Pierogi – pasta rellena polaca

Presentación

Si has oído hablar de la gastronomía polaca, seguramente habrás oído hablar de los pierogi, la más famosa pasta rellena de Polonia 🇵🇱.

Los pierogi 🥟 (al singular pieróg) son unos maravillosos ravioli a forma de media luna o mini empanadilla que tienen cautivados a todos los polacos y a los extranjeros que han tenido la suerte de probarlos. Una parte del éxito se debe a la textura de la masa, que puede degustarse tanto tras un simple hervido que la deja suave, como después de un salteado en la sartén, lo que le confiere una capa crujiente irresistible. La otra parte del éxito es sin duda que la variedad de rellenos tradicionales y más modernos es tan amplia que consigue satisfacer literalmente a todos. Esta vez proponemos el sabroso relleno a base de carne picada 🥩 y repollo 🥬, aunque en el apartado de sugerencias te dejamos muchísimas más ideas para que experimentes numerosas variantes de esta deliciosa pasta rellena.

A partir de hoy deja de ser una suerte el poder probar los pierogi fuera de Polonia: con esta receta y sus detalladas e infalibles instrucciones no tienes más excusas para retrasar la degustación y conseguirás emplatar unos pierogi que cualquier abuela polaca aplaudiría 😉

Estrena esta receta para acabar la Semana Santa con un planazo culinario o sírvela en cualquier día normal para que se convierta automáticamente en un momento de fiesta: ¡este es el poder de los pierogi!


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 1,5 h
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Harina de trigo: 700 g
  • Agua: 400 ml
  • Sal: 1 cucharadita
  • Huevo: 1
  • Aceite de oliva/ girasol: 3 cucharadas

PARA EL RELLENO:

  • Repollo liso: ¾ de uno mediano
  • Carne picada (vacuno/cerdo/mixta): 400 g
  • Panceta curada salada/Bacon ahumado: 80 g
  • Mantequilla/Margarina/Aceite: unas cucharadas
  • Cebolla: 1 pequeña
  • Mejorana: al gusto
  • Cubito de caldo/Sal: al gusto
  • Pimienta: al gusto

Realización

Empieza preparando el relleno.

Limpia la cebolla y pícala en cubitos pequeños. Pica también la panceta en cubitos pequeños o pequeñas tiras. Coge el repollo, elimina las hojas exteriores si es necesario y luego, utilizando una mandolina o un cuchillo grande de lama lisa, saca unas láminas de unos 2-3 mm (como si lo cortases en juliana).

En una olla, pon una cucharada de mantequilla/margarina/aceite y vierte el repollo laminado. Sazona con el cubito de caldo, la mejorana y la pimienta. Vierte medio vaso de agua y remueve. Tapa y deja que se cocine a fuego mediano hasta que se ablande. Controla con frecuencia si hace falta más agua y remueve para que la cocción sea homogénea.

Mientras tanto, en una sartén deja que la panceta se dore y vuelva crujiente antes de añadir la carne picada. Sazona con cubito de caldo, mejorana y pimienta (aunque puedes añadir sazonadores para carne, si te gustan) y deja que la carne se cocine a fuego mediano-alto hasta coger un bonito color ligeramente marrón antes de apagar.

Cuando el repollo esté casi listo, quita la tapa y deja que todo el líquido evapore antes de incorporarlo a la sartén con la carne y mezclar. Deja enfriar en la sartén o transfiriendo el relleno en un bol frío para acelerar los tiempos.

Mientras el relleno se enfría, prepara la masa para los pierogi.

En un bol vierte la harina, la sal, el agua (mucho mejor si tibia), el aceite de oliva y los huevos previamente cascados en un pequeño bol y batidos ligeramente. Mezcla con tus manos en el bol hasta lograr una masa compacta, entonces amasa sobre la encimera ligeramente enharinada hasta lograr una masa lisa (puedes utilizar tu robot de cocina, si lo prefieres). Cubre la masa con un trapo limpio o ponlo en un recipiente hermético y deja reposar durante unos 15 minutos.

Cuando falte poco antes de que se acabe el cuarto de hora, vierte el relleno de carne y repollo en tu batidora y bate durante unos segundos para que los ingredientes se desmenucen un poco y sea más fácil rellenar los pierogi.
[Ojo: no te pases con el tiempo de batido porque no queremos un paté uniforme en el que ya no se puedan distinguir los ingredientes 😉 ]
Aparta el relleno de momento.

Coge un trozo de masa y deja el resto cubierto. Con tus manos, dale una forma aproximada de rectángulo aplastándolo sobre la encimera ligeramente enharinada. Empieza a laminar el rectángulo utilizando tu máquina para hacer pasta fresca o un simple rodillo de cocina. Asegúrate de que la masa esté en todo momento suficientemente enharinada por ambos lados, pues evitarás que se te pegue a la encimera o a los rodillos.
[Nota: Si utilizas máquina para hacer pasta, tal vez al principio necesites doblar la masa recién salida de la máquina sobre sí un par de veces, pues la presión excesiva de los rodillos sobre una masa inicialmente muy espesa puede devolverte unas láminas irregulares y poco lisas.]

Ajustando de forma progresiva el espacio entre los rodillos o la presión del rodillo de cocina, consigue una lámina de 1-2 mm de espesor (no más). Ahora utiliza un cortador de masa circular o un simple vaso (te sugiero un diámetro de 8 cm, aunque en Polonia también los puedes comer más grandes) para sacar cuantos más círculos posible de una lámina. Coloca los círculos sobre una encimera bien enharinada y junta la masa que te ha sobrado a la masa por laminar.

Ahora ha llegado la parte más divertida: ¡vamos a rellenar y sellar los pierogi! Déjate guiar por la gif que hay a continuación y por las instrucciones.

Cómo sellar los Pierogi polacos

Acerca el dedo índice y el pulgar de tu mano izquierda (la derecha si eres zurdo) dejando 1 cm de distancia entre los dedos. Coge un círculo y deposítalo de tal forma que su centro esté en el espacio entre los dedos. Con la otra mano coge una cucharadita de té abundante de relleno y deposítalo en el centro del círculo de masa, utilizando el dedo medio como soporte. Empieza a acercar los dos lados del pieróg moviendo y apretando ligeramente hacia arriba el índice y pulgar izquierdos. Aplasta ligeramente el relleno con la otra mano para que tenga la forma correcta y quede un espacio despejado para los bordes. Entonces sella una primera vez el pieróg apretando con el índice y pulgar de tu otra mano (la derecha) a lo largo de todo el borde de la media luna de tu raviolo. Para asegurarnos que la masa se quede bien pegada, vamos a repasar el sellado una vez más de la misma forma o haciendo un borde decorativo: empezando por el extremo derecho y yendo hacia el extremo izquierdo, empieza a apretar el borde deslizando simultáneamente el pulgar derecho hacia arriba y el índice derecho hacia abajo (mira el vídeo para ver la técnica), luego desplaza tus dedos unos mm más adelante y repite hasta acabar el borde. Por el otro lado del pieróg tendrás un borde muy bonito y un sellado hermético 😉
[Truco: si has sacado muchos círculos a la vez y no los has cubierto con un trapo húmedo o se están secando y no se pegan fácilmente, puedes untar una yema en agua y pasarla sobre el borde del círculo (en el lado donde pones el relleno, no el exterior) antes de sellar el pieróg.]

Coloca los pierogi preparados sobre una tabla de cortar de madera (u otra superficie no pegadiza) bien cubierta de harina para evitar que se te pegue y cúbrelos con un trapo limpio.

Pierogi polacos crudos
Pierogi polacos crudos

Acaba los círculos de la primera lámina, luego saca otra y vuelve a rellenar los círculos que has sacado para crear más pierogi. Te desaconsejo sacar de golpe todos los círculos para agotar la masa y rellenarlos después: la masa tiende a secarse antes de que termines.

Una vez que tengas todos los pierogi preparados, llena una gran olla de agua salada y espera a que hierva intensamente. Entonces crea un remolino en el agua removiéndola con una cuchara de madera y vierte con delicadeza una parte de los pierogi: así no se pegarán. Cuando empiecen a flotar, espera 30 segundos y sácalos, depositándolos en un colador colocado sobre un bol (así se escurrirán bien y el agua en exceso se quedará en el bol).
Vuelve a crear el remolino, a verter otra porción de pierogi y a cocinarlos hasta acabar todos.

Los pierogi ya preparados puedes, o bien emplatarlos directamente desde el colador o ponerlos en una fuente en la que habrás echado un buen chorro de aceite para evitar que se peguen entre sí, a la espera de emplatarlos cuando todos los pierogi estén cocinados.

Pierogi polacos hervidos (en la fuente)
Pierogi polacos hervidos (en la fuente)

Por último, queda por abordar la forma de servirlos: puedes servirlos recién hervidos o, por otra parte, hacer el paso extra de saltearlos en la sartén con un poco de mantequilla/margarina o aceite para que se forme una capa exterior crujiente. Lo más habitual es servirlos condimentados con abundante mantequilla/margarina en la que habrás dorado ligeramente un poco de cebolla cortada en juliana, aunque también puedes echar solo mantequilla/margarina.

Pierogi polacos salteados en la sartén
Pierogi polacos salteados en la sartén

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Conserva los pierogi hervidos en una bolsita o en un recipiente hermético durante 1 día en la nevera, recordando de rociarlos con un poco de aceite recién hervidos para evitar que se peguen entre sí.

Puedes congelar los pierogi hervidos y enfriados en bolsitas para el congelador y conservarlos durante algunos meses. Cuando quieras comerlos, sácalos unas horas antes para que se descongelen naturalmente y sea más fácil separarlos sin que se rompan. Para servirlos, caliéntalos en una sartén con mantequilla/margarina a fuego mediano al principio y luego deja que se forme la capa crujiente por fuera subiendo la temperatura, si necesario.

Tienes que probar los pierogi con otros rellenos también. Te sugerimos tanto los más clásicos, como otros fruto de nuestra fantasía:

  • relleno de patatas hervidas y machacadas, con queso fresco (requesón, ricotta o el original twaróg) o queso crema [versión conocida como pierogi ruskie];
  • relleno de patatas hervidas y machacadas, panceta crujiente/jamón ibérico crudo en cubitos y cebolla sofrita;
  • relleno de patatas hervidas y machacadas mezcladas con brócoli hervidos y batidos (y eventualmente panceta crujiente o queso fresco o curado rallado): aquí encuentras la receta exacta;
  • relleno de patatas hervidas y machacadas, queso crema y queso azúl/queso curado aromático rallado (Pecorino romano o Idiazábal);
  • relleno de repollo liso cocinado con cebolla y chutcrut;
  • relleno de repollo liso cocinado con cebolla y champiñones salteados y picados;
  • relleno de carne picada, cebolla salteada y setas salteadas y picadas;
  • relleno de inspiración italiana con espinacas salteadas y quesos blancos frescos (requesón, ricotta o feta).

Babka ziemniaczana – tarta «polaca» de patatas ralladas, carne y panceta

Presentación

Cuanto más se exploran las gastronomías de diversos países, tanto más se aprende lo transnacionales que son las recetas que se consideran emblemáticas de una nación y cómo todo lo bueno acaba siendo importado (o conservado) y versionado por nuestros vecinos.

La babka ziemniaczana («tarta de patatas» 🥔 en polaco) o rejbak, es una receta típica de las regiones polacas 🇵🇱 de Podlasie y Suwalszczyźna, que se conoce también con muchos (¡realmente muchos!) nombres diferentes en otras zonas de Polonia o por colectivos determinados, lo que revela mucho sobre los cambios de frontera y los flujos de personas que experimentó el país en los últimos siglos. Por ejemplo, es llamado kartoflarz en la región de Silesia (donde se nota la germanización de la palabra patatas, de ziemniaki a kartofle) o bulbynek por parte de los polacos originarios de Leópoli (hoy territorio ucraniano).

Otro nombre con el que este plato se conoce también en Polonia es kugiel, un nombre parecido a kugel, el utilizado por los judíos ashkenazi ✡️ (originarios de Alemania, Europa del este y Rusia) y también parecido al que los vecinos lituanos 🇱🇹 utilizan (kugelis) para etiquetar esta delicia que los polacos llevaron en su territorio durante los siglos en los que Polonia y Lituania estuvieron unificados (hasta 1795). Sin embargo, la tarta de patatas se encuentra en las gastronomías de otros países: me refiero a Bielorrusia 🇧🇾, otro país lindante donde se considera como plato tradicional nacional y donde conserva el nombre de babka de patatas.

Cada país o región aporta pequeñas variaciones a la receta, versionándolas como decíamos al principio. En términos de ingredientes, la base está siempre compuesta por patatas 🥔 crudas finamente ralladas, pero la fantasía y los gustos se imponen a la hora de determinar los demás: hay quien pone cebollas sofritas 🧅, quien panceta 🥓 salada frita o ahumada y cocida, quien diversos tipos de longaniza y quien carne picada. Dependiendo del cocinero, además, la consistencia varía: la muy curiosa textura que confieren las patatas ralladas en crudo y luego horneadas (que es agradablemente gomosa) puede resultar en una tarta más delicada o en una más compacta.

Sin más historia ni explicaciones os revelamos qué tipo de babka ziemniaczana os enseñamos a preparar hoy: en la nuestra habrá cebolla sofrita, panceta y carne picada bien sazonada (para que la mezcla recuerde un poco la longaniza)- Además, optaremos por una versión más delicada donde destaque la especial textura de los trocitos de patata (aunque reconocemos que hemos sido muy generosas con la cantidad de carne jeje).

Atrévete a degustar la babka ziemniaczana: ¡si tantas naciones y personas han decidido mantener y dar un lugar especial a esta receta, tendrá que ser necesariamente porque está deliciosa y adictiva! 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Patatas: 6-7 grandes (aunque puedes ser más abundante)
  • Carne picada/Longaniza: 400 g
  • Panceta salada curada/Bacon ahumado/Guanciale: 80 g
  • Cebolla: 1 mediana
  • Huevo: 1
  • Sal/Cubito de caldo: al gusto
  • Pimienta: al gusto
  • Mejorana/Tomillo: al gusto
  • Ajo deshidratado: al gusto
  • Jengibre: al gusto [opcional]
  • Aceite/Mantequilla/Margarina: 1 cucharada

Realización

Limpia la cebolla y pícala en cubitos de mediana dimensión. Pica la panceta salada en cubitos pequeños.

En una sartén, vierte la panceta picada y deja que se derrita y se vuelva crujiente. Cuando empieza a dorarse, añade la cebolla y deja que ésta se dore también. Retira la cebolla y la panceta, dejando cuanta más grasa posible en la sartén. Añade una cucharada de aceite y desmenuza sobre la sartén la carne picada. Sazona con el cubito de caldo (o la sal) y todas las demás especias (pimienta, mejorana, ajo y jengibre). Deja que la carne se cocine a fuego mediano-alto hasta que coja un bonito color marrón y una textura crujiente, antes de volver a incorporar la cebolla y la panceta. Mezcla, corrige el punto de sal y especias, si es necesario, y apaga.

Pela las patatas y lávalas bajo el agua. Si bien la versión origina de la receta indica que hay que rallar las patatas por la malla fina de un rallador, te aconsejo cortar las patatas en trozos y agilizar la tarea utilizando una batidora en la que añadirás, además, un poco de sal y un huevo. Tienes que lograr un compuesto uniforme, sin trozos y aireado.

Vierte el compuesto en un colador de malla fina colocado sobre un bol (quizás quieras hacerlo primero con la mitad de las patatas y luego con la otra), removiendo con una espátula o una cuchara para que el líquido en exceso acabe en el bol, que dejarás apartado y sin mover durante unos minutos.

Vierte las patatas escurridas en otro bol, agrégales la carne de la sartén y mezcla bien. Cuando hayan transcurrido unos 3-5 minutos desde que hayas colado el líquido de las patatas, inclina el bol sobre el fregadero para que el líquido de la superficie se caiga y se quede una sustancia blanca en el fondo del bol: es la fécula (almidón) de las patatas, que hay que recoger con una cuchara o espátula y agregar a las patatas para que ligue mejor los ingredientes. Mezcla bien.

Enciende el horno a 210ºC con modalidad ventilada, si la tienes, y mientras éste se calienta, coge dos moldes rectangulares de aprox. 30x10cm (o un único molde más grande de la forma que prefieras) y revístelos con papel para horno. Reparte el compuesto entre los dos moldes, tratando de esparcirlo uniformemente con una espátula o una cuchara sin dejar espacios vacíos y tratando de nivelar la superficie al final.

Hornea en horno ya caliente durante aprox. 45 min, aunque el tamaño y la forma del molde, así como el espesor (altura) de la masa pueden hacer variar bastante el tiempo de cocción. En todo caso, la superficie de la babka ziemniaczana tiene que estar muy bien dorada y la textura resultar compacta.

Saca del horno y espera unos minutos para retirar del molde.

Corta la babka en lonchas o trozos. Sírvela así, si te gusta más suave. o pásala durante unos minutos sobre una sartén caliente (con muy poco aceite) para que se cree una capa crujiente por todos los lados.
¡Nosotras aconsejamos probar las dos versiones, porque cada una es especial y deliciosa!

Babka ziemniaczana – tarta polaca de patatas y carne

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes personalizar la receta utilizando diferentes tipos de carne: experimenta con longanizas aromatizadas, carne picada de diversos animales, prueba con el bacon ahumado o incluso añade un toque español utilizando chorizo fresco o curado, dulce o picante.

Si quieres una babka más compacta, una que puedas cortar en lonchas más sutiles y bien firmes, añade a las patatas 2 cucharadas de fécula de patatas o almidón de maíz (Maizena) a las patatas ya escurridas.

Al día siguiente, la babka queda de maravilla si la cortas en trozos y la fríes en la sartén con un poco o en abundante aceite. 😉

Si te sobra o has preparado una doble porción, puedes congelar la tarta una vez que esté enfriada y la hayas desmoldado.

Zupa Szczawiowa – sopa polaca de acedera

Presentación

Una de las sopas 🥣 más típicas y con más personalidad de la cocina polaca 🇵🇱 es la Zupa Szczawiowa, una sopa que debe su nombre a su ingrediente estrella: el Szczaw, la planta conocida a los hispanohablantes como acedera común, vinagrera o Rumex acetosa.

Esta sopa se puede preparar con hojas frescas de esta planta 🥬, pero lo más habitual en Polonia es comprar tarros de acedera en conserva: esta opción es más cómoda porque se ahorra tiempo al cocinar y porque las conservas están a la venta en cualquier temporada. Este producto se puede encontrar habitualmente en las tiendas polacas en el extranjero o pedir por internet.

La Zupa Szczawiowa, debe sin duda su intenso color verde oscuro y el potente sabor ácidulo a la acedera, pero esta no es la única verdura presente en el plato. La sopa es muy rica de otras verduras también (apio, puerro, zanahorias, cebolla y patatas) y de aromas de la cocina polaca (el laurel o la pimienta de Jamaica). Acompaña esta delicia con los habituales gajos de huevos duros 🥚 y un poco de nata, que equilibran el plato.


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 30 min
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA SOPA:

  • Acedera común (Rumex acetosa) en conserva: 150-200 g
  • Zanahoria: 1 mediana
  • Cebolla: ½
  • Puerro: ½
  • Apio/raíz de apio: 1 tallo / 1 trocito
  • Caldo de carne o vegetal: 2 l
  • Hojas de laurel: 3
  • Pimienta de Jamaica (pimienta gruesa): 3 granos
  • Pimienta negra: al gusto
  • Sal: al gusto
  • Nata líquida: 4 cucharadas
  • Aceite/margarina/mantequilla: para el sofrito

EXTRAS HABITUALES:

  • Huevos cocidos (duros): 6
  • Patata cocida: 1 mediana

Realización

PREPARACIÓN DE LOS EXTRAS

  • Huevos: En una olla cubre completamente los huevos con agua fría y deja que se cocinen unos 11 minutos desde el momento en el que el agua hierve. Pasado ese tiempo, tira el agua caliente y cubre los huevos con agua fría para acelerar su enfriado. Quita la cáscara de los huevos y corta cada uno en 4 gajos.
  • Patatas: Pela las patatas. Puedes elegir si hervirlas y, cuando estén cocidas, cortarlas en cubitos o si rallarlas por la malla gruesa y cocinarlas en una sartén. En ambos casos se añaden al caldo después de la acedera.

PREPARACIÓN DE LA SOPA

Empieza a lavar y/o pelar las verduras frescas. Pica la cebolla y el apio finamente, corta el puerro por la mitad (en sentido de la largueza) y pícalo también. Ralla la zanahoria por la malla gruesa de tu rallador.

En una sartén añade una nuez de mantequilla/margarina o un chorrito de aceite y deja que la cebolla se poche a fuego mediano. A continuación, añade el apio y deja que se ablande, añadiendo un poco de agua si es necesario. Finalmente, agrega el puerro y la zanahoria, sofríe un poco (sigue añadiendo más de agua, si es necesario) y deja que se cocinen unos minutos más.

Vierte todas las verduras en una olla y cubre con todo el caldo. Añade la acedera directamente del tarro. Mezcla, [añade las patatas, si las vas a poner], añade las hojas de laurel y los granos de pimienta de Jamaica y sazona con pimienta negra y, eventualmente, sal. Deja cocinar durante 15 minutos con la tapa puesta. Cuando falte un minuto añade la nata y mezcla.

Emplata: vierte la sopa en los cuencos y añade los huevos cocidos.

Zupa Szczawiowa - sopa polaca de acedera
Zupa Szczawiowa – sopa polaca de acedera

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

La nata rebaja un poco la intensidad natural de la acedera, pero puedes prescindir de ella para versiones sin lactosa de la receta (o utilizar alternativas vegetales que no resulten dulces). Si quieres compensar esa acidez que no vas a rebajar, puedes reducir desde el principio la cantidad de acedera en unos 20 g y probar si quieres poner la cantidad entera.

No agregues nata a toda la sopa si no vas a consumirla entera y piensas conservarla en la nevera (puedes hacerlo durante 1 día). Es mejor añadir la nata solo a la parte de sopa que vas a consumir inmediatamente.

Prueba otras sopas tradicionales polacas: atrévete con el Żurek.

Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)

Presentación

Los polacos saben hacer dulces maravillas con la levadura de panadería y estos bollos son una de las pruebas que más te encantará «cotejar» para comprobar este hecho. 🇵🇱 😜

Las Drożdżówki z makiem son unos bollos mono-porción de masa brioche con un exclusivo relleno de semillas de amapola, uno de los ingredientes más refinados y costosos de la repostería polaca. El aroma de las semillas es inconfundible y queda realzado por un toque almendrado y cítrico: una mezcla perfecta para estrenar en estas fiestas.

Este goloso y saludable postre, gracias al reducido nivel de azúcares, (que puedes preparar sin lactosa) se presenta además de una forma muy cautivadora: una espiral muy peculiar que aprenderás a dominar gracias a las detalladas instrucciones y a las imágenes que te guiarán en todo momento, para que puedas lucir tu talento al ofrecer cada bollo. 😉


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 2h 30min
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 16 bollos rellenos (11 cm de diámetro cada uno)

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Harina de fuerza: 400 g (sustituible en todo/en parte por harina de todo uso)
  • Huevos: 3 medianos
  • Mantequilla o margarina: 90 g
  • Leche de vaca o vegetal: 110 g
  • Azúcar: 100-140 g (dependiendo de lo dulce que te guste)
  • Levadura fresca/congelada: 15 g (sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas por su fabricante)
  • Sal: 1 pizca
  • Aroma: 2 ml (sabor vainilla, ron, mantequilla, nata)

PARA EL RELLENO:

  • Semillas de amapola: 150 g (ya molidas o enteras)
  • Huevo: 1 mediano
  • Almidón de maíz/Maizena: 1 cucharada
  • Leche de vaca o vegetal: 4 cucharadas (solo si utilizas semillas molidas)
  • Miel: 1 cucharada y 1 cucharadita
  • Aroma: 1 ml (sabor almendra)
  • Ralladura de la cáscara de 1 limón

PARA EL BARNIZ:

  • Huevo: 1 mediano
  • Leche de vaca o vegetal: 3 cucharadas

Realización

Empieza preparando la masa.

Calienta la leche para que esté tibia y disuelve en ella la levadura troceada.

En un bol grande, vierte la harina, el azúcar, la sal, la mantequilla, la leche con la levadura disuelta, el aroma y casca los huevos. Mezcla todo con tu robot de cocina o manualmente hasta lograr una masa lisa (que es naturalmente pegajosa) y, a partir de ese momento, sigue amasando durante unos 5 minutos para conferir elasticidad a la misma.

Cubre con un trapo limpio o película transparente y deja que repose 1 hora en un lugar caliente.

Mientras tanto, prepara el relleno.

  • Si utilizas semillas de amapola ya molidas (opción más rápida):
    Vierte las semillas en un bol, añade 1 cucharada de miel, la ralladura de limón, el aroma, la leche, mezcla y aparta hasta que falten unos 5 minutos para que la masa esté lista.
  • Si utilizas semillas de amapola enteras:
    Pon las semillas a remojo en agua (o leche, si lo prefieres) en una olla y mezcla bien. Elimina las eventuales impurezas que floten en la superficie y pon a hervir a fuego mediano durante 20 min, removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo, escurre las semillas utilizando un colador de malla fina. Vierte las mismas en tu batidora y deja que se molan durante unos 5 minutos o, alternativamente, pásalas 3 veces por una malla fina de tu picadora de carne. Entonces vuelve a poner las semillas en el bol y añade una cucharada de miel, la ralladura de limón, el aroma, mezcla y aparta hasta que falten unos 5 minutos para que la masa esté lista.

Cuando falte poco para que la masa esté lista, divide la yema de las claras y pon cada una en un bol distinto. Bate las claras a punto de nieve con tu batidor de varillas manual o eléctrico (están en su punto cuando te salen unas cimas al mezclar y deberías poder dar la vuelta al bol sin que las claras se caigan ). Añade una cucharadita de miel a las claras y bátelas hasta lograr un compuesto claro y aireado.

Vierte las yemas en el bol con las semillas de amapola y mezcla bien. Finalmente, añade también las claras y mezcla delicadamente para repartir uniformemente. Aparta el relleno.

Cubre dos bandejas para horno con papel para horno y vuelve a coger la masa.

Vierte la masa sobre la encimera bien enharinada, esparce abundante harina por encima de la masa también y amasa para lograr una bola uniforme. Divide en 8 porciones iguales. Coge una porción y cubre las otras con un trapo limpio.

Vuelve a enharinar bien la encimera, coloca la masa encima y esparce harina sobre ésta última. Con un rodillo de cocina, extiende la masa hasta lograr aproximadamente un cuadrado (de unos 22 cm de lado) de unos 4 mm de espesor. Divide el cuadrado en dos rectángulos iguales cortando por la mitad con un cuchillo (de lama lisa) o un cortador para pizza.

Aparta uno de esos rectángulos (asegurándote que debajo la encimera sigue enharinada) y coloca, con la ayuda de una cucharadita, una raya de relleno de amapola a lo largo de uno de los lados más largos del rectángulo, dejando unos 5-8 mm de borde despejado (tanto abajo como lateralmente). Para orientarte mejor fíjate en la imagen que hay a continuación.

Procedimiento para los bollos polacos rellenos de semillas de amapola

Utilizando un cuchillo o el cortador para pizza realiza unos cortes paralelos entre sí que empiezan desde la mitad de la masa (y a no menos de unos 2-3 cm desde el relleno) y que confieren a la masa el aspecto de un peine. La distancia entre un corte y el otro no tiene que ser perfectamente igual, pero trata de dejarla en 1-1,5 cm [fase 1 de la imagen].

A continuación coge el borde inferior de la masa, dóblalo con cuidado sobre el relleno y séllalo tanto por arriba como por los lados para que las semillas no se salgan [fase 2 de la imagen].

Ahora enrolla el relleno sellado sobre la masa, deslizando con ambas manos hacia arriba hasta llegar a sobreponer el rollo sobre el borde del peine. Entonces empieza a enrollar la serpiente de masa en espiral, asegurándote de poner la parte en la que sobresale el borde de la capa inferior en el interior de la espiral [fase 3 de la imagen].

Termina de enrollar en espiral toda la serpiente de masa y cógela con delicadez para colocarla sobre la bandeja para horno: al hacerlo, coloca el extremo final del rollo que sobresale al exterior y colócalo debajo de la espiral, para que te quede un bollo redondo en la cocción [foto del resultado a continuación].

Bollo polaco con semillas de amapola sin barniz

Repite los últimos pasos con el otro rectángulo para sacar otro bollo y, después, haz lo mismo con otra porción de masa. No te olvides: cada porción de masa te da para 2 bollos (pues sacas 2 rectángulos de cada cuadrado de masa), por lo que acabarás teniendo 16 bollos rellenos. 😉

Al colocar los bollos en la bandeja bastante espacio entre uno y el siguiente (no menos de 6 cm) porque van a crecer fuera y dentro del horno y no queremos que se peguen.

Al finalizar, notarás que los primeros bollos han tenido la ocasión de leudar más y aumentar su volumen. Puedes dejar que los bollos reposen unos 15 minutos más o encender ya el horno llegue a 180ºC (con modalidad ventilada si la tienes).

En un bol pequeño bate un huevo con un tenedor, añade 3 cucharadas de leche y mezcla. Esparce esta mezcla sobre la superficie de los bollos utilizando un pincel de silicona u otro apto para cocina: este paso aportará un barnizado lúcido y apetecible a tus bollos, pero que no hará que la superficie se queme antes de que el postre esté cocido. 😉

Si quieres que la segunda bandeja tenga el mismo tiempo para leudar que la primera, hornea la primera bandeja sola y después la otra, aunque puedes hornear ambas a la vez sin problemas.

Hornea hasta que la superficie de los bollos quede bien dorada o ligeramente marrón.
[Truco: Cambia la posición de las bandejas o gira/cambia la posición de los bollos con una paleta de cocina si notas que la cocción no es uniforme.]

Deja que se enfríen un poco antes de servir.

Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)
Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes enriquecer el relleno con fruta seca picada muy finamente: almendras, nueces, albaricoques, higos, uvas pasas. Si decides hacerlo, reduce la cantidad de amapola para compensar el volumen de la fruta seca.

Puedes añadir un zig zag de glaseado real (= azúcar glas mezclado con suficientes gotas de limón para lograr una consistencia líquida) o esparcirlo directamente con un pincel de cocina sobre la superficie del bollo enfriado. Si quieres decorarlo aún más, esparce unas semillas de amapola encima cuando el glaseado esté aún húmedo.

Conserva durante 3 días bajo una campana de vidrio o en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable). Guarda en la nevera si hace calor.

Puedes calentar 1 bollo en el microondas durante unos 10-15 segundos a máxima potencia (800 W) si quieres que la masa vuelva a ser súper suave y como recién horneada.

Paszteciki – Tapas polacas de masa brioche con relleno de carne y repollo

Presentación

España es el país por excelencia del picoteo y de las tapas, ¡pero Polonia tiene sus ases en la manga también! 😎 🇵🇱

Los Paszteciki, literalmente «pequeños patés» en referencia a su relleno, son unas tapas de suavísima masa brioche (que puedes preparar también sin lactosa) que encierra una mezcla fina de crujiente panceta, carne picada y repollo, siendo este último uno de los ingredientes clave de la cocina polaca.

Los Paszteciki son perfectos para picar algo con una cerveza 🍻 o para servir como entremés. Al poderse servir fríos, puedes prepararlos con varias horas de antelación. Además, aunque la receta en sí requiera un poco de tiempo, la mayor parte es tiempo de reposo para la masa que lleva levadura fresca, así que podrás aprovecharlo para cocinar algo más o para relajarte.

¡Ponte ya el delantal!: con estas instrucciones súper detalladas vas a presentar un plato que parecerá haber sido preparado por una auténtica abuela polaca. 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 2h 30min
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Harina de fuerza: 250 g (sustituible por harina de trigo o mitad y mitad)
  • Leche de vaca o vegetal: 50 g (si no tienes, utiliza agua)
  • Huevos: 2 medianos
  • Levadura fresca: 7 g (tipo saccaromices cerevisiae)*
  • Mantequilla/Margarina: 45 g
  • Sal: 1,5 cucharaditas

* Puede sustituirse por levadura seca en las proporciones indicadas por el fabricante en la confección.

PARA EL RELLENO:

  • Repollo liso: ¼, si es de tamaño mediano (puedes sustituir una parte por chutcrut)
  • Carne picada (de cerdo/vacuno/mixta): 250 g
  • Panceta salada/Bacon ahumado: 50 g (2-3 tiras)
  • Cebolla: ⅓
  • Aceite de oliva: unas cucharadas
  • Mejorana: al gusto
  • Pimienta: al gusto
  • Cubito de caldo: al gusto

PARA UNTAR LA SUPERFICIE ANTES DEL HORNEADO:

  • Huevo: 1 mediano
  • Leche de vaca/vegetal: 2 cucharadas (puede suprimirse y hacer solo huevo)

Realización

Empieza preparando la masa.

En un bol grande tamiza la harina, casca los huevos y añade la sal y la mantequilla/margarina troceada, que debe estar bien blanda (pero no derretida) para que puedas incorporarla bien a la masa.
[Truco: La margarina para untar suele tener ya la consistencia perfecta aunque haya salido de la nevera. Si vas a utilizar mantequilla que tenías guardada en la nevera y tienes prisa, calienta unos trozos durante unos 10 segundos en el microondas a máxima potencia, pero vigilando que no se derrita 😉 ]

Calienta la leche para que sea tibia (no la calientes hasta el punto de que te quema la piel, si pones un dedo en el vaso). En la leche disuelve la levadura troceada (fresca o congelada) o seca.
[Truco: para no matar a los organismos de la levadura y para evitar que ésta pierda su capacidad de levantar la masa no hay que pasarse con la temperatura de la leche. Sin embargo, el hecho de que sea un poco caliente va a ayudar a que crezca mejor y más rápidamente].

Vierte la levadura disuelta en en el bol con los demás ingredientes y amasa a mano o en tu máquina durante unos 5-10 minutos: esto te permitirá trabajar el gluten y lograr una masa homogénea y elástica. Deja reposar la masa, tapada con un trapo y en un sitio caliente, durante un mínimo de 1 hora (aunque puedes llegar a 2 horas y, cuanto más repose, mejor).

En la espera, prepara el relleno, que así tendrá tiempo de enfriarse.

Limpia la cebolla y pícala finamente. Corta unas lonchas de panceta y pícala también finamente. Limpia el repollo eliminando las hojas exteriores deterioradas o secas, elimina partes oscurecidas y pícala en juliana.

En una sartén cocina a fuego alto la panceta salada hasta que esté crujiente. Añade la carne picada, la mejorana y la pimienta y deja que se dore. Si hace falta, añade un poco de aceite, aunque la panceta suelta ya su grasa al cocinarse. Prueba si está bien de sal (ojo porque la panceta está salada) y, si hace falta más, añade un poco de cubito de caldo (o simplemente sal). Aparta.

En una olla vierte un chorrito de aceite, la cebolla y sazona con un poco de pimienta, mejorana y cubito de caldo. Deja que la cebolla se dore y entonces añade el repollo picado y medio vaso de agua. Remueve y tapa. Vigila la olla: remueve con frecuencia y controla que no haga falta añadir más agua para evitar que se te queme. Cuando notes que el repollo se ha ablandado, quita la tapa y deja que el agua evapore.

Como paso opcional que hará más fácil trabajar con la masa y sacar tapas, vierte la carne picada y el repollo en tu batidora y deja que bata durante unos 10-20 segundos: buscamos una textura más fina, sin llegar a un paté completamente liso. Deja que el relleno se enfríe.

Una vez transcurrido el tiempo de reposo de la masa, notarás que ha más que duplicado su volumen. Ahora coloca la masa sobre tu encimera enharinada y trabájala con tus manos para lograr una bola uniforme. Si se te pega excesivamente a las manos y no puedes trabajarla, añade unas cucharadas de harina y sigue trabajando: esto puede pasar porque las harinas difieren en humedad y calidad. Sin embargo, no añadas más de unas 4 cucharadas y opta por enharinar la encimera y la superficie de la masa, más que hacer absorber más harina a la masa en sí.

Utilizando un rodillo, extiende la masa hasta lograr un rectángulo de unos 5-8 mm de espesor.
[Ojo: no te olvides de enharinar bien tanto la encimera como la superficie de la masa para que no tengas problemas en pasar el rodillo y en retirar la masa luego.]
Coloca el relleno en uno de los lados más largos del rectángulo de masa: crea una «serpiente» de relleno, dejando el margen exterior del rectángulo despejado para que te resulte más fácil enrollar (mira la imagen más abajo).

Entonces empieza a cubrir el relleno con la masa y a enrollar un poco más para que el punto de sellado esté por debajo del pasztecik y cubierto con masa, para que no se abra durante el horneado (mira la siguiente imagen que representa la sección de un pasztecik).

Corta la masa rozando el borde de la serpiente de masa (correspondiente a la línea blanca intermitente de la primera figura) y luego divide cada rollo en paszteciki de unos 3 cm de largo aproximadamente.

Coloca los paszteciki sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno y deja que reposen unos 20 minutos más cubiertos con el mismo trapo de antes.

Cuando falten unos 5 minutos, enciende el horno a 180ºC y deja que se vaya calentando. Mientras tanto, en un cuenco pequeño casca un huevo y añade dos cucharadas de leche de vaca o vegetal (o prescinde de la leche) y bate con un tenedor. Retira el trapo y, utilizando un pincel de silicona u otro apto para la cocina, esparce la mezcla de huevo encima de los paszteciki hasta cubrir toda la superficie.
[Truco: este paso te permite lograr una masa de aspecto muy apetecible después del horneado. Si saltas este paso la masa quedará muy mate. Si solo utilizas huevo, se pondrá dorada muy rápidamente y la superficie podría quemarse antes de que la masa esté lista. Mezclar leche y huevo te permite dar un poco de color y brillo a la masa, sin arriesgarte a que coja un color muy marrón. 😉 ]

Hornea hasta que los paszteciki estén bien dorados.

Extrae del horno. Deja enfriar unos minutos y sirve.

Paszteciki - Tapas polacas de masa brioche con relleno de carne y repollo
Paszteciki – Tapas polacas de masa brioche con relleno de carne y repollo

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Prueba a sustituir una parte de repollo por un poco de chutcrut: es una versión también popular en Polonia. Degusta también estas tapas variando los rellenos:

  • carne picada, panceta y setas;
  • setas y repollo (eventualmente con extra de chutcrut);
  • carne picada, chorizo salteado y tomates secos;
  • carne picada, pimientos del piquillo/pimientos salteados y cebolla caramelizada.

Conserva durante 3 días bajo una campana de vidrio o en una bolsita de plástico. Guarda en la nevera si hace calor.

Puedes decorar la superficie de los paszteciki con semillas de comino, amapola o sésamo después de las pinceladas de huevo batido con leche: ¡quedan muy bonitas! 😉

Bizcocho polaco con ciruelas y streusel – con levadura fresca (Ciasto drożdżowe)

Presentación

Los bizcochos polacos son muy variados en términos de tipos y sabores, aunque sin duda uno de mis favoritos es este suavísimo bizcocho con levadura fresca, ciruelas y streusel, cuyo nombre original es ciasto drożdżowe ze śliwkami i kruszonką. 🍰

La masa es muy suave y esponjosa y uno de sus puntos de fuerza es que al día siguiente no tiende a secarse tanto como muchas otras versiones: se queda hidratado.

Aunque puedas utilizar diversos tipos de fruta, la combinación de las ciruelas, con su punto agrio y firmeza, y del streusel, con su punto dulce y textura crujiente y al mismo tiempo suave, es exquisita.

Una vez horneado, utilizarás este saludable bizcocho para tus meriendas, tus desayunos y cualquier otra ocasión que tengas para picar porque es adictivo. 🤩


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 2h 30min
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Leche (de vaca/vegetal): 1 vaso
  • Aceite de girasol: 1 vaso
  • Huevos: 4 medianos
  • Azúcar: ¾ vaso
  • Levadura fresca: 1 cubito (= 25 g; tipo saccaromyces cerevisiae)*
  • Harina de fuerza: 4 vasos (puedes utilizar la normal, si no tienes la de fuerza, o hacer mitad y mitad)
  • Aroma: 2 ml (vainilla, mantequilla o ron)
  • Sal: 1 pizca

*sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas en la confección por el fabricante.

PARA DECORAR:

  • Harina: 100 g
  • Mantequilla/Margarina: 60 g
  • Azúcar: 50 g
  • Aroma: unas gotas (vainilla, mantequilla o ron)
  • Ciruelas: 6-8

Realización

En un bol grande, casca los huevos y vierte el azúcar y el aroma. Bate hasta lograr un compuesto espumoso.

Calienta un poco la leche.
(Ojo: la leche no debería quemarte si entra a contacto con tu piel: si lo hace, vas a anihilar la levadura, así que tienes que esperar a que se enfríe un poco).
Trocea la levadura fresca (o congelada) y disuelvela en un poco de leche.

Añade al compuesto de huevos lo que sobra de leche, la levadura disuelta y el aceite. Mezcla.

Ahora tamiza la harina encima de la mezcla de líquidos y mezcla todo hasta lograr una masa homogénea. Puesto que la masa tiene una consistencia suficientemente líquida, puedes utilizar un batidor de varillas.

Deja reposar durante 1,5 h en un sitio tibio-cálido, cubriendo el molde con un trapo limpio (sin que entre a contacto con la masa).

En la espera, prepara el streusel: en un bol vierte la mantequilla/margarina, el azúcar y un poco de aroma y remueve con una espátula para repartir bien los ingredientes. Entonces vierte la harina encima y sigue mezclando hasta lograr una consistencia uniforme. Aplasta bien el streusel para compactarlo y deja que repose en la nevera.

Cubre un molde grande (para orientarte: si es rectangular 34x22cm y si es circular 27cm Ø) con papel vegetal y vierte allí la masa. No deberías llenar el molde más de la mitad de su altura: tanto durante la fermentación como durante su cocción, la masa va a subir mucho.

Pasado ese tiempo, enciende el horno y deja que llegue a 180ºC.

Bizcocho polaco con ciruelas y streusel antes de hornear
Bizcocho antes de hornear

Mientras tanto, empieza a lavar las ciruelas y a cortarlas en gajos de unos 5-8 mm de espesor o, si lo prefieres, en mitades. Remueve el trapo: la masa habrá más que duplicado su volumen. Ahora cubre la superficie con ciruelas, apretando ligeramente cada gajo para fijar su posición.

Saca el streusel de la nevera y del bol apriétalo bien para compactarlo. A continuación, rállalo por la malla gruesa de tu rallador. Esparce el streusel sobre el bizcocho tratando de hacerlo de forma bastante uniforme.

Hornea durante aproximadamente 45 min.
[Ojo: los tiempos de horneado varían dependiendo del horno, por lo tanto es conveniente efectuar la prueba del palillo para controlar que esté listo → clava en el centro del bizcocho (donde no haya fruta) un palillo de madera: si sale limpio, puedes sacar el bizcocho del horno].

Deja enfriar antes de desmoldar y cortar.

Bizcocho polaco con ciruelas y streusel - con levadura fresca (Ciasto drożdżowe)
Bizcocho polaco con ciruelas y streusel – con levadura fresca (Ciasto drożdżowe)

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes preparar este bizcocho con la fruta que prefieras (arándanos, frambuesas, fresas, etc.), aunque tienes que probar esta versión light y veraniega con melocotones y almendras (sin streusel) 😉

Si lo prefieres, puedes desmenuzar el streusel a mano: es la forma más sencilla y se utiliza mucho, aunque quedan trozos de diferentes tamaños y no cubres la superficie de forma tan uniforme que al rallar todo y esparcirlo después.

Conserva el bizcocho en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable) o bajo una campana de vidrio. Guárdalo en la nevera si hace calor: así evitas que la fruta se deteriore y que el bizcocho se seque.

El streusel (o kruszonka) está en su punto más crujiente al salir del horno y se ablanda naturalmente un poco con el paso del tiempo. A diferencia de otras preparaciones con masa de brioche, no te aconsejo calentar el bizcocho al microondas porque la mantequilla del streusel se ablanda y pierdes completamente la textura crujiente (aunque, si no te importa puedes hacerlo 😉 ).

Bizcocho polaco con levadura fresca, melocotones y almendras – ciasto drożdżowe

Presentación

¿Has preparado alguna vez un bizcocho con levadura de panadería… esa fresca que encuentras en cubitos? ¿¡No?! ¡Hay que solucionarlo inmediatamente!

Si nunca has probado un bizcocho de este tipo no sabes realmente lo que te estás perdiendo… la increíble suavidad de la masa recién salida del horno se puede comparar con una nube y los melocotones frescos de finales de temporada aportan su aroma y dulzura y se mezclan con el toque crujiente de las almendras.

Disfruta de este bizcocho ligero con tus desayunos, acompañado por una taza de leche, o durante la merienda o una pequeña pausa café… y verás como desaparece rápido 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 50 minutos (+1 h de reposo)
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Leche (de vaca/vegetal): 1 vaso
  • Aceite de girasol: 1 vaso
  • Azúcar: ¾ vaso
  • Huevos: 4 medianos
  • Levadura fresca: 1 cubito (= 25 g; tipo saccaromyces cerevisiae)*
  • Harina de fuerza: 4 vasos (puedes utilizar la normal, si no tienes la de fuerza)
  • Sal: 1 pizca
  • Aroma: 2 ml (vainilla, mantequilla o ron)
  • Melocotones/Nectarinas: 2 grandes
  • Almendras en láminas: al gusto

*sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas en la confección por el fabricante.


Realización

Bate los huevos con el azúcar y el aroma hasta lograr un compuesto espumoso.

Calienta un poco la leche. Disuelve la levadura fresca troceada en un poco de ella.

Añade al compuesto de huevos la leche con levadura, el resto de leche y el aceite. Mezcla.

Tamiza la harina en el bol y mezcla todo hasta lograr una masa elástica y homogénea.

Cubre un molde (de unos 26 cm de diámetro) con papel vegetal y vierte allí la masa.

Deja reposar durante al menos 1 hora (incluso 1,5 h) en un sitio tibio-cálido, cubriendo con un trapo limpio.

Cuando falten unos minutos, enciende el horno, para que se vaya calentando a 180ºC. Asimismo, empieza a lavar los melocotones y a cortarlos en trozos.

Remueve el trapo: la masa habrá más que duplicado su volumen. Coloca la fruta por encima y esparce las láminas de almendras. Hornea durante aproximadamente 45 min.

[Ojo: los tiempos de horneado varían dependiendo del horno, por lo tanto es conveniente efectuar la prueba del palillo para controlar que esté listo → clava en el centro del bizcocho (donde no haya fruta) un palillo de madera: si sale limpio, puedes sacar el bizcocho del horno].

Bizcocho polaco con levadura fresca, melocotones y almendras - ciasto drożdżowe
Bizcocho polaco con levadura fresca, melocotones y almendras – ciasto drożdżowe

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes utilizar otros tipos de fruta para este bizcocho: ciruelas, ruibarbo, fresas, melocotones en almíbar, todo tipo de frutos rojos, etc…

Puedes añadir por encima de la fruta un poco de lo que los polacos llaman kruszonka y los alemanes streusel: es una especie de crumble de harina (100 g) con azúcar (50 g) y mantequilla fría o margarina sin sal (60 g) que aportará mucho gusto y textura al postre.

Personalmente, me encanta recién salido del horno porqué es muy suave y tibio, así que recomiendo calentar cada porción durante unos 10 segundos en el microondas antes de servir para obtener el mismo efecto, aunque es cuestión de gustos y es delicioso frío también.

Si quieres llevar este postre a niveles estelares, puedes cortar el bizcocho por la mitad, en sentido horizontal, y untar con confitura casera de melocotones… pero ten cuidado: el bizcocho se hace aún mas peligrosamente adictivo 😉

Piernik – bizcocho especiado polaco

Presentación

♪ ♬ ¡Navidad, Navidad, dulce Navidad! ♪ ♬

Ya lo dice el villancico: la Navidad debe ser dulce… ¿y que mejor forma de hacerlo que preparar un bizcocho?

Este bizcocho es muy especial, es una receta navideña polaca (de aquí el nombre Piernik) y lleva una mezcla de especias nórdicas (que puedes preparar tu mism@) y que le confiere un sabor inconfundible y expande en toda casa un olor muy festivo al hornearse.

Esta es una versión sprint del clásico Piernik Staropolski («a la antigua manera polaca»), y afortunadamente esta receta no requiere que la masa madure durante semanas o meses para absorber todos los aromas de los ingredientes: es perfecta para prepararla en una hora libre y dejarse llevar en un viaje sensorial hacia los países nórdicos y los del este Europeo, que comparten versiones de este bizcocho.


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Miel: 1 vaso (como referencia: vaso de 200 ml)
  • Azúcar: 3/4 partes de vaso
  • Mantequilla: 50 g
  • Huevos: 4 medianos
  • Café (espresso/soluble): 1 vaso
  • Harina de trigo: 4 tazas
  • Especias nórdicas: 30 g (mezcla de canela, jengibre, clavos de olor, pimienta, cardamomo, nuez moscada, etc…)
  • Levadura química: 2 cucharaditas abundantes
  • Mezcla de fruta seca (uvas pasas, nueces, albaricoques, almendras, higos): 100-150 g
  • Aroma: 2 ml (naranja – opcional)

PARA EL GLASEADO:

  • Azúcar glás
  • Zumo de limón
  • Almendras molidas

Realización

piernik bakalie.JPG

Pica la fruta seca.

En una olla, derrite la miel con el azúcar granulado. Añade el vaso de café y la mantequilla y mezcla todo hasta que se derrita. Aparta y deja enfriar.

Cuando se haya enfriado, añade la harina tamizándola con la levadura química y los demás ingredientes, excepto por los frutos secos. Mezcla hasta lograr una masa homogénea.

Une la fruta seca a la masa y mezcla para repartir uniformemente.

Cubre dos moldes rectangulares de 20×10 cm aproximadamente con papel vegetal y vierte mitad de la masa dentro de cada uno de ellos.

Hornea en horno ya caliente a 180°C durante aprox. 45-60 min (los tiempos de horneado varian dependiendo del horno).

(Truco: para saber si el bizcocho está listo, haz la prueba del palillo: clava un palillo de madera en varios puntos del centro del bizcocho y, si al sacarlo, no se ha pegado la masa al mismo, sino que ha salido limpio, puedes extraer del horno).

Deja enfriar el bizcocho y en la espera, prepara el glaseado.

En un pequeño bol vierte 4-5 cucharadas de azúcar glás y exprime un poco de zumo de limón. Mezcla con una cuchara y añade un poco más de zumo hasta lograr un fluido denso, pero que puedes extender sobre la superficie de los bizcochos.

(Nota: es conveniente añadir poco líquido a la vez, porque no hace falta mucho para lograr la consistencia correcta, y así no hay desperdicio o no tienes que añadir más azúcar del que te hará falta)

Si la cantidad no te resulta suficiente o quieres una capa menos fina de glaseado, vuelve a preparar más, siempre.

Extiende el glaseado por encima y esparce almendras molidas.

Piernik - bizcocho especiado polaco
Piernik – bizcocho especiado polaco

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Aunque parezca que va a ser muy dulce por la cantidad de miel y azúcar, te garantizo que no es así 😉     Sin embargo, si prefieres ahorrarte alguna caloría, puedes reducir el azúcar a 1/2 vaso.

Si te eres amante del café, puedes incluir en el vaso unas cucharaditas de café molido empleadas en la infusión del mismo: así tendrás unos minúsculos gránulos de café que aportarán su aroma y textura a la masa.

Este bizcocho, gracias a sus especias, aguanta incluso una semana bajo una campana de cristal o en una bolsita de plástico.

Kluski sląskie – ñoquis silesianos – con Gulash aromatizado con setas

Presentación

Los kluski sląskie son unos ñoquis tradicionales polacos, precisamente de las regiones de la Alta y Baja Silesia.

Realizados a partir de patatas, se caracterizan por una cavidad en la parte superior que permite recoger eficazmente todo el jugo de la carne o la salsa con las que se suelen acompañar.

Esta vez, prepararemos este plato con un gulash, un estofado de cerdo aromatizado con setas.


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 30 min
  • Coste: normal
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

KLUSKI SLĄSKIE:

  • Patatas: 600 g
  • Fécula de patatas*: [ver el procedimiento]
  • Sal: al gusto

*sustituible por almidón de maíz

GULASH:

  • Lomo de cerdo: 800 g
  • Cebolla: 1 grande
  • Setas secas: 50 g
  • Fécula de patatas: lo suficiente
  • Aceite de oliva: lo suficiente
  • Sal: al gusto
  • Pimienta: al gusto
  • Laurel: 2 hojas
  • Orégano: al gusto
  • Caldo: 500 ml

Realización

Empieza preparando el gulash.

Pica la cebolla. Corta la carne en cubos, y sazona con sal y pimienta.

En una olla verte un poco de aceite y añade la cebolla. Cuando esté cuasi dorada pon la carne a cocinar. Añade el orégano y mezcla.

Cuando la carné esté dorada, añade el caldo, las setas secas picadas y las hojas de laurel. Tapa y deja cocinar unos 30 minutos.

En la espera, pela las patatas y déjalas hervir en agua salada hasta que estén blandas.

(Truco: para que las patatas se cocinen más rápidamente, puedes trocearlas).

Pasados los 30 minutos, quita la tapa al gulash y deja evaporar una parte del caldo que queda, para que haya suficiente líquido para la salsa y no demasiado.

Espesa con un poco de fécula de patatas disuelta en unos 50 ml de agua fría. Mezcla y deja cocinar unos 5 minutos más.

Ahora procede con los kluski sląskie.

 

Tritura las patatas escurridas como si fueras a hacer puré.

Compacta el puré de patatas en un bol y divídelo en 4 partes, trazando una cruz con el cuchillo. Extrae un cuarto de las patatas y compáctalo por encima de los restantes 3 cuartos.

Ahora coge la fécula de patatas (puede sustituirse sin problema por Maizena, pero la consistencia final será ligeramente distinta) y rellena el cuarto vacío hasta el nivel de las patatas.

(Nota: Así tendrás una proporción de 4:1, muy sencilla de mantener cuando quieras aumentar las porciones o disminuirlas 😉 )

Mezcla todo hasta obtener una masa compacta.

Ahora divide la masa en 4 partes y con cada una forma una serpiente de masa (diámetro aprox. de 2,5-3 cm ), enharinando ligeramente la encimera si necesario.

Con un cuchillo corta unos disquetes de 1-1,5 cm de ancho hasta terminar la masa.

En cada disquete crea una cavidad presionando un poco con tu pulgar en el centro.

Pon a hervir agua con sal. Cocina 1/3 de los ñoquis a la vez: tardarán aprox. unos 5 minutos. Cuando estén ya flotando desde hace un minuto, puedes escurrirlos.

Emplata los kluski sląskie y extiende por encima una abundante porción de gulash con su salsa.

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes espesar la salsa con otros ingredientes, en vez de la harina de patatas: con una patata hervida molida o con el sistema polaco de la zasmażka: añade a una cucharada de mantequilla derretida en una sartén, una cucharada de harina de trigo y mezcla enérgicamente hasta que la masa empiece a ser dorada y a burbujear; disuelve en el caldo.

Puedes emplear tanto carne de cerdo, como de ternera. Experimenta también con distintos cortes: el morcillo de ternera, la paletilla del cerdo, etc. 😉

Kompot de ruibarbo

Presentación

El kompot es una bebida muy saludable, realizada cocinando uno o más tipos de fruta en agua endulzada, hasta sacarle todo el sabor y aroma.

Es una bebida que se prepara a menudo en las casas polacas y en el oeste europeo, siempre a partir de fruta fresca de temporada y, a veces, con algunas especias.

En este periodo no se puede renunciar a un vaso de kompot de ruibarbo, un tallo rojo-verde muy popular en Polonia, Reino Unido y Estados Unidos, que confiere un peculiar color rosa a la bebida y un inconfundible sabor.

Este kompot se puede servir en muchas variantes, algunas más refrescantes y otras más otoñales: encuentras todas las ideas al final del post 😉


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Agua: 1 litro
  • Ruibarbo: 3-4 peciolos
  • Zumo de limón: 1 cucharadita
  • Azúcar: al gusto*

*sustituible por miel, edulcorantes, sirope de agave, etc.


Realización

kompot de ruibarbo.JPGLava los peciolos de ruibarbo y córtalo en trozos más pequeños (¡no utilices las hojas porque no son edibles!).

Cocina el ruibarbo así preparado en una olla con el agua y el azúcar.

Apaga el fuego y retira el ruibarbo cuando esté blando o, alternativamente, filtra todo.

Vierte el kompot en una jarra.

Añade el zumo de limón hasta lograr el nivel deseado de dulzura y mezcla.

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes añadir al kompot una manzana o fresas… son versiones deliciosas que merece la pena probar 😉

Si quieres una versión refrescante, puedes añadir cubitos de hielo y hojas de hierbabuena. Sirve fría.

Por otra parte, si prefieres una versión con sabor otoñal, incorpora algunas rodajas de jengibre, unos clavos de olor y un poco de cardamomo en la olla durante la cocción. Sirve caliente 😉