El agua dejará tus piadinas más crujientes, mientras que la leche más suaves. Puedes incluso poner agua y leche en partes iguales (140+140).
  2. ¿Aceite o manteca de cerdo?
    La mejor elección es la manteca de cerdo, porque confiere un sabor y una consistencia inigualable, pero puedes emplear aceite de oliva, que siempre se tiene en casa, que confiere un olor muy característico y te permite preparar una versión ligera de la piadina 😉

Verte en tu robot de cocina todos los ingredientes y deja que se amasen durante unos 7 minutos, hasta lograr una masa lisa y homogénea. Si lo prefieres, puedes amasar a mano.

Divide la masa en 6 bolitas y ponlas sobre la encimera. Cubre las bolitas con un trapo limpio o película (no hace falta envolverlas). Deja que reposen al menos 30 min (o incluso 1 h), para que la masa se haga más lisa.

Pasado ese tiempo, con la ayuda de un rodillo, extiende cada bolita en un círculo de masa del espesor de 2-3 mm (¡tiene que ser muy fino!).
[Truco: si no consigues un círculo, sino que alguna forma extravagante, quizás te interese colocar un plato por encima de la masa y recortar el perímetro con un cuchillo para lograr un círculo perfecto. 😉 La masa sobrante puedes incorporarla a otra bolita, amasar un poco y extender creando una piadina.]

Coloca la piadina sobre una sartén suficientemente grande (diámetro mínimo igual al de la piadina) solo cuando ésta esté ya muy caliente. Puedes emplear también una sartén para crêpes o una sartén de hierro fundido.

Mueve la piadina sobre la sartén para que no se pegue y cocina unos 2-3 min por lado (notarás como crece y se forman burbujas).

Ahora, mientras estén aún calientes, tan solo queda añadir el relleno que más te apetezca, doblar por la mitad y dar un buen mordisco.

piadina romañola

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Existen muchísimos rellenos posibles… infinitos diría yo.

Si deseas rellenarlas con queso y quieres que se funda, rállalo o córtalo en lonchas finas y colócalo tras haber dado la última vuelta, poco antes de retirar la piadina y deja a fuego muy bajo, colocando la tapa sobre la sartén.

Posibles combinaciones:

  • jamón serrano y queso (gouda, brie, havarti, etc.), con un extra de calabacines a la parrilla o tomates (frescos o secos)
  • jamón cocido, gouda/havarti y un trocitos de queso azúl
  • mix de quesos (gouda, gorgonzola, brie), nueces y rúcola
  • ensalada, jamón/ salchichón, gouda/havarti, salsa al yogur o mayonesa
  • mozzarella y mortadella/jamón, albahaca
  • queso scamorza y chorizo
  • pollo asado troceado, salsa curry y queso brie
  • pavo, tomates secos y requesón
  • queso crema para untar, pesto a la genovesa y verduras a la parrilla
  • nutella o nocilla 😉

La piadina se puede congelar cuando esté suficientemente cocida, pero aún no del todo, tras haberse enfriado.