Zupa Szczawiowa – sopa polaca de acedera

Presentación

Una de las sopas 🥣 más típicas y con más personalidad de la cocina polaca 🇵🇱 es la Zupa Szczawiowa, una sopa que debe su nombre a su ingrediente estrella: el Szczaw, la planta conocida a los hispanohablantes como acedera común, vinagrera o Rumex acetosa.

Esta sopa se puede preparar con hojas frescas de esta planta 🥬, pero lo más habitual en Polonia es comprar tarros de acedera en conserva: esta opción es más cómoda porque se ahorra tiempo al cocinar y porque las conservas están a la venta en cualquier temporada. Este producto se puede encontrar habitualmente en las tiendas polacas en el extranjero o pedir por internet.

La Zupa Szczawiowa, debe sin duda su intenso color verde oscuro y el potente sabor ácidulo a la acedera, pero esta no es la única verdura presente en el plato. La sopa es muy rica de otras verduras también (apio, puerro, zanahorias, cebolla y patatas) y de aromas de la cocina polaca (el laurel o la pimienta de Jamaica). Acompaña esta delicia con los habituales gajos de huevos duros 🥚 y un poco de nata, que equilibran el plato.


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 30 min
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

PARA LA SOPA:

  • Acedera común (Rumex acetosa) en conserva: 150-200 g
  • Zanahoria: 1 mediana
  • Cebolla: ½
  • Puerro: ½
  • Apio/raíz de apio: 1 tallo / 1 trocito
  • Caldo de carne o vegetal: 2 l
  • Hojas de laurel: 3
  • Pimienta de Jamaica (pimienta gruesa): 3 granos
  • Pimienta negra: al gusto
  • Sal: al gusto
  • Nata líquida: 4 cucharadas
  • Aceite/margarina/mantequilla: para el sofrito

EXTRAS HABITUALES:

  • Huevos cocidos (duros): 6
  • Patata cocida: 1 mediana

Realización

PREPARACIÓN DE LOS EXTRAS

  • Huevos: En una olla cubre completamente los huevos con agua fría y deja que se cocinen unos 11 minutos desde el momento en el que el agua hierve. Pasado ese tiempo, tira el agua caliente y cubre los huevos con agua fría para acelerar su enfriado. Quita la cáscara de los huevos y corta cada uno en 4 gajos.
  • Patatas: Pela las patatas. Puedes elegir si hervirlas y, cuando estén cocidas, cortarlas en cubitos o si rallarlas por la malla gruesa y cocinarlas en una sartén. En ambos casos se añaden al caldo después de la acedera.

PREPARACIÓN DE LA SOPA

Empieza a lavar y/o pelar las verduras frescas. Pica la cebolla y el apio finamente, corta el puerro por la mitad (en sentido de la largueza) y pícalo también. Ralla la zanahoria por la malla gruesa de tu rallador.

En una sartén añade una nuez de mantequilla/margarina o un chorrito de aceite y deja que la cebolla se poche a fuego mediano. A continuación, añade el apio y deja que se ablande, añadiendo un poco de agua si es necesario. Finalmente, agrega el puerro y la zanahoria, sofríe un poco (sigue añadiendo más de agua, si es necesario) y deja que se cocinen unos minutos más.

Vierte todas las verduras en una olla y cubre con todo el caldo. Añade la acedera directamente del tarro. Mezcla, [añade las patatas, si las vas a poner], añade las hojas de laurel y los granos de pimienta de Jamaica y sazona con pimienta negra y, eventualmente, sal. Deja cocinar durante 15 minutos con la tapa puesta. Cuando falte un minuto añade la nata y mezcla.

Emplata: vierte la sopa en los cuencos y añade los huevos cocidos.

Zupa Szczawiowa - sopa polaca de acedera
Zupa Szczawiowa – sopa polaca de acedera

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

La nata rebaja un poco la intensidad natural de la acedera, pero puedes prescindir de ella para versiones sin lactosa de la receta (o utilizar alternativas vegetales que no resulten dulces). Si quieres compensar esa acidez que no vas a rebajar, puedes reducir desde el principio la cantidad de acedera en unos 20 g y probar si quieres poner la cantidad entera.

No agregues nata a toda la sopa si no vas a consumirla entera y piensas conservarla en la nevera (puedes hacerlo durante 1 día). Es mejor añadir la nata solo a la parte de sopa que vas a consumir inmediatamente.

Prueba otras sopas tradicionales polacas: atrévete con el Żurek.

Pasta all’Amatriciana

Presentación

La Pasta all’Amatriciana, que debe su nombre a la ciudad de Amatrice (Lacio), es un plato emblemático de la gastronomía italiana que podría considerarse como una evolución con tomate de la Pasta alla Gricia.

Como todas las grandes recetas tradicionales, esta también ha despertado muchos debates sobre los ingredientes que deberían utilizarse: ¿guanciale o panceta salada?, ¿Pecorino Romano o Parmigiano Reggiano?, ¿con o sin ajo o cebolla?. Nosotras somos partidarias de que explores las diferentes opciones objeto de debate para juzgar cuál es la mejor versión (lo que, obviamente, es una excusa para degustar varias veces esta delicia 😉 ).

De todos modos, sí hay cosas sobre las que nadie duda, como que este es un primer plato del que puedes presumir ante tus comensales: la Pasta all’Amatriciana deja siempre todos encantados gracias a la combinación de texturas y sabores y, además, se prepara con mucha rapidez y facilidad.


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 15 min
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Pasta larga o corta: 350 g
  • Tomate triturado: 500 g
  • Guanciale/Panceta salada: 150 g
  • Parmigiano Reggiano/Pecorino Romano: al gusto
  • Mantequilla/ Margarina: 1 cucharada [opcional]
  • Sal: al gusto
  • Pimienta: al gusto

Realización

En una olla grande pon a calentar agua con sal. Cuando hierva vierte la pasta que hayas elegido y, desde el principio, remueve con frecuencia para evitar que la pasta se pegue.

Mientras tanto, pica unas lonchas de guanciale o de panceta salada en tiras o cubitos. En una sartén vierte el guanciale y deja que se vuelva crujiente a fuego mediano. Cuando notes que el guanciale empieza a ponerse ligeramente dorado, añade el tomate triturado y mezcla. Prueba la salsa y sazona con pimienta (y, si te parece necesario, sal).
[Ojo: ten cuidado con la sal, puesto que tanto el guanciale como el queso que rallarás encima tienen bastante.]
[Truco: si quieres rebajar la acidez del tomate, añade una cucharada de mantequilla o de margarina 3/4 😉 ]

Escurre la pasta cuando esté lista y condimenta con la salsa Amatriciana.

Emplata y añade un poco más de salsa encima y queso Parmigiano Reggiano o Pecorino Romano recién rallado.

Pasta all'Amatriciana
Pasta all’Amatriciana

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Conserva la pasta all’Amatriciana en un contenedor hermético durante 1 día en la nevera.

Como avanzamos antes, existe debate sobre la procedencia de añadir a la receta cebolla picada o ajo triturado y salteada/o después de que la panceta esté dorada, o de conferir un toque picante al plato añadiendo guindilla molida. En esta versión no los pusimos, pero, sin duda, deberías experimentar con la receta hasta lograr la versión que más te gusta. 😉

Mini apple pies – mini tartas americanas con manzana y canela

Presentación

¿Qué agradable es cuando toda la casa huele a manzanas salteadas, al inconfundible aroma de la canela y a un toque cítrico? 🍎🍋

Es una combinación que reconforta durante estos días fríos del año y que te aporta incluso más alegría cuando está envuelta por unas crujientes y friables capas de masa quebrada (¡que puedes preparar con o sin lactosa!, eligiendo entre mantequilla, margarina o aceite).

Esta es justo la dulce delicia que os proponemos hoy para el desayuno o la merienda: unas mini tartas de manzana, inspiradas en la famosa apple pie americana 🥧 🇺🇸. El gustoso relleno de este postre queda envuelto de forma segura entre una base y una preciosa red de la consistencia de las galletas, para que te salgan porciones individuales fáciles de comer y llevar al trabajo o al cole. 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas (16 mini tartas)

Ingredientes

PARA LA MASA QUEBRADA (BRISÉE):

  • Harina de trigo: 300 g
  • Azúcar: 50 g
  • Huevos: 2 medianos
  • Mantequilla/Margarina: 115 g (sustituible por 100 ml de aceite de girasol)
  • Levadura química en polvo: 2 cucharaditas
  • Aroma: 1 ml (sabor vainilla o ron)

PARA EL RELLENO:

  • Manzanas: 3
  • Ralladura de 1 limón
  • Zumo de ⅓ limón
  • Canela: al gusto

Realización

Empezaremos por la masa.

En un bol mezcla todos los ingredientes secos y luego añade los demás ingredientes (es decir, los líquidos).
[Nota: Elige libremente si utilizar mantequilla, margarina o aceite, basándote en tus necesidades o preferencias: el resultado es igual de delicioso, friable y resultón. 😉 ]
Mezcla todo con tus manos o con tu robot de cocina hasta lograr una masa uniforme. Nada más alcanzar ese punto, deja de amasar para no cansar la masa.

Forma una bola de masa, ponla en un bol tapado o cúbrela con papel film, y deja que repose en la nevera mientras preparas el relleno.

Pela las manzanas, elimina el centro con las semillas y rállalas utilizando la malla gruesa de tu rallador. Vierte las manzanas en una sartén y enciende rápidamente el fogón a fuego medio-alto. Rocía las manzanas con el zumo de limón y mezcla frecuentemente para que el calor cocine las manzanas antes de que se oxiden. Ralla la cáscara de un limón previamente lavado por la malla fina de un rallador y añádelo a la sartén. Mezcla y deja que se cocine unos minutos antes de apagar.

Cuando el relleno se haya enfriado un poco, enciende el horno a 180ºC (modalidad ventilada, si la tienes) para que se vaya calentando y coge la masa de la nevera.

Esparce un poco de harina sobre la encimera y, con un rodillo, extiende las ⅗ partes de la masa en una lámina de unos 3-4 mm de espesor, dejando los restantes ⅖ partes para la red con la que cubriremos cada mini tarta.

Utiliza un cortador de galletas o un vaso (yo utilicé uno de 7,5 cm de diámetro) para sacar la base de las tartas. Vuelve a amasar lo que ha sobrado para sacar más círculos: en total deberías sacar unos 16.

Coloca las bases de las tartas sobre una bandeja cubierta con papel para horno, dejando unos 3-4 cm entre cada círculo. Coloca unas 2 cucharadas abundantes (o más) de relleno de manzanas sobre las bases, dejando despejado un borde de 1 cm.

Coge la masa que habíamos dejado de lado, esparce harina sobre la encimera y empieza a crear la red de masa eligiendo una de las siguientes técnicas:

  • utilizando tus manos, convierte varios trocito de masa en serpientes de unos 4 mm de diámetro.
  • utilizando un rodillo, extiende la masa hasta lograr un espesor de unos 3 mm y corta tiras con un cuchillo de lama lisa o un cortador para pizza.

Para cada tortita necesitarás trozos (de «serpiente» o «tiras») para 2 segmentos de unos 8 cm de largo y 4 segmentos de unos 6,5 cm (tranquil@, no hace falta sacar regla: son los dos ejes centrales de la tortita y las líneas paralelas a sus lados, y los puedes cortar a ojo 😉 ).

Ahora solo queda asemblar la red haciendo adherir los trozos de masa a la base de la tortita, cómo se ve en la imagen abajo.

Mini apple pies antes de hornear

Ahora tan solo te queda poner la bandeja en el horno y esperar a que tus mini apple pies estén doradas.

Mini apple pies - mini tartas americanas con manzana y canela
Mini apple pies – mini tartas americanas con manzana y canela

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si deseas un acabado más refinado, puedes esparcir sobre la superficie de tus mini apple pies un poco de huevo batido (utiliza un pincel de silicona u otro apto para cocina) y esparce un poco de azúcar mezclado con canela. 😉

Conserva las mini tartas en una bolsita de plástico (o equivalente biodegradable) durante 3 días en la nevera.

Croquetas a la italiana (Crocchette) – con patatas y panceta salada – sin lactosa

Presentación

Un italiano que, en España, pide por primera vez una ración de «croquetas» se lleva una gran sorpresa, porque estas delicias españolas no son el equivalente de las casi homónimas crocchette italianas 🇮🇹. Hoy queremos hacer el experimento inverso: dejar que los hispanohablantes degusten las crocchette de Italia, que están hechas de patatas hervidas y machacadas, rebozadas y fritas. 🥔

Para añadir un toque muy goloso, que admitimos ser de inspiración española (¡pues hay que fusionar lo mejorcito de las diferentes gastronomías!), añadiremos al relleno unos crujientes cubitos de panceta salada 🥓.

Esta receta, que es sin lactosa y puede utilizarse como guarnición y como entremés, también puedes prepararla de forma vegetariana: en el apartado de sugerencias encuentras unas ideas para el relleno y también para eventuales salsas con las que acompañar las croquetas a la italiana.


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 45 min
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Patatas: 6-7 grandes
  • Panceta salada/Chorizo/Jamón ibérico: 80 g (opcional)
  • Pan rallado: para rebozar
  • Sal: al gusto
  • Pimienta: al gusto
  • Aceite de oliva/girasol: para freír

Realización

Pela las patatas, lávalas y trocéalas. Pon a hervir los trozos de patata en agua salada hasta que estén blandos. Escurre las patatas y deja que se enfríen durante unos minutos.

Mientras tanto, corta la panceta salada (sustituible por panceta ahumada, jamón ibérico o chorizo dulce o picante) en cubitos pequeños. Deja que la panceta se cocine en una sartén a fuego mediano-alto hasta que esté crujiente (y empiece a dorarse muy ligeramente).
[Nota: si utilizas jamón ibérico salta este paso 😉 ]
Retira los cubitos de panceta da sartén, tratando de dejar la grasa ahí.

Con una prensa para patatas o con un machacador de patatas, convierte los trozos de patata en un puré liso. Sazona con pimienta y añade los cubitos de panceta salada. Mezcla bien para repartir homogéneamente.

Moja las palmas de tus manos y coloca encima dos cucharadas de puré. Intenta crear un disco y deposítalo sobre un plato lleno de pan rallado. Tras haberlo rebozado completamente por ambos lados y por los bordes, coloca la croqueta sobre tu encimera o sobre una tabla de cortar y, si es necesario, aprovecha la base llana para nivelar la superficie del disco o conseguir que tenga una forma más redonda.
[Nota: si quieres servir las crocchette en su forma más auténtica, entonces confiere a la masa una forma de cilindro largo unos 3 cm. En esta versión con espinaca puedes ver cómo deberían quedar 😉 ]

Croquetas a la italiana rebozadas

Repite el procedimiento hasta agotar las patatas.

Vierte suficiente aceite en una sartén como para que toda la superficie plana esté bien cubierta y deja calentar a fuego mediano-alto. Cuando esté caliente, coloca algunas croquetas (deberías poder oír cómo el rebozado reacciona burbujeando con el aceite) y deja que se doren antes de darles la vuelta. Cuando estén doradas por ambas partes, retíralas y colócalas sobre un plato cubierto con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Emplata y sirve solas o con salsas (algunas ideas más abajo 😉 ).

Croquetas a la italiana - con patatas y panceta salada - sin lactosa
Croquetas a la italiana (Crocchette) – con patatas y panceta salada – sin lactosa
Croquetas a la italiana - con patatas y panceta salada - sin lactosa
Croquetas a la italiana (Crocchette) – con patatas y panceta salada – sin lactosa

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Para un toque extra, puedes utilizar un pan rallado comprado o casero que esté aromatizado con ajo u otras verduras deshidratadas (como trocitos de tomate deshidratado) o con hierbas aromáticas (perejil, romero, etc).

Si quieres realizar una versión vegetariana de las croquetas italianas, prescinde de la panceta salada o sustitúyela por setas salteadas y picadas finamente o, alternativamente, por trocitos de tomates secos escurridos. Mira también esta receta de croquetas de patatas con espinacas: puede que sea justo lo que buscas 😉

Si bien habitualmente las crocchette se coman solas o como guarnición para un plato de carne, si decides servirlas como entremés con alguna salsa (tanto si las haces de solas patatas, como si añades panceta salada u otro ingrediente en el relleno), alguna de las siguientes propuestas combinará increíblemente:

  • una voluptuosa fondue de quesos,
  • una salsa espesa de nata y queso azúl,
  • una salsa casera de tomate,
  • salsa de setas, nata y, eventualmente, puerro,
  • salsa boloñesa.

Crema de lentejas y patatas con crujiente chorizo

Presentación

El final de las fiestas y la vuelta a la rutina nos dejan siempre cargados con un poco de nostalgia y estrés, pero al mismo tiempo llevan consigo nuevos retos y buenos propósitos por alcanzar.

La decisión de comer más saludable, pero también el deseo de degustar algo calentito, reconfortante y que nos proporcione la energía necesaria son las fuerzas motrices detrás de la crema de lentejas y patatas con crujiente chorizo. 🥣🥔

Este delicado primer plato, caracterizado por una textura aterciopelada agradablemente rematada por el toque crujiente del chorizo, puede personalizarse cada vez de forma distinta jugando con hierbas aromáticas 🌿 o especias con personalidad 🌶️: en los ingredientes y en el apartado de sugerencias encuentras unas ideas para que nunca te puedas canses de esta delicia y para que puedas disfrutarla incluso con toppings vegetarianos. 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 30 min
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Lentejas cocidas: 400 g (= 1 tarro)
  • Patata: 1 grande
  • Cubito para caldo: aprox. 1
  • Chorizo extra (dulce o picante): 80 g
  • Pimienta negra: al gusto
  • Extras opcionales: hierbas aromáticas (mejorana/ tomillo/ romero) o especias (ajo, guindilla molida o jengibre molido)

Realización

Empieza pelando la patata y cortándola en trozos pequeños. Ponla a cocinar en una olla con agua salada hasta que esté suave.

Cuando las patatas estén listas, retíralas del agua sin tirar esta última.

Vierte las patatas y las lentejas (sin su líquido) en tu batidora. Coge un vaso de agua de cocción de las patatas y disuelve en ella el cubito para caldo. Vierte el caldo en la batidora también, tapa y deja que la máquina reduzca los ingredientes en una crema homogénea.

En una olla suficientemente grande vierte el contenido de la batidora y consigue la textura que buscas añadiendo más agua de cocción de las patatas. Comprueba el punto de sal, añade un poco de pimienta molida y mezcla.

Si quieres añadir alguna hierba aromática (la mejorana queda muy bien, pero puedes echar tomillo o romero) o, alternativamente, alguna especia con personalidad (como ajo, guindilla molida o jengibre molido), este es el momento.

Deja que la crema se cocine tapada a fuego mediano durante unos 5 minutos.
[Nota: No te olvides que, en todo momento, puedes arreglar la textura hasta lograr la que buscas añadiendo agua (incluso del grifo) o dejando la tapa abierta para que evapore.]

Mientras la crema se cocina, retira la piel del chorizo y pícalo en cubitos. Deja que se cocine en una pequeña sartén a fuego mediano hasta ser crujiente. Retira el chorizo con una espumadera y colócalo sobre un plato cubierto con papel absorbente para retirar el exceso de grasa.

Emplata la crema y esparce, como decoración, el chorizo crujiente encima.

Crema de lentejas y patatas con crujiente chorizo
Crema de lentejas y patatas con crujiente chorizo

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si quieres una versión vegetariana, sustituye el chorizo por crujientes picatostes normales o aromatizados o crujientes chips de patatas desmenuzados.

Si quieres una versión aún más rica, puedes sofreír un poco de cebolla (y/o incluso ajo fresco) con una cucharadita de aceite de oliva y añadir el sofrito a la batidora.

Puedes conservar la crema (sin añadirle chorizo hasta el momento de servirla):

  • en la nevera: durante 1 día, tapada;
  • en el congelador: en un contenedor hermético hasta ⅘ de su volumen (hay que dejar un poco de espacio para que el líquido no se salga del contenedor al congelarse).

Pajaritas caseras – Pasta fresca con huevo

Presentación

¡Feliz 2021! 🎆 🎉 Las Aventureras en Cocina te desean todo lo mejor para este nuevo capítulo de 365 días.

Hay que celebrar la llegada del año nuevo con mucha alegría y, como siempre, degustando sabrosa comida.

La alegre compañía tendrás que buscarla tu, pero nosotras te proporcionamos la sabrosa receta, que podrás condimentar con tu salsa favorita: pajaritas caseras, hechas al estilo italiano con pasta fresca con huevo. 🇮🇹 🥚

Es muy divertido, satisfactorio y relajante preparar esta sencilla pasta casera (¡que además solo requiere 2 ingredientes!) y el precioso resultado hará que merezca aún más la pena. Disfruta cocinando para ti o para alguien especial con el que te apetezca empezar bien el año nuevo. 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Harina de trigo: 300 g
  • Huevos: 3

Realización

Vierte la harina sobre una grande tabla de madera o sobre tu encimera: trata de crear un hueco en el centro y unas paredes de harina más altas alrededor del mismo.

En el hueco casca los huevos y bátelos ligeramente con un tenedor.

Ahora empieza a mover los dedos insertados en los huevos batidos en en círculos, ampliando el diámetro progresivamente para que la harina vaya incorporándose poco a poco y las paredes sigan evitando que los huevos se salgan.

Cuando los huevos hayan absorbido ya bastante harina, empieza a mezclar con ambas manos para tratar de que la masa absorba toda la harina y se vuelva lisa.

Crea una bolita, cúbrela con un trapo limpio o ponla en un bol con tapa/película transparente y deja que repose unos 15 minutos: esto permitirá que la masa se vuelva más lisa y elástica.

Pasado ese tiempo, divide la masa en 4 partes y empieza a laminarla utilizando tu máquina para hacer pasta fresca o un simple rodillo de cocina. En todo caso, no dejes de asegurarte que la masa/lámina esté en todo momento suficientemente enharinada por ambos lados para evitar que se pegue a la encimera o a los rodillos.

Si utilizas máquina para pasta, puede que necesites doblar la masa recién salida de la máquina sobre sí un par de veces al principio, porque la presión excesiva de los rodillos sobre una masa inicialmente muy espesa puede devolverte unas láminas irregulares y poco lisas.

Ajustando progresivamente el espacio entre los rodillos o la presión del rodillo de cocina, saca una lámina de 1-2 mm de espesor (no más). Repite este procedimiento hasta tener toda la masa laminada.

Utilizando un cortador para pizza o un cuchillo de lama lisa, divide cada lámina en largas tiras de unos 3-4 cm de largueza. Ahora puedes hacer unos cortes perpendiculares para crear unos cuadrados de masa (misma distancia de 3-4 cm) utilizando el mismo cortador para pizza o cuchillo o, alternativamente, utilizar un cortador para ravioli que te dejará unos bordes ondulados [como se puede ver en la foto de la receta].

Ahora que tienes ya todo preparado, ha llegado el momento de formar las pajaritas: utilizando las yemas del pulgar y del índice o, incluso mejor, unos palitos de madera (de los típicos que utilizas para degustar comida oriental), aprieta en el centro de los dos lados lisos del cuadrado hasta sellar la masa [mira la imagen a continuación].

Procedimiento para realizar pajaritas caseras

Sigue estos pasos hasta agotar los cuadrados y asegúrate de colocar las pajaritas preparadas sobre una tabla de madera o una superficie enharinada para evitar que se te pegue.

Una vez que todas las pajaritas hayan sido formadas, es conveniente esperar unos 20 minutos para que la masa pueda secarse un poco. Pasado ese tiempo puedes cocinarlas ya en agua salada hirviendo (removiendo frecuentemente con delicadeza), escurrirlas y servirlas con la salsa que prefieras.

Si quieres guardarlas para cocinarlas en otro momento, tendrán que secarse del todo: necesitarás algunas horas y es aconsejable que, después de una rato, les des la vuelta para lograr un secado uniforme.

Pajaritas caseras - Pasta fresca casera
Pajaritas caseras – Pasta fresca casera

¡Listas!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes conservar las pajaritas completamente secas y no cocinadas en unos contenedores herméticos:

  • en la nevera: durante 2-3 días;
  • en el congelador: durante 1 mes.

Carpaccio de champiñones con espinaca fresca y mezcla de nueces

Presentación

Esta guarnición es de los ases más eficientes y satisfactorios que puedes sacar de la manga.

El carpaccio de champiñones 🍄 con espinaca fresca 🥗 y mezcla de nueces 🥜 es eficiente porque (1) es una guarnición que puedes acompañar a la mayoría de platos de carne o que puedes incluso utilizar como entremés y porque (2) lo tendrás listo para servir en 5 minutos con el mínimo esfuerzo.

Además, es realmente satisfactorio porque es un plato muy goloso, con una acertadísima combinación de sabores potentes y de texturas complementarias, y se presenta casi como una obra de arte, para dejar a tus comensales siempre impactados con tus capacidades culinarias. 😉

En el apartado de sugerencias encontrarás un ingrediente que puede realzar aún más este plato… ¡descúbrelo y experimenta!


Información

  • Dificultad: baja
  • Tiempo preparación: 5 minutos
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Espinacas frescas: 300 g
  • Champiñones frescos: 250 g
  • Nueces/Cacahuetes (sin cáscara): 50 g
  • Almendras (sin cáscara): 50 g
  • Crema de vinagre balsámico: al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra: al gusto
  • Sal: al gusto
  • Pimienta negra: al gusto

Realización

Con un cuchillo, corta la extremidad del pie de los champiñones y elimina eventuales impurezas o partes dañadas. Corta los champiñones en láminas de unos 3 mm de espesor.

Pica las nueces y las almendras.

Si las hojas de espinaca no vienen ya lavadas, lávalas y sécalas.

Empieza a emplatar: primera coloca una base de espinaca, a continuación coloca los champiñones laminados y por último la mezcla de nueces y almendras picadas. Sazona con sal, pimienta recién molida y aliña con crema de vinagre balsámico y aceite de oliva virgen extra.

Sirve inmediatamente.

Carpaccio de champiñones con espinaca fresca y nueces

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Si te gusta el queso, no puedes perderte esta guarnición con unas láminas de Parmigiano Reggiano, Pecorino u otro queso curado con personalidad: utiliza tu cortador para queso y añade una cantidad generosa antes de aliñar el plato.

Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)

Presentación

Los polacos saben hacer dulces maravillas con la levadura de panadería y estos bollos son una de las pruebas que más te encantará «cotejar» para comprobar este hecho. 🇵🇱 😜

Las Drożdżówki z makiem son unos bollos mono-porción de masa brioche con un exclusivo relleno de semillas de amapola, uno de los ingredientes más refinados y costosos de la repostería polaca. El aroma de las semillas es inconfundible y queda realzado por un toque almendrado y cítrico: una mezcla perfecta para estrenar en estas fiestas.

Este goloso y saludable postre, gracias al reducido nivel de azúcares, (que puedes preparar sin lactosa) se presenta además de una forma muy cautivadora: una espiral muy peculiar que aprenderás a dominar gracias a las detalladas instrucciones y a las imágenes que te guiarán en todo momento, para que puedas lucir tu talento al ofrecer cada bollo. 😉


Información

  • Dificultad: mediana
  • Tiempo preparación: 2h 30min
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 16 bollos rellenos (11 cm de diámetro cada uno)

Ingredientes

PARA LA MASA:

  • Harina de fuerza: 400 g (sustituible en todo/en parte por harina de todo uso)
  • Huevos: 3 medianos
  • Mantequilla o margarina: 90 g
  • Leche de vaca o vegetal: 110 g
  • Azúcar: 100-140 g (dependiendo de lo dulce que te guste)
  • Levadura fresca/congelada: 15 g (sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas por su fabricante)
  • Sal: 1 pizca
  • Aroma: 2 ml (sabor vainilla, ron, mantequilla, nata)

PARA EL RELLENO:

  • Semillas de amapola: 150 g (ya molidas o enteras)
  • Huevo: 1 mediano
  • Almidón de maíz/Maizena: 1 cucharada
  • Leche de vaca o vegetal: 4 cucharadas (solo si utilizas semillas molidas)
  • Miel: 1 cucharada y 1 cucharadita
  • Aroma: 1 ml (sabor almendra)
  • Ralladura de la cáscara de 1 limón

PARA EL BARNIZ:

  • Huevo: 1 mediano
  • Leche de vaca o vegetal: 3 cucharadas

Realización

Empieza preparando la masa.

Calienta la leche para que esté tibia y disuelve en ella la levadura troceada.

En un bol grande, vierte la harina, el azúcar, la sal, la mantequilla, la leche con la levadura disuelta, el aroma y casca los huevos. Mezcla todo con tu robot de cocina o manualmente hasta lograr una masa lisa (que es naturalmente pegajosa) y, a partir de ese momento, sigue amasando durante unos 5 minutos para conferir elasticidad a la misma.

Cubre con un trapo limpio o película transparente y deja que repose 1 hora en un lugar caliente.

Mientras tanto, prepara el relleno.

  • Si utilizas semillas de amapola ya molidas (opción más rápida):
    Vierte las semillas en un bol, añade 1 cucharada de miel, la ralladura de limón, el aroma, la leche, mezcla y aparta hasta que falten unos 5 minutos para que la masa esté lista.
  • Si utilizas semillas de amapola enteras:
    Pon las semillas a remojo en agua (o leche, si lo prefieres) en una olla y mezcla bien. Elimina las eventuales impurezas que floten en la superficie y pon a hervir a fuego mediano durante 20 min, removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo, escurre las semillas utilizando un colador de malla fina. Vierte las mismas en tu batidora y deja que se molan durante unos 5 minutos o, alternativamente, pásalas 3 veces por una malla fina de tu picadora de carne. Entonces vuelve a poner las semillas en el bol y añade una cucharada de miel, la ralladura de limón, el aroma, mezcla y aparta hasta que falten unos 5 minutos para que la masa esté lista.

Cuando falte poco para que la masa esté lista, divide la yema de las claras y pon cada una en un bol distinto. Bate las claras a punto de nieve con tu batidor de varillas manual o eléctrico (están en su punto cuando te salen unas cimas al mezclar y deberías poder dar la vuelta al bol sin que las claras se caigan ). Añade una cucharadita de miel a las claras y bátelas hasta lograr un compuesto claro y aireado.

Vierte las yemas en el bol con las semillas de amapola y mezcla bien. Finalmente, añade también las claras y mezcla delicadamente para repartir uniformemente. Aparta el relleno.

Cubre dos bandejas para horno con papel para horno y vuelve a coger la masa.

Vierte la masa sobre la encimera bien enharinada, esparce abundante harina por encima de la masa también y amasa para lograr una bola uniforme. Divide en 8 porciones iguales. Coge una porción y cubre las otras con un trapo limpio.

Vuelve a enharinar bien la encimera, coloca la masa encima y esparce harina sobre ésta última. Con un rodillo de cocina, extiende la masa hasta lograr aproximadamente un cuadrado (de unos 22 cm de lado) de unos 4 mm de espesor. Divide el cuadrado en dos rectángulos iguales cortando por la mitad con un cuchillo (de lama lisa) o un cortador para pizza.

Aparta uno de esos rectángulos (asegurándote que debajo la encimera sigue enharinada) y coloca, con la ayuda de una cucharadita, una raya de relleno de amapola a lo largo de uno de los lados más largos del rectángulo, dejando unos 5-8 mm de borde despejado (tanto abajo como lateralmente). Para orientarte mejor fíjate en la imagen que hay a continuación.

Procedimiento para los bollos polacos rellenos de semillas de amapola

Utilizando un cuchillo o el cortador para pizza realiza unos cortes paralelos entre sí que empiezan desde la mitad de la masa (y a no menos de unos 2-3 cm desde el relleno) y que confieren a la masa el aspecto de un peine. La distancia entre un corte y el otro no tiene que ser perfectamente igual, pero trata de dejarla en 1-1,5 cm [fase 1 de la imagen].

A continuación coge el borde inferior de la masa, dóblalo con cuidado sobre el relleno y séllalo tanto por arriba como por los lados para que las semillas no se salgan [fase 2 de la imagen].

Ahora enrolla el relleno sellado sobre la masa, deslizando con ambas manos hacia arriba hasta llegar a sobreponer el rollo sobre el borde del peine. Entonces empieza a enrollar la serpiente de masa en espiral, asegurándote de poner la parte en la que sobresale el borde de la capa inferior en el interior de la espiral [fase 3 de la imagen].

Termina de enrollar en espiral toda la serpiente de masa y cógela con delicadez para colocarla sobre la bandeja para horno: al hacerlo, coloca el extremo final del rollo que sobresale al exterior y colócalo debajo de la espiral, para que te quede un bollo redondo en la cocción [foto del resultado a continuación].

Bollo polaco con semillas de amapola sin barniz

Repite los últimos pasos con el otro rectángulo para sacar otro bollo y, después, haz lo mismo con otra porción de masa. No te olvides: cada porción de masa te da para 2 bollos (pues sacas 2 rectángulos de cada cuadrado de masa), por lo que acabarás teniendo 16 bollos rellenos. 😉

Al colocar los bollos en la bandeja bastante espacio entre uno y el siguiente (no menos de 6 cm) porque van a crecer fuera y dentro del horno y no queremos que se peguen.

Al finalizar, notarás que los primeros bollos han tenido la ocasión de leudar más y aumentar su volumen. Puedes dejar que los bollos reposen unos 15 minutos más o encender ya el horno llegue a 180ºC (con modalidad ventilada si la tienes).

En un bol pequeño bate un huevo con un tenedor, añade 3 cucharadas de leche y mezcla. Esparce esta mezcla sobre la superficie de los bollos utilizando un pincel de silicona u otro apto para cocina: este paso aportará un barnizado lúcido y apetecible a tus bollos, pero que no hará que la superficie se queme antes de que el postre esté cocido. 😉

Si quieres que la segunda bandeja tenga el mismo tiempo para leudar que la primera, hornea la primera bandeja sola y después la otra, aunque puedes hornear ambas a la vez sin problemas.

Hornea hasta que la superficie de los bollos quede bien dorada o ligeramente marrón.
[Truco: Cambia la posición de las bandejas o gira/cambia la posición de los bollos con una paleta de cocina si notas que la cocción no es uniforme.]

Deja que se enfríen un poco antes de servir.

Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)
Bollos polacos rellenos de semillas de amapola (Drożdżówki z makiem)

¡Listos!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes enriquecer el relleno con fruta seca picada muy finamente: almendras, nueces, albaricoques, higos, uvas pasas. Si decides hacerlo, reduce la cantidad de amapola para compensar el volumen de la fruta seca.

Puedes añadir un zig zag de glaseado real (= azúcar glas mezclado con suficientes gotas de limón para lograr una consistencia líquida) o esparcirlo directamente con un pincel de cocina sobre la superficie del bollo enfriado. Si quieres decorarlo aún más, esparce unas semillas de amapola encima cuando el glaseado esté aún húmedo.

Conserva durante 3 días bajo una campana de vidrio o en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable). Guarda en la nevera si hace calor.

Puedes calentar 1 bollo en el microondas durante unos 10-15 segundos a máxima potencia (800 W) si quieres que la masa vuelva a ser súper suave y como recién horneada.

Atún marinado en salsa de miel, soja, guindilla y almendras

Presentación

La Navidad y Año Nuevo se acercan y con ellas las ganas de buscar un segundo plato de pescado que pueda satisfacer nuestros paladares y asombrar nuestros familiares en estos días de fiesta. Esta receta cumple indudablemente con ambos requisitos: el atún marinado en salsa de miel, soja, guindilla y almendras es una verdadera exquisitez que merece un sitio especial en tu mesa. 🐟

Los frescos filetes de atún absorben los distintos y complementares aromas de su marinado: la dulce y viscosa miel 🍯, la sabrosa salsa de soja que aporta el toque umami y la salinidad a nuestro pescado, el refrescante aroma de limón 🍋 y el atrevido (pero delicado) matiz picante de la guindilla 🌶️.

Estos sabores, atrapados en el pescado, se mantienen en su tierno interior mientras el rápido salteado sella el exterior creando una capa crujiente rematada por la textura y el aroma de la almendra picada.

¡No dudes más: esta gustosa receta se prepara de forma sencilla y muy rápida y puedes aprovechar el tiempo de marinado para preparar otro plato! 😉


Información

  • Dificultad: normal
  • Tiempo preparación: 30 min
  • Coste: mediano
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Filetes de atún: 4 porciones individuales
  • Salsa de soja: 4 cucharadas
  • Salsa Louisiana/Tabasco*: 1-2 cucharadas
  • Zumo de limón o lima: 4 cucharadas
  • Miel: 3 cucharadas
  • Almidón de maíz (Maizena): 1 cucharadita
  • Aceite de oliva virgen: 2 cucharadas
  • Almendras: 10 (sin cáscara)

*Sustituible por unas rodajas de guindilla fresca machacadas en un mortero.


Realización

Empieza preparando la salsa en la que marinaremos el atún. En un bol grande vierte la miel, el zumo de limón o lima, la salsa de soja y la salsa picante (Lousiana o Tabasco) y las almendras finamente picadas. Mezcla bien para emulsionar la salsa.

Tras haber secado los filetes de atún con una hoja de papel absorbente, colócalos en el bol. Mueve los filetes para asegurarte que se hayan bañado todos en la salsa y a lo largo de toda la superficie. Tapa con un plato y deja que el pescado se marine durante unos 20 minutos, removiendo los filetes al menos un par de veces para asegurarte que la salsa penetre de forma uniforme.

Pasado ese tiempo, pon una sartén a calentar (fuego mediano-alto). Cuando haya llegado a temperatura, saca un filete del bol y colócalo en la sartén. El tiempo de cocción depende del grosor de tu filete: buscamos sellarlo por fuera, dejando una capa crujiente, pero queremos dejarlo rosa y suave por dentro. No lo cocines mucho y asegúrate frecuentemente que la textura siggue suave apretando en el centro con un tenedor.

La salsa que ha quedado en el bol la vamos a aprovechar: añade la maizena y mezcla bien. Sobre la sartén que hayas utilizado para los filetes, vierte la mezcla y deja que se espese a fuego mediano. Vierte esa salsa sobre tu filetes o en cuenco que sirvas a parte.

Sirve inmediatamente.

Atún marinado en salsa de miel, soja, guindilla y almendras
Atún marinado en salsa de miel, soja, guindilla y almendras

¡Listo!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Puedes sustituir las almendras picadas por sésamo blanco o negro.

Si quieres un toque más oriental, sustituye el aceite de oliva por aceite de sésamo.

Para un aroma cítrico más potente, ralla un poco de la cáscara del limón o lima en tu salsa. 😉

Delicada ensaladilla de pollo, pepinos, piña y huevos cocidos

Presentación

Si te apetece una ensaladilla refrescante con sabores muy diversos, pero caracterizada por su talante delicado, esta receta es para ti. 😉

Prepara esta guarnición que aprovecha las sobras de pollo asado o guisado 🍗 y las mezcla con refrescante pepino 🥒, dulce piña 🍍, un toque de atrevidos pepinillos agridulces y cremosos huevos 🥚, el todo envuelto por deliciosa mayonesa con una pizca de pimienta.


Información

  • Dificultad: muy baja
  • Tiempo preparación: 1 h
  • Coste: bajo
  • Dosis: para 4 personas

Ingredientes

  • Pollo asado/guisado: ½
  • Pepinos frescos: 2 medianos
  • Pepinillos agridulces: 2 pequeños
  • Huevos: 8
  • Piña (en almíbar o fresca): 3-4 rodajas
  • Mayonesa: al gusto
  • Sal/Sazonador líquido Maggi: al gusto
  • Pimienta: al gusto

Realización

Empieza preparando los huevos cocidos duros:

  • Si utilizas huevos recién sacados de la nevera, ponlos en una olla con agua fría que vas a dejar subir de temperatura despacio hasta hervir: desde el momento en el que el agua hierva, los huevos tienen que cocinarse 11 minutos.
  • Si utilizas huevos a temperatura ambiente, ponlos en agua hirviendo: desde el momento en el que el agua hierva, los huevos tienen que cocinarse unos 12 minutos.

Pasado ese tiempo, tira el agua caliente y cubre los huevos con agua fría. Así podrás pelar los huevos mucho antes.

Mientras los huevos se enfrían, quita la piel del pollo y despega la carne de los huesos y del cartílago. Pica el pollo en pequeñas tiras o cubitos.

Tras haber quitado la piel de los pepinos frescos, córtalos en cubitos. Corta en cubitos los pepinillos agridulces también.

Trocea la piña y vierte todos los ingredientes picados en un bol.

Elimina la cáscara de los huevos y, con un cortador de huevos o un cuchillo, pica los huevos duros en cubitos (primero en lonchas, luego en tiras y luego en cubitos). Viértelos en el bol.

Sazona con sal y pimienta, añade mayonesa, mezcla y prueba si hace falta sazonar más.

Delicada ensaladilla de pollo, pepinos, piña y huevos cocidos

¡Lista!

¡BUEN PROVECHO!


Sugerencias

Esta ensaladilla puede modificarse de muchas formas: puedes añadir cebolla para un toque más decidido, quitar la piña y sustituirla por (o simplemente añadir) chorizo salteado o apio verde picado, etc.

Si quieres prepararla con antelación y has añadido mayonesa, guarda tu ensaladilla en la nevera y sácala unos 20 minutos antes de servir.