Presentación
Estas galletas de masa sablée te recordarán las galletas de mantequilla suecas… ¡sí, esas deliciosas de la caja azul de lata!
Pero si no quieres utilizar mantequilla y buscas una versión sin lactosa, puedes prepararlas también con margarina: ¡salen fenomenales también!
No necesitas levadura para prepararlas y la consistencia es fantástica: crujiente y al mismo tiempo friable.
Como no llevan levadura, son perfectas para ser decoradas antes del horneado (con cortadores de fondant, por ejemplo) o con glaseados y sprinkles 😉
¿A qué esperas para prepararlas?
Información
- Dificultad: baja
- Tiempo preparación: 30min (+2h en la nevera)
- Coste: bajo
- Dosis: para 4 personas
Ingredientes
- Harina de trigo: 480 g
- Mantequilla o margarina: 225 g
- Azúcar: 150 g
- Huevo: 1 mediano
- Sal: 1 pizca (no hace falta si utilizas margarina)
- Aroma: 2 ml (sabor vainilla, mantequilla, nata, naranja, limón, ron)
- Ralladura de 1 naranja: opcional
Realización
Si utilizas la mantequilla, déjala a temperatura ambiente unos 20 minutos antes de preparar la receta o caliéntala durante unos segundos en el microondas para que tenga la consistencia de una pomada densa. Si utilizas margarina para untar, este paso no es necesario.
En un bol vierte la mantequilla y el azúcar y mezcla bien. Añade el huevo, el aroma, la ralladura de piel de naranja y, si utilizas mantequilla, la pizca de sal. Mezcla bien con la espátula o, si lo prefieres, con un batidor de varillas.
Tamiza la harina en el bol. Empieza mezclando con la espátula y después amasa con tus manos. Saca la masa del bol si te resulta más fácil amasar sobre la encimera. Amasa durante 1-2 minutos para lograr una masa uniforme.
Forma una bola y colócala de vuelta en el bol. Cubre con película transparente o un trapo húmedo y deja que repose unas 2 horas en la nevera: de esta forma la masa se relajará volviéndose más lisa y la mantequilla se solidificará.
Pasado ese tiempo, enciende el horno a 180ºC con ventilador para que se vaya calentando.
Extiende una parte de la masa sobre una encimera ligeramente enharinada hasta lograr un espesor de unos 4-5 mm.
Con un molde para sacar galletas, un cortapizza o un corta pasta con los bordes ondulados, saca tus galletas de la forma que prefieras: yo utilicé la tercera opción para reducir el exceso de pasta entre una lámina de masa y otra.
Coloca las galletas sobre una bandeja cubierta con papel para horno.
(Truco: si necesitas separar la masa de la encimera porque pusiste demasiada poca harina, desliza un cuchillo de hoja larga debajo de la galleta para que no se te deforme mucho, algo que suele pasar si lo haces con los dedos 😉 )
Lo que sobró de masa vuelve a amasarlo con otro trozo de masa y repite los pasos anteriores hasta agotarla.
Hornea las galletas hasta que los bordes estén ligeramente dorados: harán falta unos 10-15 minutos dependiendo del horno. Retira la bandeja y deja enfriar.

¡Listas!
¡BUEN PROVECHO!
Sugerencias
Antes de hornear las galletas, puedes marcar la superficie de tus galletas con tu cortador para fondant 😉
Puedes decorar la superficie de las galletas con glaseado blanco (azúcar glás y suficiente zumo de limón para lograr una consistencia líquida y cubriente) o colorado, añadiendo unas gotas de colorante alimentar. Esparce un poco de coco rallado, chocolate rallado, nueces o sprinkles. También puedes utilizar chocolate derretido: deja que tu fantasía vuele.
Puedes conservar las galletas durante hasta un mes en un contenedor hermético.