Presentación
Los bizcochos polacos son muy variados en términos de tipos y sabores, aunque sin duda uno de mis favoritos es este suavísimo bizcocho con levadura fresca, ciruelas y streusel, cuyo nombre original es ciasto drożdżowe ze śliwkami i kruszonką. 🍰
La masa es muy suave y esponjosa y uno de sus puntos de fuerza es que al día siguiente no tiende a secarse tanto como muchas otras versiones: se queda hidratado.
Aunque puedas utilizar diversos tipos de fruta, la combinación de las ciruelas, con su punto agrio y firmeza, y del streusel, con su punto dulce y textura crujiente y al mismo tiempo suave, es exquisita.
Una vez horneado, utilizarás este saludable bizcocho para tus meriendas, tus desayunos y cualquier otra ocasión que tengas para picar porque es adictivo. 🤩
Información
- Dificultad: normal
- Tiempo preparación: 2h 30min
- Coste: normal
- Dosis: para 4 personas
Ingredientes
PARA LA MASA:
- Leche (de vaca/vegetal): 1 vaso
- Aceite de girasol: 1 vaso
- Huevos: 4 medianos
- Azúcar: ¾ vaso
- Levadura fresca: 1 cubito (= 25 g; tipo saccaromyces cerevisiae)*
- Harina de fuerza: 4 vasos (puedes utilizar la normal, si no tienes la de fuerza, o hacer mitad y mitad)
- Aroma: 2 ml (vainilla, mantequilla o ron)
- Sal: 1 pizca
*sustituible por levadura seca en las proporciones indicadas en la confección por el fabricante.
PARA DECORAR:
- Harina: 100 g
- Mantequilla/Margarina: 60 g
- Azúcar: 50 g
- Aroma: unas gotas (vainilla, mantequilla o ron)
- Ciruelas: 6-8
Realización
En un bol grande, casca los huevos y vierte el azúcar y el aroma. Bate hasta lograr un compuesto espumoso.
Calienta un poco la leche.
(Ojo: la leche no debería quemarte si entra a contacto con tu piel: si lo hace, vas a anihilar la levadura, así que tienes que esperar a que se enfríe un poco).
Trocea la levadura fresca (o congelada) y disuelvela en un poco de leche.
Añade al compuesto de huevos lo que sobra de leche, la levadura disuelta y el aceite. Mezcla.
Ahora tamiza la harina encima de la mezcla de líquidos y mezcla todo hasta lograr una masa homogénea. Puesto que la masa tiene una consistencia suficientemente líquida, puedes utilizar un batidor de varillas.
Deja reposar durante 1,5 h en un sitio tibio-cálido, cubriendo el molde con un trapo limpio (sin que entre a contacto con la masa).
En la espera, prepara el streusel: en un bol vierte la mantequilla/margarina, el azúcar y un poco de aroma y remueve con una espátula para repartir bien los ingredientes. Entonces vierte la harina encima y sigue mezclando hasta lograr una consistencia uniforme. Aplasta bien el streusel para compactarlo y deja que repose en la nevera.
Cubre un molde grande (para orientarte: si es rectangular 34x22cm y si es circular 27cm Ø) con papel vegetal y vierte allí la masa. No deberías llenar el molde más de la mitad de su altura: tanto durante la fermentación como durante su cocción, la masa va a subir mucho.
Pasado ese tiempo, enciende el horno y deja que llegue a 180ºC.

Mientras tanto, empieza a lavar las ciruelas y a cortarlas en gajos de unos 5-8 mm de espesor o, si lo prefieres, en mitades. Remueve el trapo: la masa habrá más que duplicado su volumen. Ahora cubre la superficie con ciruelas, apretando ligeramente cada gajo para fijar su posición.
Saca el streusel de la nevera y del bol apriétalo bien para compactarlo. A continuación, rállalo por la malla gruesa de tu rallador. Esparce el streusel sobre el bizcocho tratando de hacerlo de forma bastante uniforme.
Hornea durante aproximadamente 45 min.
[Ojo: los tiempos de horneado varían dependiendo del horno, por lo tanto es conveniente efectuar la prueba del palillo para controlar que esté listo → clava en el centro del bizcocho (donde no haya fruta) un palillo de madera: si sale limpio, puedes sacar el bizcocho del horno].
Deja enfriar antes de desmoldar y cortar.

¡Listo!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Puedes preparar este bizcocho con la fruta que prefieras (arándanos, frambuesas, fresas, etc.), aunque tienes que probar esta versión light y veraniega con melocotones y almendras (sin streusel) 😉
Si lo prefieres, puedes desmenuzar el streusel a mano: es la forma más sencilla y se utiliza mucho, aunque quedan trozos de diferentes tamaños y no cubres la superficie de forma tan uniforme que al rallar todo y esparcirlo después.
Conserva el bizcocho en una bolsita de plástico (o alternativa biodegradable) o bajo una campana de vidrio. Guárdalo en la nevera si hace calor: así evitas que la fruta se deteriore y que el bizcocho se seque.
El streusel (o kruszonka) está en su punto más crujiente al salir del horno y se ablanda naturalmente un poco con el paso del tiempo. A diferencia de otras preparaciones con masa de brioche, no te aconsejo calentar el bizcocho al microondas porque la mantequilla del streusel se ablanda y pierdes completamente la textura crujiente (aunque, si no te importa puedes hacerlo 😉 ).