Presentación
Las Scaloppine di pollo al limone, es decir los escalopes de pollo al limón, son un segundo plato de carne muy famoso en Italia que podréis recrear en vuestras cocinas con indudable éxito. 🍗🍋
Esta receta, trabajada hasta la perfección por Margarita, os permitirá sacar todos los colores más chillones y llamativos de los ingredientes, empezando por un ligero y delicioso caramelizado de la carne que la deja jugosa, pero crujiente, y terminando con varios otros secretos que hemos decidido compartir con vosotros.
Este plato, en el que reinan los matices amarillos, os cautivará nada más verlo, pero será el delicado e inconfundible aroma y sabor a limón de su salsa, tan agradablemente espesa, lo que os dejará repitiendo y chupándoos los dedos. 😋
Información
- Dificultad: baja
- Tiempo preparación: 20 min
- Coste: normal
- Dosis: para 4 personas
Ingredientes
- Pechugas de pollo: 2
- Limón: 1
- Harina: 5-6 cucharadas
- Sal: al gusto
- Cubito de caldo: al gusto
- Pimienta: al gusto
- Cúrcuma: al gusto (opcional)
- Aceite de oliva: para freír
Realización
Empieza limpiando las pechugas de pollo y cortándolas en lonchas de unos 5-6 mm de espesor. Coloca las lonchas sobre un plato sin hacer solapar los trozos. Sazona con sal y pimienta.
En un pequeño bol vierte dos cucharadas abundantes de harina y unas pizcas de cúrcuma y mezcla. Vierte la harina en un pequeño colador de acero y utilízalo para esparcir la mitad de la harina encima del pollo. A continuación, da la vuelta a las lonchas de pollo y termina de esparcir la harina por ese lado también.
[Nota: la harina nos permitirá dorar mejor la carne y las pizcas de cúrcuma le conferirán un color delicadamente más amarillo y chillón que notarás después de la cocción y que hará todo aún más apetecible 😉 ]
En una sartén vierte unas 4 cucharadas de aceite y fríe a fuego alto los filetes: los queremos doradas por ambos lados. Rocía la carne con un poco de zumo de limón: esto nos ayudará a caramelizarla. Cuando esa ronda esté lista colócala en un plato, añade un poco más de aceite a la sartén y sigue friendo hasta acabar la carne.
En el aceite que ha quedado en la sartén, esparce unas 3 cucharadas de harina y deja que ésta se sofría a fuego mediano-alto, mezclando con frecuencia.
[Ojo: si ves que la harina no hace burbujas, hace falta añadir un poco más de aceite o, si lo prefieres, mantequilla/margarina]
Cuando la harina esté dorada, vierte 1 vaso de agua y mezcla enérgicamente. Para sazonar utiliza un poco de cubito de caldo pulverizado, ralladura de la cáscara de un limón (guarda un poco para decorar) y el zumo que te queda del limón. Mezcla bien: tienes que lograr una salsa espesa, pero lisa. Deja cocinar un par de minutos.
[Nota: si te gusta mucha salsa (y ya te digo que esta está para chuparse los dedos), aumenta la cantidad de harina a la hora de sofreírla, así como la cantidad de agua.]
Ahora tienes que decidir cómo emplatar:
- Si quieres emplatar como en la foto, entonces coloca en el plato la carne, rocíala con un poco de salsa y esparce otro poco de salsa al lado. Decora con ralladura de limón y, eventualmente, lonchas finas de limón.
- Si prefieres un look más rústico y práctico, vierte en la sartén los filetes de pollo y mezcla bien para que queden recubiertos por la salsa. Sirve directamente desde la sartén o emplata. Decora con ralladura de limón.

¡Lista!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Sirve las scaloppine de pollo recién preparadas para disfrutar de la mejor textura de la carne y de la salsa.
Combina este segundo de carne con una refrescante mezcla de ensaladas o una porción de patatas (en puré, fritas, o hervidas y salteadas).